Haciendo un poco de historia…
El concepto de Psicogenealogía fue creado por Anne Schutzenberger, psicoanalista, psicodramatista y pionera en Francia de este enfoque. Hacia los años 80, ella comenzó a utilizar el concepto entre sus alumnos en la Universidad de Niza para hacer referencia a los lazos familiares, la transmisión y lo transgeneracional. Schutzenberger utiliza con sus pacientes como método terapéutico el genosociograma (árbol genealógico que construyen en sesión paciente y terapeuta y donde se inscriben los datos e información de la familia).
Podemos decir que quien inaugura el enfoque transgeneracional es Sigmund Freud, en “Tótem y tabú” cuando se refiere a la transmisión de generación en generación a través del inconsciente.
Pero a Ivan Bozsormeyi Nagy es a quien le debemos un concepto central que permite entender la transmisión en Psicogenealogía. Lo que nos vincula a cada uno con los miembros de la familia, con las personas más cercanas y con el contexto social.
Podemos decir que quien inaugura el enfoque transgeneracional es Sigmund Freud, en “Tótem y tabú” cuando se refiere a la transmisión de generación en generación a través del inconsciente.
Pero a Ivan Bozsormeyi Nagy es a quien le debemos un concepto central que permite entender la transmisión en Psicogenealogía. Lo que nos vincula a cada uno con los miembros de la familia, con las personas más cercanas y con el contexto social.
Conceptos clave: el genosociograma; “la cripta y el fantasma”
El genosociograma es una representación del inconsciente familiar. A través de éste, se puede descubrir por ejemplo que todos los hijos mayores fallecen en diferentes generaciones a los veinte años, o que la edad en que le dan el diagnóstico de una enfermedad grave a una persona coincide con la edad en la que un ancestro tuvo un accidente grave. Este trabajo terapéutico permite que emerjan sentimientos durante este proceso. La tarea incluye la descodificación de los lazos que unen a la persona con sus ancestros, para comprender las escenas que se jugaron y los escenarios donde los sucesos tuvieron lugar, con el objetivo de poner luz y encontrar posibles orígenes y explicaciones a sucesos del aquí y ahora de la persona.
Cripta y fantasma describen fenómenos que descubrió Nagy en la práctica clínica, diciendo que algunos pacientes se expresan a veces como ventrílocuos y a veces cargan con síntomas vinculados a un miembro de la familia que no pudo “ser bien enterrado”, quizá porque murió en circunstancias vergonzosas o dramáticas que provocan miedo, y queda atado a la familia en forma de fantasma, encriptado “en el corazón de un descendiente”.
El traumatismo, vinculado a duelos difíciles de ser elaborados, de hechos dolorosos o vergonzantes guardados como secretos, como no-dichos, crea una cripta sobre el psiquismo de un descendiente. El fantasma pasa del inconsciente de un padre al de un hijo. Son lealtades invisibles entre los miembros de un sistema que hace que, solidariamente, un descendiente se haga cargo de cuentas impagadas de otras generaciones. Nagy habla del “Gran Libro de Cómputos de la Familia”, contabilidad inconsciente que cada miembro dentro de un sistema recibe y a la vez transmite.
Cripta y fantasma describen fenómenos que descubrió Nagy en la práctica clínica, diciendo que algunos pacientes se expresan a veces como ventrílocuos y a veces cargan con síntomas vinculados a un miembro de la familia que no pudo “ser bien enterrado”, quizá porque murió en circunstancias vergonzosas o dramáticas que provocan miedo, y queda atado a la familia en forma de fantasma, encriptado “en el corazón de un descendiente”.
El traumatismo, vinculado a duelos difíciles de ser elaborados, de hechos dolorosos o vergonzantes guardados como secretos, como no-dichos, crea una cripta sobre el psiquismo de un descendiente. El fantasma pasa del inconsciente de un padre al de un hijo. Son lealtades invisibles entre los miembros de un sistema que hace que, solidariamente, un descendiente se haga cargo de cuentas impagadas de otras generaciones. Nagy habla del “Gran Libro de Cómputos de la Familia”, contabilidad inconsciente que cada miembro dentro de un sistema recibe y a la vez transmite.
¿Cómo elaboramos nuestro genosociograma?
Se construye a partir de la información, real o relatada de las generaciones que nos precedieron. Principalmente se estudiarán las ramas paterna y materna de la familia, analizando su forma de relacionarse, comportarse, amarse, expresarse, realizarse etc. Así descubrimos y entendemos la “mitología familiar”, la comunicación no verbal, los secretos, las dinámicas ocultas, para podernos liberar de lo que ya no es útil y rescatar lo bueno de todos ellos. También se trabaja sobre el sentido y el simbolismo de los nombres que fueron dados en la familia, los planes y la programación que revelan, como mínimo hasta la tercera generación.
¿Qué información necesitamos para empezar a hacer el árbol?
¿Qué información necesitamos para empezar a hacer el árbol?
- Fechas de nacimiento dd/mm/aa.
- Fechas de defunción.
- Muertes prematuras o abortos provocados o espontáneos.
- Nombres propios.
- Otros datos a los que podamos acceder, como: profesiones, enfermedades, hechos destacables, guerras, ruinas económicas, secretos familiares (dinero, sexo, etc.), temas de herencias, incestos, abusos sexuales, hijos ilegítimos o fuera de matrimonio, violaciones.
El estudio del árbol genealógico es de gran utilidad como terapia individual, de pareja y familiar. Sirve también para reorientar temas de prosperidad, salud, bloqueos en la evolución personal y sobre todo para actualizar creencias y valores y poder actuar libremente en nuestra vida.
En biodescodificación se utiliza para liberar conflictos programantes y emociones terciarias que sucedieron fuera del ámbito de vida del paciente y fueron transmitidos generación tras generación hasta llegar a él.
¿Qué es transgeneracional para nosotros?
En nuestra conciencia, lo que es transgeneracional para nosotros es todo lo que ha pasado antes de nuestra concepción porque, a partir de ésta, empieza nuestra propia historia. Así, será transgeneracional la historia familiar en relación a lo secreto, lo no dicho, los traumas, las enfermedades, las pérdidas de cualquier naturaleza, etc.
El interés de lo transgeneracional en terapia es poder liberar a la persona de un problema transmitido por la familia. El cambio es para uno mismo, pero servirá también a la descendencia e, incluso, a los ascendientes porque se instala una nueva memoria en el sistema. En muchas ocasiones, tenemos en lo transgeneracional la estructura de nuestros conflictos.
En la vejez suelen aparecer más enfermedades porque si nos pasamos la vida sin tratar nuestros conflictos, cuanto más avanzamos en ella más desencadenantes que nos conecten con nuestras herencias inconscientes habrá y, con ello, más aparición de enfermedades como reacción biológica de supervivencia ante aquello que no hemos podido resolver de otra manera.
El interés de lo transgeneracional en terapia es poder liberar a la persona de un problema transmitido por la familia. El cambio es para uno mismo, pero servirá también a la descendencia e, incluso, a los ascendientes porque se instala una nueva memoria en el sistema. En muchas ocasiones, tenemos en lo transgeneracional la estructura de nuestros conflictos.
En la vejez suelen aparecer más enfermedades porque si nos pasamos la vida sin tratar nuestros conflictos, cuanto más avanzamos en ella más desencadenantes que nos conecten con nuestras herencias inconscientes habrá y, con ello, más aparición de enfermedades como reacción biológica de supervivencia ante aquello que no hemos podido resolver de otra manera.
La supervivencia de la especie y lo transgeneracional
El interés de la transmisión transgeneracional es garantizar la supervivencia de la especie cuando se pasa de una generación a otra lo que afectó a un antepasado.
El problema de adaptación se convierte en un conflicto nuestro porque el inconsciente no tiene información de tiempo. Es como si el problema siguiera ahí, eternamente.
Por ejemplo, la información de “esconderse” porque “es vital” para sobrevivir en la guerra y que podemos identificar con algo que habitualmente nos pasa en el ambiente laboral o en otros ámbitos: pasar inadvertido, ser poco vistos por los demás, ponernos nerviosos cuando tenemos que plantear algo o exponernos ante un auditorio, etc. Cuando damos la información actual al inconsciente, liberando esas memorias pasadas, el inconsciente anula el programa.
Cuando se expresa una memoria transgeneracional:
El problema de adaptación se convierte en un conflicto nuestro porque el inconsciente no tiene información de tiempo. Es como si el problema siguiera ahí, eternamente.
Por ejemplo, la información de “esconderse” porque “es vital” para sobrevivir en la guerra y que podemos identificar con algo que habitualmente nos pasa en el ambiente laboral o en otros ámbitos: pasar inadvertido, ser poco vistos por los demás, ponernos nerviosos cuando tenemos que plantear algo o exponernos ante un auditorio, etc. Cuando damos la información actual al inconsciente, liberando esas memorias pasadas, el inconsciente anula el programa.
Cuando se expresa una memoria transgeneracional:
- La reacción de la persona es desproporcionada respecto de la realidad.
- Las situaciones que se viven son “delirantes”.
- Los síntomas se resisten.
- La persona tiene la impresión de que la emoción conflictual o el problema no son suyos, que son un error de guión, que no corresponden al propio guión de vida y que se está andando el camino de otro y no el destino personal.
- Se da una repetición del problema a través de las generaciones.
- El lenguaje, a través de las expresiones, habla de la historia familiar. A veces puede hacer metáforas no coherentes con lo que cuenta. El secreto siempre se expresa de manera indirecta con metáforas, frases hechas, refranes, síntomas, …
Muchas parejas en el momento de casarse manifiestan sus disfunciones porque justamente porque se reactivan todas las memorias de las parejas casadas de sus familias.
Tres datos básicos a tener en cuenta en lo transgeneracional
Existen tres informaciones de base en nuestra historia que facilitan la búsqueda de las transmisiones transgeneracionales en el genograma:
- El número que hacemos en el orden de los hermanos
- El/Los nombre/s propio
- Las fechas de nacimiento/concepción/muerte
Cuando uno o más de estos datos coinciden con los de algún antepasado, se ha observado que pueden producirse repeticiones en los hechos no resueltos o los secretos de la vida de esa persona o síntomas que los reflejan.
También es llamativo el llamado “síndrome de aniversario”, es decir, la reproducción de un determinado hecho o síntoma en la fecha precisa que tuvo lugar un acontecimiento concreto de la vida del antepasado (nacimiento, muerte, desaparición, hecho trágico, etc.).
¿Cómo sanar los impactos transgeneracionales?
Mientras somos inconscientes de la parte de la historia familiar con la que cargamos, honramos la memoria de nuestros antepasados desde el lado del sufrimiento, repitiendo el drama. Sanar es reconocer el sufrimiento que vivieron nuestros antepasados. Al hacerlo podemos honrar su memoria desde el lado de la vida: “Puedo estar vivo, ser feliz y gozar de plena salud, aunque vosotros hayáis estado enfermos o tristes y hayáis muerto de manera injusta. Así no habréis sufrido en vano.
Un pequeño ejercicio para empezar a soltar fidelidades invisibles
Escribe en un papel ese problema que tienes desde siempre y no se acaba de solucionar. Explica cómo te hace sentir y en qué medida limita tu vida. Haz un dibujo que lo simbolice, de esta forma te estarás expresando también desde el inconsciente.
A continuación, imagina detrás de ti a toda tu familia de origen. No importa que no hayas conocido a muchos de ellos, haz simplemente como si estuvieran ahí, aunque no puedas ver sus rostros. Haz una pelotita con el papel y pregúntate: ¿cuál es mi antepasado en el origen de este problema? Después lanza la pelotita hacia atrás, date la vuelta y observa del lado de quién ha caído, tal como imaginabas que estaban situados tus ancestros.
Acércate hasta él y le dices: “Hasta ahora he sido fiel a ti sin saberlo. Eso ha limitado mi vida y no quiero llevar más esta carga conmigo. Siento mucho tu sufrimiento, pero ese era tu destino y lo acepto. Yo tengo mi propia historia y ahora decido seguirla. Agradezco la vida que fluyó desde ti hasta mi y ahora algo bueno con ella para honrarte mejor”.
Después date la vuelta, siente que llevas la vida y el amor de tus antepasados contigo, que te apoyan en tus decisiones. Imagina un nuevo camino que se abre ante ti y pon en el horizonte un símbolo que te represente sin la carga familiar que has soltado. Avanza hacia ese símbolo y siente que lo abrazas y lo incorporas en tu corazón.
A continuación, imagina detrás de ti a toda tu familia de origen. No importa que no hayas conocido a muchos de ellos, haz simplemente como si estuvieran ahí, aunque no puedas ver sus rostros. Haz una pelotita con el papel y pregúntate: ¿cuál es mi antepasado en el origen de este problema? Después lanza la pelotita hacia atrás, date la vuelta y observa del lado de quién ha caído, tal como imaginabas que estaban situados tus ancestros.
Acércate hasta él y le dices: “Hasta ahora he sido fiel a ti sin saberlo. Eso ha limitado mi vida y no quiero llevar más esta carga conmigo. Siento mucho tu sufrimiento, pero ese era tu destino y lo acepto. Yo tengo mi propia historia y ahora decido seguirla. Agradezco la vida que fluyó desde ti hasta mi y ahora algo bueno con ella para honrarte mejor”.
Después date la vuelta, siente que llevas la vida y el amor de tus antepasados contigo, que te apoyan en tus decisiones. Imagina un nuevo camino que se abre ante ti y pon en el horizonte un símbolo que te represente sin la carga familiar que has soltado. Avanza hacia ese símbolo y siente que lo abrazas y lo incorporas en tu corazón.