A mí me gusta jugar al Continental o al Mus con los amigos o la familia, donde si pierdes es sólo un par de euritos o poco más pero donde se pone a prueba tu inteligencia, tu estrategia, tu suerte... pero no tu cuenta bancaria.
Recuerdo haber visto a un señor en el Casino de Madrid jugando al Bacarrá y perder varios millones de las antiguas pesetas en menos de un minuto en varias partidas y quedarse tan fresco. Yo fui por curiosidad y no perdí nada porque para algo sirve la intuición en casos de apuro, pero no he vuelto más, con una tengo bastante para comprobar cómo la estupidez humana no tiene límites.
Esto de los juegos de azar tiene su correspondiente analogía en otro tipo de juegos menos perniciosos, como el Ajedrez e incluso el Parchís y la Oca, que son bastante esotéricos, por cierto. Juegos que nos ponen a prueba como personas, donde apostamos la inteligencia, el corazón y las capacidades intuitivas.
Podríamos jugar a ver quién es más hábil para comunicarse sin palabras, tan solo con gestos o miradas; quien tiene más capacidad para transmitir energía sanadora o quien sabe contar mejor los chistes. Lo importante es la relación personal, sin intereses de por medio, tan solo por el placer de estar juntos charlando, viendo una película o un partido de fútbol en la tele o simplemente tomando un café.
Se ha perdido bastante el placer de una buena conversación, de compartir opiniones sin intentar imponer la tuya; una de esas conversaciones inteligentes que te da para pensar cuando se acaban; jugar a tener una conversación amena donde no se hable de política, ni de fútbol, ni de crisis, donde tan solo salga a la luz quienes somos, qué deseamos, qué nos gusta, cuáles son nuestros miedos... y tengamos enfrente a amigos que compartan también sus cuitas.
Yo creo que el juego de la amistad supera a casi todos excepto al del amor, aunque la amistad sea una de las formas de amar. Soy una persona afortunada, lo he dicho en otras ocasiones, porque tengo grandes amigos y grandes amores en mi vida.
Extraído del libro “Entre nosotros…” editado por esta editorial y escrito por Luis Arribas Mercado. Lo puedes obtener en la sección “libros” en esta página web en el siguiente enlace:
Recuerdo haber visto a un señor en el Casino de Madrid jugando al Bacarrá y perder varios millones de las antiguas pesetas en menos de un minuto en varias partidas y quedarse tan fresco. Yo fui por curiosidad y no perdí nada porque para algo sirve la intuición en casos de apuro, pero no he vuelto más, con una tengo bastante para comprobar cómo la estupidez humana no tiene límites.
Esto de los juegos de azar tiene su correspondiente analogía en otro tipo de juegos menos perniciosos, como el Ajedrez e incluso el Parchís y la Oca, que son bastante esotéricos, por cierto. Juegos que nos ponen a prueba como personas, donde apostamos la inteligencia, el corazón y las capacidades intuitivas.
Podríamos jugar a ver quién es más hábil para comunicarse sin palabras, tan solo con gestos o miradas; quien tiene más capacidad para transmitir energía sanadora o quien sabe contar mejor los chistes. Lo importante es la relación personal, sin intereses de por medio, tan solo por el placer de estar juntos charlando, viendo una película o un partido de fútbol en la tele o simplemente tomando un café.
Se ha perdido bastante el placer de una buena conversación, de compartir opiniones sin intentar imponer la tuya; una de esas conversaciones inteligentes que te da para pensar cuando se acaban; jugar a tener una conversación amena donde no se hable de política, ni de fútbol, ni de crisis, donde tan solo salga a la luz quienes somos, qué deseamos, qué nos gusta, cuáles son nuestros miedos... y tengamos enfrente a amigos que compartan también sus cuitas.
Yo creo que el juego de la amistad supera a casi todos excepto al del amor, aunque la amistad sea una de las formas de amar. Soy una persona afortunada, lo he dicho en otras ocasiones, porque tengo grandes amigos y grandes amores en mi vida.
Extraído del libro “Entre nosotros…” editado por esta editorial y escrito por Luis Arribas Mercado. Lo puedes obtener en la sección “libros” en esta página web en el siguiente enlace:
https://www.revistaconcienciaglobal.com/shop/Entre-nosotros-Reflexiones-de-Filosofia-cotidiana_p15.html