El ser humano tiene en su interior la brújula que ha de orientarle en los momentos de toma de decisiones, pero para que éste tenga acceso a la información tiene que cultivar antes una buena conexión con su Ser Interior. Ese es el secreto y no otro.
A menudo las personas tendemos a buscar en el exterior quien nos diga hacia donde tenemos que dirigir nuestra vida, cual es la decisión mejor que podemos tomar para tal o cual cosa…pero, en realidad, todas las respuestas se hallan en el interior de nuestro corazón, en la conexión con nuestro verdadero SER.
Partiendo de esta nueva conciencia es como el ser humano aprende a interactuar con su entorno de una manera más armónica y a establecer una mejor relación consigo mismo y con los demás, alcanzando así un mayor grado de comprensión de sí mismo y del universo que habita.
Esa es la luz que orienta nuestro navío; nuestra brújula interior, la conexión con nuestra verdadera esencia, que hay que hacerla visible llevándola a nuestro día a día mediante nuestras acciones, pensamientos y sentimientos. Haciendo real esa nueva vibración en nuestra vida, aportando nuestra luz a todo aquello que hagamos y a cuanto nos rodea.
A menudo las personas tendemos a buscar en el exterior quien nos diga hacia donde tenemos que dirigir nuestra vida, cual es la decisión mejor que podemos tomar para tal o cual cosa…pero, en realidad, todas las respuestas se hallan en el interior de nuestro corazón, en la conexión con nuestro verdadero SER.
Partiendo de esta nueva conciencia es como el ser humano aprende a interactuar con su entorno de una manera más armónica y a establecer una mejor relación consigo mismo y con los demás, alcanzando así un mayor grado de comprensión de sí mismo y del universo que habita.
Esa es la luz que orienta nuestro navío; nuestra brújula interior, la conexión con nuestra verdadera esencia, que hay que hacerla visible llevándola a nuestro día a día mediante nuestras acciones, pensamientos y sentimientos. Haciendo real esa nueva vibración en nuestra vida, aportando nuestra luz a todo aquello que hagamos y a cuanto nos rodea.
Un nuevo modelo social
El emerger de una nueva sociedad que funcione con los valores integrados en el ser interior se está gestando desde hace tiempo, cada paso individual es el que cuenta, cada pequeño cambio, en cuanto a la convivencia en pequeño, en la relación con uno mismo, la familia, los amigos, el equipo de trabajo, la comunidad en donde vivimos… porque son los que se suman al resto creando una nueva visión del funcionamiento social, un nuevo paradigma que nos ayudará tarde o temprano a dar un salto de ampliación de la conciencia cualitativo y cuantitativo, ese es el primer paso que tenemos que conseguir para poder dar más adelante el gran salto a lo macro, a la comunidad global de vida de todo el planeta.
Responsabilicémonos de nuestra vida, reconozcamos que puntos podemos mejorar para conseguir ese objetivo común tan ansiado como es la convivencia pacífica entre todos los pueblos del planeta. Seamos nuestro mejor ejemplo de los valores de nuestro ser interior para servir de referencia a nuestros descendientes y poder crear una cadena de transformación social.
Prioricemos en nuestra vida y en la interrelación personal los valores del amor incondicional: servir, ser útil, transmitir amor, tolerar, respetar, escuchar, perdonar…
Responsabilicémonos de nuestra vida, reconozcamos que puntos podemos mejorar para conseguir ese objetivo común tan ansiado como es la convivencia pacífica entre todos los pueblos del planeta. Seamos nuestro mejor ejemplo de los valores de nuestro ser interior para servir de referencia a nuestros descendientes y poder crear una cadena de transformación social.
Prioricemos en nuestra vida y en la interrelación personal los valores del amor incondicional: servir, ser útil, transmitir amor, tolerar, respetar, escuchar, perdonar…
Un nuevo ser humano está formándose en nuestro interior, éste necesita que estemos conectados con la sabiduría de nuestro corazón, necesita que sigamos a nuestra “brújula interna”, nuestra intuición, el impulso de nuestro ser.
Poco a poco, va construyéndose una nueva sociedad, no nos desalentemos porque no veamos resultados evidentes y rápidos, la evolución del ser humano siempre es lenta y gradual, así es como debe ser, porque como especie necesitamos tiempo para que se vayan incorporando todos los cambios necesarios en nuestra mente, en nuestro ADN, en definitiva, en nuestro ser integral.
Sigamos nuestra luz para que otros navíos puedan hacer lo mismo, prioricemos el trabajo personal para ser mejores personas y así conseguir un grado óptimo en nuestras relaciones personales y en la relación con nuestro entorno. Aprendamos a convivir en paz, eduquemos para convivir en paz, esa es la manera más certera de llegar a buen puerto.
Poco a poco, va construyéndose una nueva sociedad, no nos desalentemos porque no veamos resultados evidentes y rápidos, la evolución del ser humano siempre es lenta y gradual, así es como debe ser, porque como especie necesitamos tiempo para que se vayan incorporando todos los cambios necesarios en nuestra mente, en nuestro ADN, en definitiva, en nuestro ser integral.
Sigamos nuestra luz para que otros navíos puedan hacer lo mismo, prioricemos el trabajo personal para ser mejores personas y así conseguir un grado óptimo en nuestras relaciones personales y en la relación con nuestro entorno. Aprendamos a convivir en paz, eduquemos para convivir en paz, esa es la manera más certera de llegar a buen puerto.