Han pasado más de 15 años desde que se hizo el taller piloto del Camino del Corazón en la primavera de 2009. Nunca imaginamos que ese proyecto que nació como un trabajo de investigación interna de nuestro grupo de trabajo saliera al exterior y mucho menos que se convertiría en nuestro leiv motiv y que sentiríamos, tanto Luis como yo, que todo lo que habíamos estudiado, aprendido, investigado a lo largo de los años solo tenía un propósito: llegar al desarrollo y puesta en marcha del Camino del Corazón.
Durante los tres primeros años acudían a los talleres personas interesadas en su desarrollo personal, en mejorar su vida, en conseguir herramientas para superar los retos que se les presentaban… La difusión se producía de forma natural, eran los mismos participantes los que compartían su experiencia con personas de su entorno que se interesaban y acudían a nuestros talleres… Una vez más, la vida nos demostraba que cuando te abres a ella te ofrece una y otra vez oportunidades para seguir creciendo, experimentando, evolucionando.
Durante los tres primeros años acudían a los talleres personas interesadas en su desarrollo personal, en mejorar su vida, en conseguir herramientas para superar los retos que se les presentaban… La difusión se producía de forma natural, eran los mismos participantes los que compartían su experiencia con personas de su entorno que se interesaban y acudían a nuestros talleres… Una vez más, la vida nos demostraba que cuando te abres a ella te ofrece una y otra vez oportunidades para seguir creciendo, experimentando, evolucionando.
A partir de ese momento, empezaron a llamarnos de algunos colectivos específicos y de lo más variados, de tal manera que “adaptando” el lenguaje del Camino del Corazón a las particularidades de cada grupo, nos dimos cuenta que habíamos encontrado realmente algo muy valioso que podía aplicarse a cualquier ámbito social.
Así, hicimos formación del Camino del Corazón en el ámbito sanitario (médicos, enfermería, escuelas, asociaciones de voluntarios), en el educativo (formando a maestros y profesores de todas las etapas educativas: desde infantil hasta la universidad), en el mundo empresarial (equipos comerciales, Dptos. de Recursos Humanos, Dptos. De Responsabilidad Social Corporativa), en entidades de Servicios Sociales, en Ayuntamientos (concejalías de mujer, de juventud, de educación, de sanidad…), en colectivos marginados, en grupos para trabajar problemas de igualdad, de género, de integración multicultural… Trabajamos con mujeres en la cárcel, con centros especiales de empleo haciendo de la integración una realidad, en colectivos de enfermos mentales o de necesidades especiales… Todo un abanico inimaginable de posibilidades que nos proporcionó la oportunidad de aplicar el Camino del Corazón en cientos y cientos de personas que salían de los talleres habiendo reconocido capacidades que ni siquiera ellos sabían que tenían, y proporcionándoles herramientas y recursos para poder responder mejor a los desafíos y retos que la vida les presentaba.
Los resultados eran sorprendentes… trabajamos en colectivos muy difíciles y comprobábamos cómo despertar la inteligencia del corazón era algo que no tenía que ver con la formación intelectual, por lo tanto, era accesible y útil para cualquier persona.
El Camino del Corazón trata de utilizar los recursos del cerebro del corazón y, al hacerlo, generar un compromiso con uno mismo: “Comprometerse a que el corazón sea la guía de cuánto la persona haga, diga, piense y sienta”.
Así, hicimos formación del Camino del Corazón en el ámbito sanitario (médicos, enfermería, escuelas, asociaciones de voluntarios), en el educativo (formando a maestros y profesores de todas las etapas educativas: desde infantil hasta la universidad), en el mundo empresarial (equipos comerciales, Dptos. de Recursos Humanos, Dptos. De Responsabilidad Social Corporativa), en entidades de Servicios Sociales, en Ayuntamientos (concejalías de mujer, de juventud, de educación, de sanidad…), en colectivos marginados, en grupos para trabajar problemas de igualdad, de género, de integración multicultural… Trabajamos con mujeres en la cárcel, con centros especiales de empleo haciendo de la integración una realidad, en colectivos de enfermos mentales o de necesidades especiales… Todo un abanico inimaginable de posibilidades que nos proporcionó la oportunidad de aplicar el Camino del Corazón en cientos y cientos de personas que salían de los talleres habiendo reconocido capacidades que ni siquiera ellos sabían que tenían, y proporcionándoles herramientas y recursos para poder responder mejor a los desafíos y retos que la vida les presentaba.
Los resultados eran sorprendentes… trabajamos en colectivos muy difíciles y comprobábamos cómo despertar la inteligencia del corazón era algo que no tenía que ver con la formación intelectual, por lo tanto, era accesible y útil para cualquier persona.
El Camino del Corazón trata de utilizar los recursos del cerebro del corazón y, al hacerlo, generar un compromiso con uno mismo: “Comprometerse a que el corazón sea la guía de cuánto la persona haga, diga, piense y sienta”.
Te invitamos a que entres en la sección Camino del Corazón, dentro de nuestra revista https://www.revistaconcienciaglobal.com/Camino-del-Corazon_r22.html , donde podrás acceder a muchos artículos donde se detallan de forma exhaustiva los descubrimientos que la neurocardiología ha llevado a cabo desde principios de este siglo y que está obligando a reformular algunos planteamientos de la ciencia.
He aquí algunas prestigiosas instituciones que investigan en este campo: El Instituto HeartMath (California, EE.UU), Instituto para la Investigación de la Conciencia (Quebec, Canadá), la Universidad de Waterloo en Canadá, la Iniciativa de Coherencia Global y Conciencia Mundial (en EE.UU.), la Universidad de Stanford, la Universidad de Oxford en el Reino Unido, la Universidad Aarhus en Dinamarca y otros.
He aquí algunas prestigiosas instituciones que investigan en este campo: El Instituto HeartMath (California, EE.UU), Instituto para la Investigación de la Conciencia (Quebec, Canadá), la Universidad de Waterloo en Canadá, la Iniciativa de Coherencia Global y Conciencia Mundial (en EE.UU.), la Universidad de Stanford, la Universidad de Oxford en el Reino Unido, la Universidad Aarhus en Dinamarca y otros.
El Camino del Corazón llega a Nueva York
Y así fue como el 12 y 13 de octubre pasado se celebraron unas Jornadas de Puertas Abiertas en la biblioteca pública de la comunidad de Bay Shore en Long Island, en Nueva York. Finalmente, el curso se llevó a cabo en español y con traducción simultánea para atender también a los asistentes de habla inglesa.
Lo primero que nos llamó la atención era que los participantes formaban una verdadera comunidad, se conocían, se ayudaban, sabían a qué se dedicaban los demás, con lo cual el “intercambio” de servicios y ayuda eran una constante en las relaciones. La mayoría de los latinos estaban bien establecidos, llevaban muchos años viviendo y trabajando en EE.UU., sus hijos habían nacido allí y algunos iban ya a la Universidad.
La cordialidad y la confianza que reinaba en sus relaciones hacía que todo fuese mucho más fácil. Fue muy emocionante para nosotros identificar las necesidades que tenían y en qué medida el Camino del Corazón podía serles útil, tal como lo había sido para tantos grupos por toda España. Evidentemente, el contexto y la sociedad en que vivían eran diferentes a la nuestra, pero solo se trataba de dejar que el “espíritu de servicio” -que nos caracteriza a los Caminantes del Corazón- fluyera de manera libre, que adaptáramos el lenguaje y la terminología para que pudieran entendernos mejor… Algo relativamente fácil cuando se pone el foco de atención en el corazón y se dejan a un lado las estructuras de pensamiento que tenemos fijadas en la mente y que son las que nos separan a los seres humanos.
Vivimos momentos emocionantes, como siempre en el Camino, mediante las dinámicas, los juegos, las danzas del mundo, las propuestas de reflexión, los videos que proyectamos, etc… fuimos creando entre todos un espacio de seguridad, de confianza, de apertura… donde no cabían el juicio, ni la critica (facultades de la mente), también identificamos a los miedos, las inseguridades, las desconfianzas (que también provienen del territorio de la mente). Y, poco a poco, fuimos activando las estructuras internas del corazón para poder emprender un inesperado viaje de transformación personal.
En ese espacio se abrieron las mentes y los corazones y se compartieron sentimientos y emociones muy profundas que nos unieron aún más. Para la mayoría de los asistentes era la primera vez que participaban en un taller de estas características. Comprobamos -por enésima vez- que “Si quieres llegar pronto puedes ir solo, pero si quieres llegar lejos debes ir en compañía”.
A medida que transcurría la jornada fue incorporándose más gente y formamos un grupo sólido y unido. A medio día compartimos allí mismo la comida en un ambiente distendido donde la comunicación, el buen humor y el cariño fluían de forma fácil… Estaban muy interesados y nos hacían muchas preguntas, tenían ganas de aprovechar la experiencia… y tanto Luis como yo, y nuestros amigos: Marga, Antonio e Inma, caminantes ya veteranos, pusimos todo nuestro foco en que fuese una experiencia inolvidable para todos.
Lo primero que nos llamó la atención era que los participantes formaban una verdadera comunidad, se conocían, se ayudaban, sabían a qué se dedicaban los demás, con lo cual el “intercambio” de servicios y ayuda eran una constante en las relaciones. La mayoría de los latinos estaban bien establecidos, llevaban muchos años viviendo y trabajando en EE.UU., sus hijos habían nacido allí y algunos iban ya a la Universidad.
La cordialidad y la confianza que reinaba en sus relaciones hacía que todo fuese mucho más fácil. Fue muy emocionante para nosotros identificar las necesidades que tenían y en qué medida el Camino del Corazón podía serles útil, tal como lo había sido para tantos grupos por toda España. Evidentemente, el contexto y la sociedad en que vivían eran diferentes a la nuestra, pero solo se trataba de dejar que el “espíritu de servicio” -que nos caracteriza a los Caminantes del Corazón- fluyera de manera libre, que adaptáramos el lenguaje y la terminología para que pudieran entendernos mejor… Algo relativamente fácil cuando se pone el foco de atención en el corazón y se dejan a un lado las estructuras de pensamiento que tenemos fijadas en la mente y que son las que nos separan a los seres humanos.
Vivimos momentos emocionantes, como siempre en el Camino, mediante las dinámicas, los juegos, las danzas del mundo, las propuestas de reflexión, los videos que proyectamos, etc… fuimos creando entre todos un espacio de seguridad, de confianza, de apertura… donde no cabían el juicio, ni la critica (facultades de la mente), también identificamos a los miedos, las inseguridades, las desconfianzas (que también provienen del territorio de la mente). Y, poco a poco, fuimos activando las estructuras internas del corazón para poder emprender un inesperado viaje de transformación personal.
En ese espacio se abrieron las mentes y los corazones y se compartieron sentimientos y emociones muy profundas que nos unieron aún más. Para la mayoría de los asistentes era la primera vez que participaban en un taller de estas características. Comprobamos -por enésima vez- que “Si quieres llegar pronto puedes ir solo, pero si quieres llegar lejos debes ir en compañía”.
A medida que transcurría la jornada fue incorporándose más gente y formamos un grupo sólido y unido. A medio día compartimos allí mismo la comida en un ambiente distendido donde la comunicación, el buen humor y el cariño fluían de forma fácil… Estaban muy interesados y nos hacían muchas preguntas, tenían ganas de aprovechar la experiencia… y tanto Luis como yo, y nuestros amigos: Marga, Antonio e Inma, caminantes ya veteranos, pusimos todo nuestro foco en que fuese una experiencia inolvidable para todos.
Celebración de la fiesta de la Hispanidad: “Un solo corazón”
Terminamos temprano porque debíamos ajustarnos al horario de la Biblioteca, pero al despedirnos nos insistieron mucho en que, por la tarde/noche acudiéramos a una Fiesta por la Hispanidad que iba a reunir a varias parroquias de la zona y donde ellos estarían participando de forma activa. Habían elegido un lema que nos emocionó: “Un solo corazón”.
El evento se celebraba en un enorme pabellón que habían engalanado con diferentes stands de cada uno de los pueblos: México, Guatemala, Nicaragua, Perú, Ecuador, El Salvador, Honduras, y muchos otros países de Latinoamérica estaban allí presentes. Lo habían preparado todo ellos en sus comunidades.
Alguien de cada comunidad presentaba a su país: sus costumbres, su cultura, sus danzas, su historia, su gastronomía, sus tradiciones, sus fortalezas… y después salían a danzar jóvenes, hombres y mujeres, ataviados con el traje típico… Así, uno tras otro iban siendo presentados… El Padre Roger era el principal promotor del encuentro, era la primera vez que se hacía… la asistencia superó todas las expectativas: todo el mundo estaba allí, posiblemente más de mil personas… Cantamos, bailamos, disfrutamos de la comida típica de cada pueblo. Brindaron todos por sus raíces comunes, por su idioma, por la hispanidad cultural que les unía.
Era difícil no contagiarse por la emoción intensa con que vivían aquel encuentro. Por supuesto encontramos muchos de los que habían participado en el taller que nos pidieron permiso para llevar a alguien de su familia, algunos amigos o vecinos, a sus hijos… Por supuesto dijimos que sí… ya veríamos como lo gestionaríamos al día siguiente.
El evento se celebraba en un enorme pabellón que habían engalanado con diferentes stands de cada uno de los pueblos: México, Guatemala, Nicaragua, Perú, Ecuador, El Salvador, Honduras, y muchos otros países de Latinoamérica estaban allí presentes. Lo habían preparado todo ellos en sus comunidades.
Alguien de cada comunidad presentaba a su país: sus costumbres, su cultura, sus danzas, su historia, su gastronomía, sus tradiciones, sus fortalezas… y después salían a danzar jóvenes, hombres y mujeres, ataviados con el traje típico… Así, uno tras otro iban siendo presentados… El Padre Roger era el principal promotor del encuentro, era la primera vez que se hacía… la asistencia superó todas las expectativas: todo el mundo estaba allí, posiblemente más de mil personas… Cantamos, bailamos, disfrutamos de la comida típica de cada pueblo. Brindaron todos por sus raíces comunes, por su idioma, por la hispanidad cultural que les unía.
Era difícil no contagiarse por la emoción intensa con que vivían aquel encuentro. Por supuesto encontramos muchos de los que habían participado en el taller que nos pidieron permiso para llevar a alguien de su familia, algunos amigos o vecinos, a sus hijos… Por supuesto dijimos que sí… ya veríamos como lo gestionaríamos al día siguiente.
2ª Jornada del Camino del Corazón
Y el domingo se presentaron todas esas personas nuevas, muchos de ellos eran jóvenes y adolescentes a los que sus padres habían hablado de la experiencia que ellos habían tenido en el taller el día anterior y se animaron a participar.
Para poder gestionarlo mejor y que todos se llevaran la mejor experiencia posible, decidimos dividir el grupo en dos: por un lado, los adultos seguirían en la Biblioteca recorriendo el Camino que habían empezado el día anterior y, por otro, reunimos a todos los jóvenes y adolescentes y con Antonio e Inma se trasladaron al parque que estaba frente a la Biblioteca. Allí, al aire libre, se les plantearon distintas dinámicas que les ayudaran a abrir su corazón, a identificar a los “asaltantes” del Camino del Corazón que provenían del territorio de la mente: los miedos… y aprenderían a enfrentarse a ellos y a superarlos.
Al final de la mañana nos reunimos todos para comer en la sala donde celebrábamos el curso, fue una comida entrañable a la que se “autoinvitaron” algunos niños norteamericanos, usuarios de la Biblioteca que habían escuchado la música, habían mirado por las ventanas y nos pidieron si podían comer algo… Y allí estuvimos todos en una autentica comida de hermandad… Se oía de vez en cuando el lema que habíamos vivido la noche anterior: “Un solo corazón”.
Para poder gestionarlo mejor y que todos se llevaran la mejor experiencia posible, decidimos dividir el grupo en dos: por un lado, los adultos seguirían en la Biblioteca recorriendo el Camino que habían empezado el día anterior y, por otro, reunimos a todos los jóvenes y adolescentes y con Antonio e Inma se trasladaron al parque que estaba frente a la Biblioteca. Allí, al aire libre, se les plantearon distintas dinámicas que les ayudaran a abrir su corazón, a identificar a los “asaltantes” del Camino del Corazón que provenían del territorio de la mente: los miedos… y aprenderían a enfrentarse a ellos y a superarlos.
Al final de la mañana nos reunimos todos para comer en la sala donde celebrábamos el curso, fue una comida entrañable a la que se “autoinvitaron” algunos niños norteamericanos, usuarios de la Biblioteca que habían escuchado la música, habían mirado por las ventanas y nos pidieron si podían comer algo… Y allí estuvimos todos en una autentica comida de hermandad… Se oía de vez en cuando el lema que habíamos vivido la noche anterior: “Un solo corazón”.
¿Qué pasará en el futuro?
Nadie puede saberlo. Nosotros nos entregamos para hacer lo que sabíamos de la mejor manera posible, pero lo hacemos como hemos aprendido a lo largo de los años: sin apego al resultado.
En 2009, 23 hormigas empezaron el hormiguero en España y durante más de 15 años hemos seguido llevando el Camino del Corazón por todas las regiones que lo solicitaron… En octubre de 2024, 23 hormigas arrancaron en Bay Shore… “¿Qué ocurrirá de ahora en adelante?, ¿habrá posibilidad de continuidad?, ¿Haremos todos juntos ese nuevo hormiguero?” El Universo se encargará del tema… está en sus manos, nosotros y los nuevos caminantes estamos a su disposición, abiertos a la Magia y al Amor de la Vida.
En 2009, 23 hormigas empezaron el hormiguero en España y durante más de 15 años hemos seguido llevando el Camino del Corazón por todas las regiones que lo solicitaron… En octubre de 2024, 23 hormigas arrancaron en Bay Shore… “¿Qué ocurrirá de ahora en adelante?, ¿habrá posibilidad de continuidad?, ¿Haremos todos juntos ese nuevo hormiguero?” El Universo se encargará del tema… está en sus manos, nosotros y los nuevos caminantes estamos a su disposición, abiertos a la Magia y al Amor de la Vida.