El tiempo que cada uno dedicamos al uso de aparatos tecnológicos varía mucho de una persona a otra y depende de varios factores, como el estilo de vida, el trabajo, los intereses personales y la cultura. Sin embargo, hay algunas tendencias generales que se pueden observar y apuntan hacia el incremento imparable del tiempo en el que estamos “conectados” debido a la proliferación de aparatos tecnológicos.
¿A qué estamos conectados?
Por ejemplo, el uso de los llamados Teléfonos Inteligentes. Muchas personas pasan varias horas al día utilizando sus teléfonos inteligentes para actividades como llamadas, mensajes de texto, redes sociales, navegación web, entretenimiento, etc. En algunos casos, este tiempo puede sumar varias horas al día. Debido a este incremento se han tomado medidas como prohibir el uso del teléfono móvil en las escuelas y centros de formación. También algunos padres se ven en la necesidad de restringir su uso y fijar el tiempo de dedicación de sus hijos a estos aparatos.
Es frecuente subir a cualquier transporte público y ver a casi el cien por cien de las personas enfrascados en su pantalla, escuchando a través de sus cascos y completamente ajenos a lo que sucede a su alrededor. No sólo en los transportes públicos sino en cualquier local, e incluso caminando por la calle.
El uso de computadores y portátiles: El tiempo dedicado al uso de computadores y portátiles varía según la ocupación de cada uno, las personas que trabajan en empleos de oficina o que requieren el uso de ordenadores pueden pueden pasar varias horas al día frente a la pantalla, algo que entra dentro de lo normal. El problema llega cuando al regresar a casa lo primero que hace es conectar cualquier aparato que le mantenga otra vez “conectado”.
El uso de tabletas y otros dispositivos móviles también se ha popularizado mucho en los últimos tiempos. A través de estos dispositivos tenemos acceso a la lectura de libros electrónicos, a contenidos multimedia y a otras actividades.
El mundo de los videojuegos merece también nuestra atención. Cada vez son más las personas, sobre todo entre el público más joven que pueden pasar horas y horas enganchados a un determinado juego. La posibilidad de “jugar” con personas de cualquier lugar del mundo es un aliciente. Así se aprecia que de ser un jugador “casual” se pasa a invertir mucho más tiempo en la actividad, quitándole incluso horas al sueño incluso.
La televisión y streaming. Es cierto que la televisión no es algo nuevo, en términos de tecnología, pero el auge de servicios de streaming ha cambiado la forma en que consumimos contenido audiovisual. Muchas personas dedican gran cantidad de tiempo a ver programas, películas y videos en línea.
En general, la sociedad de la información y la tecnología ha llevado a un aumento en el tiempo que las personas pasan interactuando con dispositivos tecnológicos. Es esencial ser consciente de este tiempo y encontrar un equilibrio saludable para asegurar que el uso de la tecnología no afecte negativamente la salud física y mental, las relaciones interpersonales, el descanso necesario y otras actividades importantes en la vida diaria.
Es frecuente subir a cualquier transporte público y ver a casi el cien por cien de las personas enfrascados en su pantalla, escuchando a través de sus cascos y completamente ajenos a lo que sucede a su alrededor. No sólo en los transportes públicos sino en cualquier local, e incluso caminando por la calle.
El uso de computadores y portátiles: El tiempo dedicado al uso de computadores y portátiles varía según la ocupación de cada uno, las personas que trabajan en empleos de oficina o que requieren el uso de ordenadores pueden pueden pasar varias horas al día frente a la pantalla, algo que entra dentro de lo normal. El problema llega cuando al regresar a casa lo primero que hace es conectar cualquier aparato que le mantenga otra vez “conectado”.
El uso de tabletas y otros dispositivos móviles también se ha popularizado mucho en los últimos tiempos. A través de estos dispositivos tenemos acceso a la lectura de libros electrónicos, a contenidos multimedia y a otras actividades.
El mundo de los videojuegos merece también nuestra atención. Cada vez son más las personas, sobre todo entre el público más joven que pueden pasar horas y horas enganchados a un determinado juego. La posibilidad de “jugar” con personas de cualquier lugar del mundo es un aliciente. Así se aprecia que de ser un jugador “casual” se pasa a invertir mucho más tiempo en la actividad, quitándole incluso horas al sueño incluso.
La televisión y streaming. Es cierto que la televisión no es algo nuevo, en términos de tecnología, pero el auge de servicios de streaming ha cambiado la forma en que consumimos contenido audiovisual. Muchas personas dedican gran cantidad de tiempo a ver programas, películas y videos en línea.
En general, la sociedad de la información y la tecnología ha llevado a un aumento en el tiempo que las personas pasan interactuando con dispositivos tecnológicos. Es esencial ser consciente de este tiempo y encontrar un equilibrio saludable para asegurar que el uso de la tecnología no afecte negativamente la salud física y mental, las relaciones interpersonales, el descanso necesario y otras actividades importantes en la vida diaria.
Problemas generados por el abuso de la conexión tecnológica
- Sobrecarga de información. Se recibe una gran cantidad de información y de estímulos que provocan en la persona la necesidad de estar siempre conectada.
- La exposición a la luz azul que emiten las pantallas y los dispositivos electrónicos puede afectar a la calidad del sueño.
- Perjudica nuestra capacidad de concentración y de productividad por las distracciones que nos ofrece.
- Desconexión social. Aunque las redes sociales pueden ayudar a mantener conexiones virtuales, también pueden contribuir a la desconexión interpersonal en el mundo real. Nos aleja de la comunicación con los demás y con uno mismo.
- Favorece el sedentarismo que puede afectar negativamente a la salud física.
- Impacto en la salud mental. El uso excesivo de tecnología puede contribuir al estrés, la ansiedad y la fatiga mental, especialmente si se emplea en actividades que generan tensión, las redes sociales o la lectura de noticias negativas.
Algunas ideas para desconectar de los aparatos digitales:
Es importante recordar que la desconexión digital no tiene que ser una tarea difícil. Incluso pequeños cambios en la rutina diaria pueden tener un gran impacto en la salud mental y emocional. Desconectar de los dispositivos tecnológicos puede ser beneficioso para conectar contigo mismo y disfrutar de momentos de paz y reflexión. Aquí tienes algunas sugerencias para lograrlo:
- Establecer límites, fijar el tiempo de dedicación a los dispositivos electrónicos nos ayudará a evitar la sobrecarga de información y fortalecerá la voluntad para llevar a cabo el objetivo fijado. Por ejemplo: Puedes establecer una "hora sin tecnología" antes de acostarte o al despertar.
- Practicar la atención plena o Mindfulness puede ayudarnos a reducir el estrés y la ansiedad, siendo conscientes de nuestros propios procesos y necesidades. Dedica unos minutos al día para sentarte en silencio, respirar profundamente y enfocarte en el momento presente. Puedes practicar mindfulness en diversas actividades diarias, como comer, caminar o simplemente respirar.
- Incorporar el ejercicio físico, será una forma también de reducir el estrés, de conectar con la naturaleza, con el momento presente. Si puedes, pasa tiempo al aire libre, ya sea en la playa o en las montañas o en un parque próximo a tu casa.
- Leer un libro en formato físico puede ser un descanso para la vista y para el cerebro, dejando que surja la imaginación y el disfrute.Principio del formulario La experiencia táctil y visual puede ser muy relajante.
- Realiza actividades creativas: Pintar, escribir, tocar un instrumento musical o participar en cualquier actividad creativa puede ser una forma de expresión personal y una oportunidad para conectarte contigo mismo.
- Establece un día libre de tecnología a la semana para desconectar por completo de dispositivos electrónicos. Esto te permitirá disfrutar de otras actividades y relajarte sin distracciones.
- Busca conversar con amigos y familiares en persona: En lugar de depender de las redes sociales o mensajes electrónicos, intenta tener conversaciones cara a cara con tus seres queridos. Siente de nuevo lo que conlleva una verdadera comunicación.
Al implementar alguna de estas prácticas podrás encontrar un equilibrio saludable entre el uso de la tecnología y otras actividades que contribuyan a tu bienestar físico y mental. Con consciencia y algunos ajustes en tu rutina diaria, puedes gestionar de manera efectiva el tiempo dedicado a los aparatos tecnológicos. Recuperar la sensación de que es algo que tu controlas, y no algo que te controla a ti, es fundamental.