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Los infiltrados de la Madre Tierra



Gloria Lanzo Cobos

07/03/2022

Según los pueblos indígenas todos somos hijos de la Madre Tierra. Ellos conciben a la Tierra como una madre porque nos da alimento y procura nuestra supervivencia como especie.



Photo by David Marcu on Unsplash
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La procedencia de la Tierra es algo en lo que coinciden todos los pueblos indígenas, por eso, cuando la Madre Tierra sufre, los seres humanos también.  Piensan que, si nosotros la maltratamos, la madre llora, se cansa, espiritualmente se siente maltratada y abandonada, lo que lleva a que se produzcan enfermedades en las comunidades y el desequilibrio en todos sus ecosistemas.
 
Pero una parte de la humanidad está trabajando desde dentro para lograr la transformación de la sociedad de este planeta. La manera en cómo se están encaminando los pasos de este grupo cada vez más mayoritario que generación tras generación va transmitiendo los valores de cómo vivir en una sociedad sostenible y pacífica, es desde el interior del ser humano formando una red planetaria de individuos con una ética y unos valores acordes con el cuidado del planeta y a favor del bien común.
 
Así de este modo, cual “Caballo de Troya”, a través de la transformación personal de los individuos, de una vida coherente con los valores de sostenibilidad, respeto, solidaridad y vida armónica, se están creando las bases que harán resquebrajar los pilares de los viejos paradigmas en los que aún se sostiene nuestra sociedad. De manera que, desde dentro, como infiltrados silenciosos trabajadores del bien común, es como de manera paulatina se irán sustituyendo los antiguos patrones de comportamiento social basados en: la insolidaridad, el egoísmo, la violencia, la competitividad, etc, por los nuevos como: la generosidad, la paz, la solidaridad, la igualdad, etc.

Photo by Helena Lopes on Unsplash
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LA LEYENDA

La ciudad de Troya era una gran ciudad y amurallada. En ella reinaba el rey Príamo, que tenía dos hijos, Paris y Héctor. Paris era un joven conocido por su belleza y Héctor por su valor. Paris, viajó a la ciudad de Esparta y allí conoció a Helena, la mujer más bella de toda Grecia. La bella Helena estaba casada con el rey Menelao, pero aún así Paris, que había quedado prendido con la belleza de la joven, decidió llevársela con él a Troya.
 
El rey Menelao se puso muy furioso al descubrir el rapto de su esposa, reunió a todos los reyes de Grecia y declararon la guerra a Troya. Con una inmensa tropa rodearon las murallas de la ciudad de Troya. La guerra se prolongó durante diez largos años. Entonces uno de los reyes griegos, Ulises, tuvo una gran idea. Los griegos atendiendo a la idea de Ulises, construyeron un enorme caballo de madera en el cual grabaron la frase: “Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea”. Dentro del gigantesco caballo de madera, se escondieron muchos soldados griegos.

Los troyanos no sospecharon nada y aceptaron el caballo como una ofrenda para los dioses, creyendo que el caballo era la señal de la rendición de los griegos y una ofrenda para la diosa Atenea, así que decidieron introducirlo en la ciudad y traspasar con él las murallas de la misma. Festejaron con una gran fiesta su victoria sobre los griegos. Los griegos que habían conseguido entrar en la ciudad amurallada, esperaron dentro del caballo hasta el final de fiesta, salieron armados del interior del caballo y abrieron las puertas de la ciudad para que pudieran pasar los demás soldados griegos.

LA ENSEÑANZA TRAS EL MITO

La lectura de este mito, nos puede ayudar a comprender que es importante utilizar la creatividad para enfrentarse a los grandes retos de la actual humanidad por muy complicados que éstos parezcan, incluso aunque los veamos cómo algo imposible. Pudiendo comprobar que el esfuerzo y la perseverancia al final son recompensados, y aprendiendo a no fijarnos en lo aparente como hicieron los troyanos. Confiando en nuestra fuerza interior, y en nuestra intuición, la inteligencia global de nuestro corazón.
 
Seamos los hacedores silenciosos que, dentro de un núcleo común, con los mismos objetivos, logran aunar la voluntad de innumerables personas en todo el mundo llevando a cabo acciones en beneficio del planeta y de todos los seres vivos que lo pueblan.




              



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