Son situaciones críticas que se han agravado al mantenerse en el tiempo. Cada día nos llegan cantidades ingentes de información y desinformación que nos lleva a los seres humanos a preguntarnos: Pero ¿Qué está pasando?
Las noticias que aparecen, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, nos generan incertidumbre, desasosiego y miedo… y como consecuencia surgen problemas de angustia, ansiedad y frustración ante la impotencia de gestionar lo que nos llega cada día.
Tal vez sea el momento de dejar de buscar respuestas fuera, volver la mirada hacia el interior y reencontrarnos con nuestras creencias más profundas, como por ejemplo la consciencia de que hemos elegido vivir esta etapa de transición porque es una formidable oportunidad de crecimiento espiritual.
No sabemos con certeza absoluta qué es lo que está pasando ni mucho menos lo que va a pasar y cómo, por mucho que algunos quieran hacernos creer que lo saben manteniendo comportamientos obsoletos de cuando el ser humano no sabía que cada uno tiene las respuestas en su interior.
En estos tiempos revueltos a todos los niveles energéticos, que para muchos se asemejan a un parto con sus contracciones y dolores para dar nacimiento a una humanidad nueva, tenemos la oportunidad de poner en práctica todo lo que hemos aprendido justamente para afrontar este periodo que “sabíamos” aunque sea intuitivamente, que iba a ser difícil.
Porque puede resultar difícil “soltar”, soltar la seguridad, soltar los apegos, soltar la responsabilidad, soltar el ego, soltar todo lo que nos ata a los viejos esquemas, los que pertenecen a lo que queremos justamente transmutar.
No se puede construir algo nuevo, sólido y bello, con materiales viejos. No podemos coger algo nuevo si no soltamos antes lo que tenemos en la mano. No puede entrar nada en nuestra vida si no le dejamos el espacio necesario.
En estos tiempos de incertidumbre y desasosiego no podemos olvidarnos de llevar a cabo a diario la práctica espiritual con la que sintonicemos: meditación, reflexión, autoindagación, afirmaciones positivas, yoga, chikun, etc., pero sobre todo no podemos olvidarnos de vivir con consciencia el aquí y ahora y de utilizar el mayor regalo de que disponemos: el libre albedrio, nuestra capacidad de elegir siempre, ante cualquier situación.
Las noticias que aparecen, tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales, nos generan incertidumbre, desasosiego y miedo… y como consecuencia surgen problemas de angustia, ansiedad y frustración ante la impotencia de gestionar lo que nos llega cada día.
Tal vez sea el momento de dejar de buscar respuestas fuera, volver la mirada hacia el interior y reencontrarnos con nuestras creencias más profundas, como por ejemplo la consciencia de que hemos elegido vivir esta etapa de transición porque es una formidable oportunidad de crecimiento espiritual.
No sabemos con certeza absoluta qué es lo que está pasando ni mucho menos lo que va a pasar y cómo, por mucho que algunos quieran hacernos creer que lo saben manteniendo comportamientos obsoletos de cuando el ser humano no sabía que cada uno tiene las respuestas en su interior.
En estos tiempos revueltos a todos los niveles energéticos, que para muchos se asemejan a un parto con sus contracciones y dolores para dar nacimiento a una humanidad nueva, tenemos la oportunidad de poner en práctica todo lo que hemos aprendido justamente para afrontar este periodo que “sabíamos” aunque sea intuitivamente, que iba a ser difícil.
Porque puede resultar difícil “soltar”, soltar la seguridad, soltar los apegos, soltar la responsabilidad, soltar el ego, soltar todo lo que nos ata a los viejos esquemas, los que pertenecen a lo que queremos justamente transmutar.
No se puede construir algo nuevo, sólido y bello, con materiales viejos. No podemos coger algo nuevo si no soltamos antes lo que tenemos en la mano. No puede entrar nada en nuestra vida si no le dejamos el espacio necesario.
En estos tiempos de incertidumbre y desasosiego no podemos olvidarnos de llevar a cabo a diario la práctica espiritual con la que sintonicemos: meditación, reflexión, autoindagación, afirmaciones positivas, yoga, chikun, etc., pero sobre todo no podemos olvidarnos de vivir con consciencia el aquí y ahora y de utilizar el mayor regalo de que disponemos: el libre albedrio, nuestra capacidad de elegir siempre, ante cualquier situación.
Nuevas estructuras de pensamiento, comunicación y relación
Elijamos conscientemente en cada minuto, en cada circunstancia por muy difícil que sea, vivir con la serenidad interior, con la confianza, con la aceptación y con la consciencia superior que hemos aprendido a desarrollar a través de nuestro 4º chakra (el plexo cardiaco), desde nuestro corazón.
Tomemos plenamente consciencia de que debemos equilibrar, como hemos aprendido a hacerlo, nuestras dos partes, Yin-Yang, masculino-femenino, armonizando los opuestos, lo dual para disfrutar de nuestro potencial completo.
Acordémonos de respirar conscientemente recibiendo la energía por nuestro 7º chakra y de sentir como esa energía nos invade y despierta en nosotros Fuerza Interior, potencialidades dormidas, recursos inesperados…
Ya llegó el tiempo del despertar, de despertar de un largo sueño que ha durado milenios, de abrir nuestros ojos y nuestro corazón al AMOR INCONDICIONAL.
Dejemos definitivamente los juicios, las críticas, los rencores, los miedos, la culpabilidad, la intolerancia, la tristeza, para abrirnos a la posibilidad de experimentar una nueva forma de vida construida sobre las bases del Amor, la tolerancia, el respeto, la aceptación de las diferencias, el compartir, la solidaridad.
Tomemos plenamente consciencia de que debemos equilibrar, como hemos aprendido a hacerlo, nuestras dos partes, Yin-Yang, masculino-femenino, armonizando los opuestos, lo dual para disfrutar de nuestro potencial completo.
Acordémonos de respirar conscientemente recibiendo la energía por nuestro 7º chakra y de sentir como esa energía nos invade y despierta en nosotros Fuerza Interior, potencialidades dormidas, recursos inesperados…
Ya llegó el tiempo del despertar, de despertar de un largo sueño que ha durado milenios, de abrir nuestros ojos y nuestro corazón al AMOR INCONDICIONAL.
Dejemos definitivamente los juicios, las críticas, los rencores, los miedos, la culpabilidad, la intolerancia, la tristeza, para abrirnos a la posibilidad de experimentar una nueva forma de vida construida sobre las bases del Amor, la tolerancia, el respeto, la aceptación de las diferencias, el compartir, la solidaridad.
Momentos de Transición
La Física Cuántica ha confirmado que somos seres de luz, dejemos que esa luz que llevamos dentro desde el inicio de los tiempos se manifieste en todo su esplendor e ilumine todas nuestras células, todos nuestros cuerpos (físico, energético, mental y emocional) y todo lo que nos rodea elevando sus vibraciones.
No importa las experiencias que tengamos que vivir todavía, no importa los aprendizajes que aún estén por llegar, no importa cuán lejos parezca estar la salida del largo túnel que atravesamos… sabemos que al final saldremos nuevamente a la luz. Somos inmortales, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Centrémonos en lo realmente importante: no perder en este momento la oportunidad que llevamos esperando desde hace eones, la oportunidad de pasar al nivel siguiente de nuestra evolución. No nos dejemos contagiar por los miedos de los otros, por su pesimismo, por sus dudas, por todo lo que nos ofrecen a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Mantengámonos firmemente centrados en nuestro corazón, en una vibración de serenidad, de confianza en el correcto proceso de la vida… “Lo que sucede conviene” -dicen nuestros amigos de la Palma sacudidos por la terrible experiencia en la que les ha sumido el volcán de Cumbre Vieja. Conectemos con nuestro corazón para interpretar la realidad de otra forma diferente.
Y si nos resulta difícil en algunas circunstancias, recordemos que no estamos solos, que hay miles de seres en este planeta que participan de los mismos anhelos y que hay dimensiones energéticas, como “El Campo” del que nos habla la física cuántica sosteniendo nuestros procesos de despertar de conciencia. También con la posibilidad de conectar con la energía de seres de mayor evolución implicados directamente con nuestra evolución, que están ahí para ayudarnos a recordar quienes realmente somos y a quitarnos el velo de las creencias de quienes no somos. Sólo necesitamos mantener la mente y corazón abiertos para que todo lo que hagamos sirva para nuestra evolución personal y podamos ponerlo al servicio de los demás.
No importa las experiencias que tengamos que vivir todavía, no importa los aprendizajes que aún estén por llegar, no importa cuán lejos parezca estar la salida del largo túnel que atravesamos… sabemos que al final saldremos nuevamente a la luz. Somos inmortales, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.
Centrémonos en lo realmente importante: no perder en este momento la oportunidad que llevamos esperando desde hace eones, la oportunidad de pasar al nivel siguiente de nuestra evolución. No nos dejemos contagiar por los miedos de los otros, por su pesimismo, por sus dudas, por todo lo que nos ofrecen a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
Mantengámonos firmemente centrados en nuestro corazón, en una vibración de serenidad, de confianza en el correcto proceso de la vida… “Lo que sucede conviene” -dicen nuestros amigos de la Palma sacudidos por la terrible experiencia en la que les ha sumido el volcán de Cumbre Vieja. Conectemos con nuestro corazón para interpretar la realidad de otra forma diferente.
Y si nos resulta difícil en algunas circunstancias, recordemos que no estamos solos, que hay miles de seres en este planeta que participan de los mismos anhelos y que hay dimensiones energéticas, como “El Campo” del que nos habla la física cuántica sosteniendo nuestros procesos de despertar de conciencia. También con la posibilidad de conectar con la energía de seres de mayor evolución implicados directamente con nuestra evolución, que están ahí para ayudarnos a recordar quienes realmente somos y a quitarnos el velo de las creencias de quienes no somos. Sólo necesitamos mantener la mente y corazón abiertos para que todo lo que hagamos sirva para nuestra evolución personal y podamos ponerlo al servicio de los demás.
Con mucho Amor
Redacción de Conciencia Global
(sobre unas notas recogidas de Violeta Isasi)