Desde el inicio de 2021, se ha podido apreciar a nivel planetario el radicalismo y el extremismo que está afectando a los EE.UU., como hemos podido ver en las imágenes del asalto al Capitolio y las revueltas sociales en muchas ciudades norteamericanas, pero también se producen disturbios en otros muchos lugares del planeta.
Entretanto, el coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo, separando a los seres queridos, acabando con vidas, creando dificultades económicas y daños de todo tipo. Además, el hambre, las migraciones y el cambio climático están afectando a millones de personas. Estos y muchos más desafíos son difíciles de manejar por las personas, sembrando el miedo y la incertidumbre por todas partes, al mismo tiempo que nos empujan a darnos cuenta de que, finalmente, tenemos que cooperar y preocuparnos más para encontrar soluciones.
La velocidad del aumento del estrés y el caos, está llevando a muchas personas a comprender que es muy inteligente comenzar a generar en sus relaciones interpersonales cooperación y compasión. Esto requiere abrir nuestros corazones junto con el compromiso de tratarnos los unos a los otros como queremos ser tratados. A medida que el cuidado mutuo más genuino fluye a través de nuestras interacciones, se disipan las energías de baja densidad que se nutren de los sentimientos de separación, soledad y aislamiento que estamos soportando. Juntos podemos disminuir la bola de nieve acumulada por el estrés, pero todo movimiento de cambio tiene que comenzar a nivel individual en lugar de esperar y culpar a otros por no hacer algo.
Así pues, se puede apreciar cómo incluso en medio del caos y la discordia, el deseo de una interacción más solidaria y cooperativa está aumentando en todo el planeta y la gente se siente menos incómoda y más dispuesta a hablar sobre la necesidad del amor para afrontar los retos diarios. El cuidado más profundo, la bondad, la compasión y la cooperación son poderosas energías de amor. Transmitir o irradiar desde el corazón estas energías transformadoras modifica el campo de la conciencia personal y ayudan a despertar y acelerar en nuestro entorno la cooperación y la unidad como elementos imprescindibles y necesarios para encontrar soluciones para todos.
Entretanto, el coronavirus continúa extendiéndose por todo el mundo, separando a los seres queridos, acabando con vidas, creando dificultades económicas y daños de todo tipo. Además, el hambre, las migraciones y el cambio climático están afectando a millones de personas. Estos y muchos más desafíos son difíciles de manejar por las personas, sembrando el miedo y la incertidumbre por todas partes, al mismo tiempo que nos empujan a darnos cuenta de que, finalmente, tenemos que cooperar y preocuparnos más para encontrar soluciones.
La velocidad del aumento del estrés y el caos, está llevando a muchas personas a comprender que es muy inteligente comenzar a generar en sus relaciones interpersonales cooperación y compasión. Esto requiere abrir nuestros corazones junto con el compromiso de tratarnos los unos a los otros como queremos ser tratados. A medida que el cuidado mutuo más genuino fluye a través de nuestras interacciones, se disipan las energías de baja densidad que se nutren de los sentimientos de separación, soledad y aislamiento que estamos soportando. Juntos podemos disminuir la bola de nieve acumulada por el estrés, pero todo movimiento de cambio tiene que comenzar a nivel individual en lugar de esperar y culpar a otros por no hacer algo.
Así pues, se puede apreciar cómo incluso en medio del caos y la discordia, el deseo de una interacción más solidaria y cooperativa está aumentando en todo el planeta y la gente se siente menos incómoda y más dispuesta a hablar sobre la necesidad del amor para afrontar los retos diarios. El cuidado más profundo, la bondad, la compasión y la cooperación son poderosas energías de amor. Transmitir o irradiar desde el corazón estas energías transformadoras modifica el campo de la conciencia personal y ayudan a despertar y acelerar en nuestro entorno la cooperación y la unidad como elementos imprescindibles y necesarios para encontrar soluciones para todos.
Los beneficios de irradiar amor conscientemente
Dada la situación actual mundial, el cambio de actitud de cada individuo es el primer paso para encontrar nuevas estructuras en las que se asiente nuestra vida.
- La práctica de irradiar amor ayuda a aclarar la mente, a discernir entre el bien individual y el bien común y a aumentar nuestra capacidad de razonamiento. Es inteligente practicar la irradiación de amor tan a menudo como podamos, en cualquier momento del día evocando a personas, situaciones o problemas que tengamos y mirarlos con los ojos del corazón lo cual nos ayudará a tomar decisiones más correctas, elecciones más justas y elegir la dirección más adecuada.
- La práctica de transmitir amor en cada entorno en el que nos encontremos, generará más paciencia, resiliencia y fluidez en nuestras interacciones.
- Irradiar amor y compasión ayuda a traer coherencia a la mente y a las emociones, lo que facilita el silencio de la mente y el acceso a la guía y consejos de la inteligencia intuitiva de nuestro corazón. Esto redundará en nuestra capacidad para manejar el elevado estrés planetario y nos ayudará a generar menos ansiedad y elecciones más equilibradas y efectivas.
- Irradiar amor ayuda a suavizar el campo energético que nos rodea, facilitando que los demás accedan a sus corazones y experimenten una resonancia más profunda y una conexión genuina. Esto resulta en más armonía y menos tensión, estrés y desencuentros en nuestras relaciones, lo cual es sumamente importante en estos momentos.
- Cuando practicas irradiar amor, es posible que no siempre te resulte fácil sentir ese amor. Está bien, es normal. Como todos los cambios necesitan de la repetición para implantarse de forma definitiva y automatizar el proceso. Evocar la imagen de alguien que te inspira amor o conectar con momentos de felicidad… te ayudarán a modular poco a poco ese sentimiento. Tan sólo pon tu intención sincera en irradiar tus mejores sentimientos y emociones y verás cómo crearás una base desde donde cada vez te resultará más fácil irradiar amor.
Hay muchas más razones por las que irradiar amor es eficaz. A medida que practicamos la irradiación de amor individualmente o con otros, se crea un ambiente de energía de alta vibración que nos conecta con el entorno y con el corazón de los demás… De ese modo, se crean actitudes de unidad y cooperación. Es por eso que están surgiendo cada vez más grupos creando eventos en línea para que miles de personas transmitan amor y compasión a la humanidad y al planeta. La eficacia del poder del corazón colectivo aún se encuentra en sus primeras etapas, pero está aumentando debido al estrés creciente y búsqueda desesperada de soluciones que la mente sin el corazón no puede ofrecer.
Ejercicio Práctico
- Concéntrate en tu corazón y respira el sentimiento de amor o aprecio que sientes por alguien querido o que te inspira alguna situación de felicidad plena que hayas vivido. Esta energía del corazón aumenta la eficacia de tu intención al focalizarla en el cuidado.
- Siente cómo tu corazón se conecta con personas de todo el planeta que están transmitiendo amor y compasión al campo energético para fortalecer la vibración de unidad y cooperación y reducir el estrés y el sufrimiento colectivo.
- A continuación, irradiemos amor y compasión colectivos para ayudar a reducir la separación, el miedo y la división que hay detrás del sufrimiento humano en todos los ámbitos. Visualiza como personas y líderes con diferentes prejuicios y creencias se unen y cooperan para encontrar nuevas soluciones (es recomendable hacer esto diariamente durante unos minutos, cuando te sea posible).
- Ahora, irradiemos amor y compasión a todas las personas que sufren la pandemia y, especialmente, a aquellos que están sufriendo por la pérdida de sus seres queridos.
- Termina pidiéndole a su corazón que sintonice con el corazón de miles de personas en el planeta que buscan lo mismo que tú: un mundo más saludable, más justo, más sostenible, más pacífico… la armonía reinando en todo el planeta. Pide que la energía se dirija especialmente a aquellos lugares del mundo donde es más necesario el amor, la compasión, la paz, la libertad, la unión y la cooperación…
- Sé consciente de que la conexión profunda con nuestro propio corazón y con los corazones de los demás, ayudará a dibujar nuevas soluciones intuitivas para los desafíos personales, sociales y globales.
María del Pinar Merino
Fuentes: Instituto Heartmath y Proyecto de Coherencia Global