“La naturaleza da al ser humano contestación oportuna a cada una de sus interrogantes. Formamos parte inseparable del planeta en el que hemos nacido y él nos proporciona constantes referencias para nuestra evolución. La Tierra, el agua, el aire y el fuego son elementos indispensables para la vida y forman parte de nuestra esencia más profunda”.  

En este viaje trabajaremos como punto focal con los cuatro elementos de la naturaleza: agua, aire, tierra y fuego. Las sesiones prácticas se desarrollarán en lugares concretos de la isla de La Palma en los que esos elementos adquieren una fuerza increíble: playas, bosques, cuevas y volcanes alejados de las rutas turísticas serán los escenarios donde nos moveremos.  

Japón, el país del Sol Naciente, ejerce una poderosa atracción a los espíritus más curiosos y aventureros. Templos y santuarios sintoístas y budistas, cultura, arte, belleza, naturaleza, tradición y modernidad van de la mano en un destino que no deja a nadie indiferente.  

Del 10 al 15 de Julio 2019. Extensión opcional a Edimburgo 15 al 18 de Julio 2019. Facilitadora: María del Pinar Merino  

Organizado por María Pinar Merino y Luis Arribas En este curso/taller trabajaremos como punto focal con los cuatro elementos de la naturaleza: agua, aire, tierra y fuego. Las sesiones prácticas se desarrollarán en lugares concretos de la isla de La Palma en los que esos elementos adquieren una...  

Todo viaje es una oportunidad de cambio. Recorrer nuevos paisajes y territorios hace que nuestra mente se abra a nuevas experiencias y se ponga en disposición de afrontar desafíos. Un viaje en grupo, con objetivos y consciente marca un antes y un después en la vida del viajero. Viajar, visitar...  

La mañana se alza entre neblinas en el valle de Gangtey, de origen glacial, una extensa llanura surcada por un río que, escaso de agua, juega a retorcerse en su camino.  

Viajar siempre es importante e interesante porque facilita procesos de transformación en los viajeros que se ven impulsados por una ilusión, un sueño largamente acariciado o, simplemente, por el deseo de descubrir un lugar desconocido que abra nuestras mentes y nuestros corazones a las nuevas...  

Nunca se olvida lo que hemos vivido, se queda ahí dentro como una experiencia insólita que nos conecta con resonancias dormidas que despiertan lo esencial del Ser, lo que hay de común en todos los seres humanos: la búsqueda de su regreso a casa a través de la expresión de su espiritualidad. Cada viaje es una oportunidad de ampliar la consciencia, de descubrir nuevos horizontes siempre más amplios que el anterior, es una ocasión para abrir la mente y el corazón y volver más ricos a nuestra vida cotidiana.