Los investigadores se cuestionan, por ejemplo: ¿Por qué las personas experimentan el sentimiento o sensación de amor y otros estados emocionales positivos en el área del corazón y cuáles son las consecuencias fisiológicas de estas emociones? ¿Cómo el estrés y diferentes estados emocionales afectan el sistema nervioso autónomo, el sistema endocrino, el sistema inmune? ¿Cómo afectan los distintos estados emocionales al corazón y al cerebro?
A lo largo de la última década han experimentado con diferentes baremos tanto psicológicos como fisiológicos, pero todos les remitían a una constante: la variabilidad del ritmo cardíaco. Este parámetro se destacó como el más dinámico y variable en relación tanto con los estados emocionales internos, como con los estados de estrés.
Se hizo evidente que las emociones negativas conducen a un aumento de las alteraciones en el ritmo del corazón y en el sistema nervioso autónomo, lo que afecta negativamente al resto del cuerpo. Por el contrario, las emociones positivas crean un incremento de la armonía y la coherencia del ritmo cardíaco y en la mejora del equilibrio en el sistema nervioso.
Las consecuencias para la salud son fáciles de entender: La falta de armonía en el sistema nervioso conduce a la ineficiencia y el aumento de la tensión en el corazón y otros órganos, mientras que los ritmos armoniosos son más eficientes y menos estresantes para todos los sistemas del cuerpo.
Pero lo más sorprendente son los dramáticos cambios positivos que se producen cuando se aplican técnicas que aumentan la coherencia en los patrones rítmicos de la variabilidad de la frecuencia cardíaca. Estos efectos incluyen cambios en la percepción y la capacidad de reducir el estrés y hacer frente con mayor eficacia a situaciones difíciles.
Se ha observado que el corazón actuaba como si tuviera una mente propia y afectaba profundamente a la forma en que percibimos el mundo que nos rodea y también la forma en que respondemos. En esencia, parecía que el corazón estaba afectando a la inteligencia y la conciencia.
Las respuestas a muchas de las preguntas originales ahora ofrecen una base científica para explicar cómo y por qué el corazón afecta a la claridad mental, la creatividad, el equilibrio emocional y la eficacia personal.
Las investigaciones del HMI y las de otros científicos indican que el corazón es mucho más que una simple bomba. El corazón es, de hecho, un órgano muy complejo, conforma un centro de procesamiento de la información auto-organizado con su propio "cerebro" funcional que se comunica con el cerebro craneal e influye en él a través del sistema nervioso, sistema hormonal y otras vías. Estas influencias afectan profundamente a la función del cerebro y a la mayoría de los órganos principales del cuerpo, y en última instancia determinan la calidad de vida.
A lo largo de la última década han experimentado con diferentes baremos tanto psicológicos como fisiológicos, pero todos les remitían a una constante: la variabilidad del ritmo cardíaco. Este parámetro se destacó como el más dinámico y variable en relación tanto con los estados emocionales internos, como con los estados de estrés.
Se hizo evidente que las emociones negativas conducen a un aumento de las alteraciones en el ritmo del corazón y en el sistema nervioso autónomo, lo que afecta negativamente al resto del cuerpo. Por el contrario, las emociones positivas crean un incremento de la armonía y la coherencia del ritmo cardíaco y en la mejora del equilibrio en el sistema nervioso.
Las consecuencias para la salud son fáciles de entender: La falta de armonía en el sistema nervioso conduce a la ineficiencia y el aumento de la tensión en el corazón y otros órganos, mientras que los ritmos armoniosos son más eficientes y menos estresantes para todos los sistemas del cuerpo.
Pero lo más sorprendente son los dramáticos cambios positivos que se producen cuando se aplican técnicas que aumentan la coherencia en los patrones rítmicos de la variabilidad de la frecuencia cardíaca. Estos efectos incluyen cambios en la percepción y la capacidad de reducir el estrés y hacer frente con mayor eficacia a situaciones difíciles.
Se ha observado que el corazón actuaba como si tuviera una mente propia y afectaba profundamente a la forma en que percibimos el mundo que nos rodea y también la forma en que respondemos. En esencia, parecía que el corazón estaba afectando a la inteligencia y la conciencia.
Las respuestas a muchas de las preguntas originales ahora ofrecen una base científica para explicar cómo y por qué el corazón afecta a la claridad mental, la creatividad, el equilibrio emocional y la eficacia personal.
Las investigaciones del HMI y las de otros científicos indican que el corazón es mucho más que una simple bomba. El corazón es, de hecho, un órgano muy complejo, conforma un centro de procesamiento de la información auto-organizado con su propio "cerebro" funcional que se comunica con el cerebro craneal e influye en él a través del sistema nervioso, sistema hormonal y otras vías. Estas influencias afectan profundamente a la función del cerebro y a la mayoría de los órganos principales del cuerpo, y en última instancia determinan la calidad de vida.
Fuente: HeartMath Institute