Hacernos conscientes de este mecanismo nos ayudará a ser más responsables y maduros pues nos servirá para no proyectar nuestra sombra o nuestras creencias inconscientes hacia fuera sino a asumirlas como partes de nosotros mismos que permanecen sumergidas en nuestra biografía oculta.
No podemos hacer una lectura simple, por ejemplo, siempre que feo a alguien como mentiroso es que yo también lo soy… el proceso es mucho más sutil. Tendríamos que observar y analizar todo el proceso y las propias reacciones: Si no soporto a los mentirosos ¿soy yo mentiroso con los demás? ¿me miento a mi mismo?
Esta manera de ver las cosas nos hace ser más responsables y maduros, ya que ya no proyectamos nuestra sombra e inconsciente hacia fuera, sino que asumimos que son partes de nosotros que son inconscientes.
No podemos hacer una lectura simple, por ejemplo, siempre que feo a alguien como mentiroso es que yo también lo soy… el proceso es mucho más sutil. Tendríamos que observar y analizar todo el proceso y las propias reacciones: Si no soporto a los mentirosos ¿soy yo mentiroso con los demás? ¿me miento a mi mismo?
Esta manera de ver las cosas nos hace ser más responsables y maduros, ya que ya no proyectamos nuestra sombra e inconsciente hacia fuera, sino que asumimos que son partes de nosotros que son inconscientes.
¿Cómo distinguir la propia sombra en nuestras proyecciones?
Una forma de verlo es a través de los excesos:
- Sentimientos o emociones exagerados contra los demás
- Acciones impulsivas o mecánicas
- Sentimientos de humillación.
- Enfados desproporcionados
El cuerpo también es una maravillosa herramienta para hacernos de espejo. El inconsciente se refleja en el cuerpo y nuestro cuerpo refleja todas las emociones que se hallan en el inconsciente... Es el momento de parar y preguntarnos: ¿Qué me está pasando a nivel físico?, ¿cómo me siento?, ¿cuáles son mis síntomas? ¿qué ocurrió antes de que aparecieran? ¿qué viene a decirme este síntoma en este momento? ¿qué expresa, qué me impide hacer?
Se trataría de identificar y reconocer esa sombra para poder integrarla. No se trata de luchar contra ella, pues muchas veces al hacerlo la fortalecemos, sino de analizarla y comprenderla para poder ser libres para tomar decisiones sin esos condicionantes.
Se trataría de identificar y reconocer esa sombra para poder integrarla. No se trata de luchar contra ella, pues muchas veces al hacerlo la fortalecemos, sino de analizarla y comprenderla para poder ser libres para tomar decisiones sin esos condicionantes.
El espejo directo y el espejo inverso
Enric Corbera nos habla de varios espejos: El espejo directo es aquel en que vemos reflejadas nuestras creencias en tiempo real, el espejo inverso es lo que nos hacemos a nosotros mismos. EL espejo se activa cuando nos molesta algo en especial y de forma exagerada. Aquello que crees es lo que ves y tienes que preguntarte ¿Qué hay de eso en mí? Debes darte cuenta que si te molesta es porque tú eres así o bien te haces eso a ti mismo. Por ejemplo, el egoísmo: “Si te molesta la gente egoísta, es que tú lo eres (espejo directo) o bien que tú eres egoísta contigo mismo (espejo inverso)”.
Otros espejos que se activan
Otro espejo es el espejo de los juicios, nos molesta todo aquello que juzgamos como "malo". Por ejemplo, si odias la mentira, se te presentarán en tu vida multitud de mentirosos para que veas reflejado esa creencia en ti. Tus juicios son los que atraen las situaciones de ese tipo para que las vivas, es decir, todo aquello que juzgues lo vas a vivir. Si te encuentras con situaciones repetitivas, pregúntate que es lo que tienes que cambiar.
Otro espejo es el espejo de la noche oscura del alma, son situaciones muy dramáticas e inesperadas en las que nuestro mundo se precipita en el caos (por ejemplo, un desahucio, una muerte, una enfermedad grave, un accidente, etc.). Tras superar estas situaciones sientes que te conviertes en otra persona, eres diferente, más fuerte, no tienes miedo. Por ejemplo, cuantas veces hemos oído a alguien expresar que, tras haber pasado una enfermedad importante, o accidente muy grave, cambió profundamente, que esa experiencia le marcó y que gracias a ella hoy es mejor persona.
También existe el espejo del árbol genealógico, a veces vivimos experiencias y relaciones que tienen que ver con nuestros antepasados. Su función es liberar el inconsciente familiar. Tenemos que ver, por ejemplo, en nuestras relaciones adictivas, la manifestación de la sombra y los aspectos ocultos de nuestros ancestros, que se reflejan en nuestras vidas.
El espejo de nuestro mayor bien. Acostumbramos a ser nuestros mayores críticos. Cuando nos hacemos conscientes esas críticas y las cambiamos, empezamos a ser compasivos con nosotros mismos y con los demás. Tenemos que aprender a ser flexibles con nosotros mismos, eso nos permite ser flexibles con los demás. Hemos de entender que las exigencias que tenemos con los demás empiezan con las exigencias que tenemos con nosotros mismos.
La clave de la evolución es siempre la CONSCIENCIA, no hay evolución sin ella, y la naturaleza y la vida nos ofrecen “programas” inteligentes para mostrarnos que algo hemos de cambiar porque no funciona correctamente.
Otro espejo es el espejo de la noche oscura del alma, son situaciones muy dramáticas e inesperadas en las que nuestro mundo se precipita en el caos (por ejemplo, un desahucio, una muerte, una enfermedad grave, un accidente, etc.). Tras superar estas situaciones sientes que te conviertes en otra persona, eres diferente, más fuerte, no tienes miedo. Por ejemplo, cuantas veces hemos oído a alguien expresar que, tras haber pasado una enfermedad importante, o accidente muy grave, cambió profundamente, que esa experiencia le marcó y que gracias a ella hoy es mejor persona.
También existe el espejo del árbol genealógico, a veces vivimos experiencias y relaciones que tienen que ver con nuestros antepasados. Su función es liberar el inconsciente familiar. Tenemos que ver, por ejemplo, en nuestras relaciones adictivas, la manifestación de la sombra y los aspectos ocultos de nuestros ancestros, que se reflejan en nuestras vidas.
El espejo de nuestro mayor bien. Acostumbramos a ser nuestros mayores críticos. Cuando nos hacemos conscientes esas críticas y las cambiamos, empezamos a ser compasivos con nosotros mismos y con los demás. Tenemos que aprender a ser flexibles con nosotros mismos, eso nos permite ser flexibles con los demás. Hemos de entender que las exigencias que tenemos con los demás empiezan con las exigencias que tenemos con nosotros mismos.
La clave de la evolución es siempre la CONSCIENCIA, no hay evolución sin ella, y la naturaleza y la vida nos ofrecen “programas” inteligentes para mostrarnos que algo hemos de cambiar porque no funciona correctamente.