Tendemos a considerar el tiempo una secuencia lineal de acontecimientos que van del pasado al futuro, pasando por alto que únicamente podemos vivir el presente, sea lo que sea lo que busquemos. Paz, felicidad o iluminación, únicamente podremos hallarlas en cada uno de los momentos que conforman nuestra vida. De esta manera, “el arte de vivir” es pues la capacidad de encontrar alegría y sentido en cada instante.
La práctica de la meditación nos ayudará a conectar con nuestra auténtica naturaleza, la de un ser cósmico, eterno e interconectado con el resto del universo, que se encuentra en posesión aquí y ahora de todo aquello que siempre buscó.
La práctica de la meditación nos ayudará a conectar con nuestra auténtica naturaleza, la de un ser cósmico, eterno e interconectado con el resto del universo, que se encuentra en posesión aquí y ahora de todo aquello que siempre buscó.
Los 14 principios de Thich Nhat Hanh
- No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso las budistas. Todos los sistemas de pensamiento son guías, no son la verdad absoluta.
- No creas que el conocimiento que tienes ahora es absoluto, inmutable. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de tus puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en tu interior y no en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de todo, a observar en ti mismo y en el mundo en todo momento.
- No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y a la estrechez.
- No evites el contacto ni cierres tus ojos al sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida y del mundo. Encuentra maneras de estar, por todos los medios, con aquellos que sufren. Incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes y sonido. Por tales medios despierta en ti mismo y en los demás la realidad del sufrimiento en el mundo.
- No acumules riquezas mientras millones están hambrientos. No tomes como objetivo de tu vida la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con los que estén en necesidad.
- No mantengas ira u odio. Tan pronto como surjan la ira o el odio practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira u odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.
- No te pierdas en la dispersión ni en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y de la mente, para practicar la atención y para desarrollar la concentración y la comprensión.
- No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.
- No digas cosas falsas por interés personal o para impresionar a los demás. No pronuncies palabras que causen desviación u odio. No difundas noticias que no sabes que no son ciertas. No critiques ni condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.
- No uses a la comunidad budista para ganancia o provecho personal, no transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y la injusticia y debe esforzarse por cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.
- No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás su oportunidad de vivir. Elige una vocación que te ayude a realizar tu ideal de compasión.
- No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
- No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás, pero evita que los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
- No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo simplemente como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritual) para la realización del camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé consciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente consciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al que estás trayendo nuevos seres.
No creas que yo siento o que sigo todos y cada uno de estos preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin embargo, debo trabajar hacia esa meta. Esa es mi meta. Ninguna palabra puede reemplazar a la práctica sólo la práctica puede hacer a las palabras.
Thich Nhat Hanh
Nació en Vietnam en 1926, Es maestro zen, poeta y activista por la paz. Autor de más de cien libros en inglés, francés y vietnamita. Venerado en Oriente y Occidente por igual. Ha sido profesor en la Universidad de Columbia y en la Sorbona y ha trabajado incansablemente por la reconciliación de los países. Considerado uno de los principales impulsores del budismo zen en occidente y nominado al Premio Nobel de la Paz, es el autor del concepto “budismo comprometido”. Actualmente vive en Francia, en la comunidad budista de Plum Village, pero ha viajado por todo el mundo enseñando la práctica de la atención consciente y promoviendo soluciones no violentas a los conflictos.