¿Te late el corazón? Entonces es que estás vivo/a y, si lo estás, es generalmente por obra y gracia del amor de unos padres, y es el amor el que te hará avanzar en tu camino hacia el encuentro con tu Ser Esencial, algo tan sutil e inaprensible que parece que no existe cuando, en realidad, es la única razón por la que existe la Vida.  

Me encanta la música, sobre todo la clásica y también la de The Beatles, bueno, en realidad, me gusta casi toda la música y me hubiera gustado aprender a tocar un instrumento, pero no es algo que haya sido posible hasta ahora, me refiero a instrumentos como el piano, el violín o la flauta, por poner unos ejemplos.  

Igual eres consciente de ello, igual no, pero una de las misiones de tu vida tiene mucho que ver con la sociedad y el planeta en el que estás. Todos ansiamos no sólo vivir sino participar activamente en la transformación hacia ese mundo mejor, pero puede que nos frene el sentirnos demasiado pequeños frente a ese reto. Sí, pero, ¿y si cada uno hacemos nuestra parte, nuestra pequeña tarea? ¿Qué pasará?  

Hoy en día es muy fácil dispersarnos y desconectarnos de lo que realmente importa. Las redes sociales, la televisión y otros entretenimientos nos alejan de nuestra propia existencia y nos mantienen distraídos.  

Recojo aquí las reflexiones de Pierre Pradervand es sociólogo, escritor, consultor internacional y formador de adultos. Fundador de los talleres “Vivre Autrement” y comprometido desde hace más de 40 años en la creación de un mundo más justo, solidario y de una convivencia pacífica. Propugna una búsqueda espiritual personal que tienda a superar la dicotomía entre vida espiritual y vida activa. Entre sus libros se destaca El arte de bendecir.  

A veces se dan las circunstancias en las que la vida nos anima a dar ese salto que nos aleja de nuestra zona de confort, nos anima a ser valientes para descubrir una nueva versión de nosotros mismos, creciendo en el proceso.  

Me ha llevado toda la vida comprender que todo lo que nos pasa tiene que ver con nuestra mente, y que nuestra mente no busca nuestra felicidad, sino solo nuestra supervivencia, porque es una herramienta, no es un maestro.

Estamos acostumbrados a pensar que nuestros pensamientos y emociones son fieles guías de lo que es mejor para nosotros. Sin embargo, para nuestra mente, la prioridad número uno no es nuestro bienestar o nuestra felicidad, sino nuestra supervivencia.  

A veces, la vida te trae la oportunidad de solucionar cosas que se quedaron pendientes en el pasado; cosas que no se cerraron bien y que quizás causaron dolor en su momento.  

Los seres humanos tenemos la capacidad de recuperar, gracias a nuestra memoria, los acontecimientos más significativos que hayan ocurrido a lo largo de nuestra vida con objeto de comprobar si los mismos siguen siendo tan ciertos como los teníamos asumidos