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Puede que sea un romántico,
pero me gusta imaginar un mundo mejor,
y pasear cogido de tu mano,
y aunque ya no sea tan joven, cogerte de la cintura,
llamarte con prisa y corriendo, hacerte venir
para simplemente darte un beso y un abrazo.
También hoy les confieso,
que me gusta sentarme y meditar,
bajo la sombra del gran árbol sabio,
oír el susurro de sus hojas y escuchar con los ojos cerrados sus vivencias de años y años,
mecerme con él en el viento
y abrazarlo.
Después volar junto al cóndor,
planear por la gran montaña, y cuando él sigue su rumbo,
bajar sin miedo a la profundidad del océano.
Me gusta la lluvia sin furia,
agradecer al viento su trabajo,
transportando semillas, sembrando la vida
aquí y allá,
dejándolas caer de su regazo.
También de vez en cuando,
quizás no todo lo que debiera, me atrevo a pedirte perdón Madre Tierra,
solo de vez en cuando.
Hoy madre quiero que sepas,
que, aunque tenga 15, 20, o quizás 40 años,
sigo queriendo tus besos, te sigo necesitando,
necesito de tu amor,
para seguir caminando,
porque me sigue dando miedo la vida,
por eso padre dame también tu mano.
Me gusta imaginar que, si muero,
sepas que no me he ido,
que sigo estando contigo y que te quiero mi amor tanto tanto....
Puede que sea mucho pedir, pero...
me gusta la tierra sin fronteras,
bailar todas las músicas,
oler todos los olores,
tocar todas las manos,
sentarme contigo en tu puerta,
en tu jaima, en tu choza,
en tu hogar, en tu campo,
en el país de las lluvias,
en el de las nieves perpetuas,
en el bosque, en el desierto que se yo...
ni hombres ni mujeres,
ni hombres ni mujeres,
solo seres humanos, porque
me gusta usted, me gustas tú y tú y aquel
me gusta... quizás sea un poco romántico,
imaginar un mundo mejor, y
pasear cogido de tu mano...
CARMELA PÉREZ GOMEZ
http://www.laderrubia.com/
pero me gusta imaginar un mundo mejor,
y pasear cogido de tu mano,
y aunque ya no sea tan joven, cogerte de la cintura,
llamarte con prisa y corriendo, hacerte venir
para simplemente darte un beso y un abrazo.
También hoy les confieso,
que me gusta sentarme y meditar,
bajo la sombra del gran árbol sabio,
oír el susurro de sus hojas y escuchar con los ojos cerrados sus vivencias de años y años,
mecerme con él en el viento
y abrazarlo.
Después volar junto al cóndor,
planear por la gran montaña, y cuando él sigue su rumbo,
bajar sin miedo a la profundidad del océano.
Me gusta la lluvia sin furia,
agradecer al viento su trabajo,
transportando semillas, sembrando la vida
aquí y allá,
dejándolas caer de su regazo.
También de vez en cuando,
quizás no todo lo que debiera, me atrevo a pedirte perdón Madre Tierra,
solo de vez en cuando.
Hoy madre quiero que sepas,
que, aunque tenga 15, 20, o quizás 40 años,
sigo queriendo tus besos, te sigo necesitando,
necesito de tu amor,
para seguir caminando,
porque me sigue dando miedo la vida,
por eso padre dame también tu mano.
Me gusta imaginar que, si muero,
sepas que no me he ido,
que sigo estando contigo y que te quiero mi amor tanto tanto....
Puede que sea mucho pedir, pero...
me gusta la tierra sin fronteras,
bailar todas las músicas,
oler todos los olores,
tocar todas las manos,
sentarme contigo en tu puerta,
en tu jaima, en tu choza,
en tu hogar, en tu campo,
en el país de las lluvias,
en el de las nieves perpetuas,
en el bosque, en el desierto que se yo...
ni hombres ni mujeres,
ni hombres ni mujeres,
solo seres humanos, porque
me gusta usted, me gustas tú y tú y aquel
me gusta... quizás sea un poco romántico,
imaginar un mundo mejor, y
pasear cogido de tu mano...
CARMELA PÉREZ GOMEZ
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