Photo by José Ignacio Pompé on Unsplash
-Buenas noches, Esfinge.
-Buenas noches, Caminante ¿Qué te trae de nuevo por estas latitudes?
-Ya sabes que soy un inquieto buscador y que en ti he encontrado a alguien con quien compartir mis inquietudes...
-¿Y cuáles son hoy esas inquietudes?
-Vengo pensando últimamente que cuando surgen dificultades para la supervivencia, los seres humanos tardan mucho en ponerse de acuerdo para actuar, como si dejaran todo en manos de los poderosos, sin tener en cuenta que ellos en principio sólo van a mirar por sus intereses...
-La vida nos enseña que a la hora de enfrentarse a las grandes catástrofes naturales, a las guerras o a las crisis económicas, el ser humano se encuentra atemorizado y sin respuesta, pero más tarde, cuando se encuentra en peligro de muerte, él mismo o su familia, sufre una transformación muy fuerte y entran en juego los instintos, sobre todo el de supervivencia, pasando a convertirse en un ser combativo y, en cierto modo, peligroso para sus congéneres.
-Pero eso ocurriría en sociedades primitivas, no en la época actual donde existen mecanismos para solucionar los problemas de supervivencia...
-¿Acaso no has visto lo que ha ocurrido en aquellos lugares donde ha faltado la comida o el agua?, ¿no viste las luchas entre la gente por conseguir un plato de arroz o un bidón de agua? Te aseguro que desde que el ser humano pisó este planeta la armonía ha primado cuando había abundancia, cuando no faltaba la paz, la comida o la salud, pero en cuanto se deshacía este equilibrio volvían a surgir las guerras, las epidemias y la muerte.
-¿Y siempre va a ser así?, ¿no abandonaremos nunca este sino?
-Afortunadamente, el futuro parece que viene acompañado de luz y armonía que barrerán toda la basura generada por los ambiciosos de dinero y de poder y por la locura desatada por los fanáticos religiosos. A su vez veréis el crecimiento de los movimientos humanos de apoyo al planeta y a la cultura de paz. Un futuro ilusionante ¿no?
-Esperemos que sea así, no quisiera morirme sin ver ese cambio tan importante en nuestra sociedad...
-No tardará mucho en producirse, ya ha ocurrido en épocas anteriores muy lejanas, aunque entonces se necesitó una «ayuda exterior» muy potente y puede que ahora suceda lo mismo.
-Ojalá esa ayuda sea desinteresada...
-Siempre lo ha sido. Buenas noches, Caminante.
-Buenas noches, Esfinge y muchas gracias.
-Buenas noches, Caminante ¿Qué te trae de nuevo por estas latitudes?
-Ya sabes que soy un inquieto buscador y que en ti he encontrado a alguien con quien compartir mis inquietudes...
-¿Y cuáles son hoy esas inquietudes?
-Vengo pensando últimamente que cuando surgen dificultades para la supervivencia, los seres humanos tardan mucho en ponerse de acuerdo para actuar, como si dejaran todo en manos de los poderosos, sin tener en cuenta que ellos en principio sólo van a mirar por sus intereses...
-La vida nos enseña que a la hora de enfrentarse a las grandes catástrofes naturales, a las guerras o a las crisis económicas, el ser humano se encuentra atemorizado y sin respuesta, pero más tarde, cuando se encuentra en peligro de muerte, él mismo o su familia, sufre una transformación muy fuerte y entran en juego los instintos, sobre todo el de supervivencia, pasando a convertirse en un ser combativo y, en cierto modo, peligroso para sus congéneres.
-Pero eso ocurriría en sociedades primitivas, no en la época actual donde existen mecanismos para solucionar los problemas de supervivencia...
-¿Acaso no has visto lo que ha ocurrido en aquellos lugares donde ha faltado la comida o el agua?, ¿no viste las luchas entre la gente por conseguir un plato de arroz o un bidón de agua? Te aseguro que desde que el ser humano pisó este planeta la armonía ha primado cuando había abundancia, cuando no faltaba la paz, la comida o la salud, pero en cuanto se deshacía este equilibrio volvían a surgir las guerras, las epidemias y la muerte.
-¿Y siempre va a ser así?, ¿no abandonaremos nunca este sino?
-Afortunadamente, el futuro parece que viene acompañado de luz y armonía que barrerán toda la basura generada por los ambiciosos de dinero y de poder y por la locura desatada por los fanáticos religiosos. A su vez veréis el crecimiento de los movimientos humanos de apoyo al planeta y a la cultura de paz. Un futuro ilusionante ¿no?
-Esperemos que sea así, no quisiera morirme sin ver ese cambio tan importante en nuestra sociedad...
-No tardará mucho en producirse, ya ha ocurrido en épocas anteriores muy lejanas, aunque entonces se necesitó una «ayuda exterior» muy potente y puede que ahora suceda lo mismo.
-Ojalá esa ayuda sea desinteresada...
-Siempre lo ha sido. Buenas noches, Caminante.
-Buenas noches, Esfinge y muchas gracias.
