La Sexta
Fue Director General de la UNESCO (1987 a 1999), exministro de Educación con el gobierno de Calvo Sotelo (1981 y 1982) y rector de la Universidad de Granada. Dos veces nominado al Premio Nobel de la Paz y miembro de la Comisión que dio lugar a la Carta de la Tierra -Earth Charter International - Carta de la Tierra. Presidente de la Fundación Cultura de Paz desde el año 2000.
Se va un hombre valiente e inteligente, que consagró su vida a intentar dejar un mundo mejor, un ejemplo para todos quienes estamos en esa misma lucha.
Siempre estuvo por los más vulnerables y frente al capitalismo salvaje neoliberal. Ocupó diversos cargos en organizaciones educativas y científicas de todo el mundo. Fue un hombre coherente con sus principios, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con la Carta de la Tierra, en la cual dejó su impronta.
Me honra haber trabajado con él durante casi dos décadas llevando la Carta de la Tierra a los ámbitos educativo, sanitario, empresarial y a todos los lugares donde nos abrieron sus puertas. Participamos en varios congresos de Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor y en eventos internacionales organizados por la Unesco y la Universidad de la Paz en Costa Rica.
En esta revista hemos publicado a lo largo del tiempo, algunos de sus artículos e intervenciones públicas en congresos y seminarios. Desde aquí solo podemos darle las gracias por inspirar y apoyar tantos movimientos ciudadanos dirigidos al bien común.
Hace unos años dejó escrito en uno de sus poemas como quería que fuese su último adiós:
“Cuando mi voz se apague, alzad la vuestra. Si me queréis, no desfallezcáis ni un solo instante. No perdáis el tiempo en homenajes. Defended las causas que han dado vida a mi existencia. Que vuestro grito se una a un gran clamor popular, en favor de todos los moradores de la Tierra. Mi legado es la palabra. Es lo único que os doy. Es lo único que os pido”.
Descanse en paz profesor Mayor Zaragoza.
Se va un hombre valiente e inteligente, que consagró su vida a intentar dejar un mundo mejor, un ejemplo para todos quienes estamos en esa misma lucha.
Siempre estuvo por los más vulnerables y frente al capitalismo salvaje neoliberal. Ocupó diversos cargos en organizaciones educativas y científicas de todo el mundo. Fue un hombre coherente con sus principios, con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con la Carta de la Tierra, en la cual dejó su impronta.
Me honra haber trabajado con él durante casi dos décadas llevando la Carta de la Tierra a los ámbitos educativo, sanitario, empresarial y a todos los lugares donde nos abrieron sus puertas. Participamos en varios congresos de Proyectos y Utopías para un Mundo Mejor y en eventos internacionales organizados por la Unesco y la Universidad de la Paz en Costa Rica.
En esta revista hemos publicado a lo largo del tiempo, algunos de sus artículos e intervenciones públicas en congresos y seminarios. Desde aquí solo podemos darle las gracias por inspirar y apoyar tantos movimientos ciudadanos dirigidos al bien común.
Hace unos años dejó escrito en uno de sus poemas como quería que fuese su último adiós:
“Cuando mi voz se apague, alzad la vuestra. Si me queréis, no desfallezcáis ni un solo instante. No perdáis el tiempo en homenajes. Defended las causas que han dado vida a mi existencia. Que vuestro grito se una a un gran clamor popular, en favor de todos los moradores de la Tierra. Mi legado es la palabra. Es lo único que os doy. Es lo único que os pido”.
Descanse en paz profesor Mayor Zaragoza.