La curación por imposición de las manos es el arte de sanar a los enfermos o aliviar sus dolencias mediante el uso de las manos, que se colocan sobre el cuerpo o cerca de él, con la intención de canalizar la energía vital. Este sistema de curación se basa en la existencia de una fuerza universal que impregna toda la creación y que puede ser dirigida y modulada por la voluntad del sanador y del receptor.
Esta forma de sanación busca restablecer el equilibrio, la armonía y la salud del ser humano, tanto a nivel físico, como mental, emocional y espiritual. La curación por imposición de las manos es una práctica ancestral, que se ha realizado en todas las culturas y épocas con diversos fines tanto religiosos, como terapéuticos o lúdicos y se puede clasificar según el método, el instrumento o la facultad que se emplea. Algunos de los tipos más conocidos de curación por imposición de las manos son:
Esta forma de sanación busca restablecer el equilibrio, la armonía y la salud del ser humano, tanto a nivel físico, como mental, emocional y espiritual. La curación por imposición de las manos es una práctica ancestral, que se ha realizado en todas las culturas y épocas con diversos fines tanto religiosos, como terapéuticos o lúdicos y se puede clasificar según el método, el instrumento o la facultad que se emplea. Algunos de los tipos más conocidos de curación por imposición de las manos son:
El Toque Terapéutico
Una de las terapias manuales más conocidas e investigadas al día de hoy en Occidente es la del Toque Terapéutico propuesta por Dolores Krieger, una profesora de la Universidad de Nueva York. Krieger se inspiró inicialmente en las investigaciones científicas del Dr. Bernard Grad, químico canadiense profesor de la Universidad McGraw Hill. Para evitar el efecto placebo, Grad investigó el efecto que las manos de un reconocido sanador, el húngaro Oskar Estebany, tenía sobre semillas, plantas y animales. Dolores Krieger pudo comprobar que los efectos logrados por Estebany, el sanador que tanto ella como Bernard Grad habían estudiado, podían ser obtenidos por enfermeras adecuadamente preparadas para ello.
El toque terapéutico se basa en la existencia de un campo energético que forma parte del ser humano y que puede ser percibido, evaluado y modificado por las manos del sanador, sin necesidad de contacto físico. Se utiliza para reducir el estrés, el dolor, la ansiedad y la inflamación, así como para estimular el sistema inmunológico y el proceso de curación natural. Este sistema de curación se enseña hoy en unos 80 colegios y universidades americanas.
El toque terapéutico se basa en la existencia de un campo energético que forma parte del ser humano y que puede ser percibido, evaluado y modificado por las manos del sanador, sin necesidad de contacto físico. Se utiliza para reducir el estrés, el dolor, la ansiedad y la inflamación, así como para estimular el sistema inmunológico y el proceso de curación natural. Este sistema de curación se enseña hoy en unos 80 colegios y universidades americanas.
El Reiki
El Reiki es el arte de curar por imposición de las manos que se originó en Japón a finales del siglo XIX, de la mano del maestro Mikao Usui. El Reiki se basa en la idea de que existe una energía vital universal, llamada Reiki, que fluye por todos los seres vivos y que puede ser canalizada y transferida por las manos del sanador al receptor. El Reiki se utiliza para promover la relajación, el bienestar y la sanación de todo tipo de dolencias, tanto físicas como psicológicas. Se practica mediante la colocación de las manos sobre los puntos energéticos del cuerpo, llamados chakras, que se corresponden con los órganos y las funciones vitales. Este método se rige por cinco principios éticos, que son: solo por hoy no te enojes, no te preocupes, sé agradecido, trabaja honestamente y sé amable con los demás.
La Sintergética
La Sintergética, sistema curativo creado por el doctor Jorge Carvajal, concibe la salud como integridad, y sus métodos buscan el restablecimiento de las interconexiones armónicas de todos los componentes de los sistemas orgánicos. Su visión de síntesis conduce al empleo sinérgico de patrones de información que entran en resonancia con la energía propia de tejidos y moléculas. Se modulan de esta forma sus interacciones para buscar el equilibrio armónico de cada parte con el sistema global del organismo.
Más allá de la Magia
El doctor Jorge Carvajal se formula algunas preguntas sobre este apasionante tema:
- ¿Qué diferencia hay entre las manos del ser humano que nos precedió hace unas decenas de miles de años y el ser humano actual, capaz de generar las obras maestras de un Miguel Ángel, un Beethoven, un Picasso o un Rafael?
- ¿Qué fuerza misteriosa se proyecta en el masaje, en la caricia, en la creación del artista, en la bendición o en la sanación?
- ¿Qué tienen, más allá de su técnica, las manos del habilidoso cirujano al que poco o nada se le complican sus cirugías?
- ¿Y qué sucede cuando la intención y el corazón mueven las manos a distancia para que la gente sane?
Cada vez es más evidente que estas manifestaciones de origen desconocido no son ni milagros ni pseudociencia. Es una evidencia para la ciencia de hoy que existen transferencias de energía entre los seres humanos. Una persona puede afectar positiva o negativamente la fisiología de otra. En el Laboratorio de Sistemas de Energía Humana de la Universidad de Arizona, sus directores Gary Schwatz y Linda Russek descubrieron que un cuerpo eléctricamente cargado en movimiento, como el organismo humano, induce una fuerza electromagnética que puede ser medida en una persona situada a unos pasos de distancia. En el mismo laboratorio estos autores pudieron constatar que los impulsos eléctricos de una persona pueden ser registrados en el cerebro de otra persona si entre las dos hay afecto mutuo.
En múltiples mediciones otros investigadores han podido constatar que el electrocardiograma y el electroencefalograma de terapeutas entrenados tienden a sincronizarse con el de sus pacientes. Estas transferencias energéticas pueden ser el sustrato portador para la información terapéutica.
En múltiples mediciones otros investigadores han podido constatar que el electrocardiograma y el electroencefalograma de terapeutas entrenados tienden a sincronizarse con el de sus pacientes. Estas transferencias energéticas pueden ser el sustrato portador para la información terapéutica.
El lenguaje de las manos
Más allá del uso de las manos como lenguaje para los sordomudos, hay que tener en cuenta además la inducción de energías electromagnéticas medibles en el cuerpo de los pacientes. Las posturas de las manos o mudras representan un código de comunicación empleado en la práctica de las terapias manuales, especialmente en la terapia de la kinesiología.
Al utilizar las manos, se activan varias zonas del cerebro, es decir, cuando empleamos para sanar generamos un patrón específico de conexiones neuronales que crean un campo de emisión particular. Cuando abrazamos, no sólo empleamos los brazos y las manos, sino la totalidad del campo energético corporal, cuya energía es portadora de pensamientos, intenciones y sentimientos que se proyectan e integran en el cuerpo del abrazado, con especial incidencia en el tercero, el cuarto y el quinto centro de energía, es decir el plexo solar, el plexo cardíaco y tiroideo, que representan las corrientes de la captación de energía, la inteligencia y el amor. El lenguaje verbal y el de las manos están íntimamente integrados en el cerebro, pues las cortezas motoras de la mano y de la palabra se activan sincrónica y recíprocamente.
A través de las manos, los terapeutas entrenados pueden acelerar la cicatrización de heridas y activar el crecimiento de cultivos celulares y enzimáticos positivos para la salud. El potencial de las manos ha sido demostrado en el instituto Heart Math, pionero en la emergente disciplina de la neurocardiología. Sus investigaciones nos muestran que, cuando alcanzamos un elevado grado de coherencia cardíaca, como sucede al experimentar un sentimiento de amor incondicional, se ordenan los ritmos de nuestra biología y nuestras manos producen un campo ordenante capaz de repolimerizar el ADN, es decir, devolver al ADN su capacidad de replicarse.
Al utilizar las manos, se activan varias zonas del cerebro, es decir, cuando empleamos para sanar generamos un patrón específico de conexiones neuronales que crean un campo de emisión particular. Cuando abrazamos, no sólo empleamos los brazos y las manos, sino la totalidad del campo energético corporal, cuya energía es portadora de pensamientos, intenciones y sentimientos que se proyectan e integran en el cuerpo del abrazado, con especial incidencia en el tercero, el cuarto y el quinto centro de energía, es decir el plexo solar, el plexo cardíaco y tiroideo, que representan las corrientes de la captación de energía, la inteligencia y el amor. El lenguaje verbal y el de las manos están íntimamente integrados en el cerebro, pues las cortezas motoras de la mano y de la palabra se activan sincrónica y recíprocamente.
A través de las manos, los terapeutas entrenados pueden acelerar la cicatrización de heridas y activar el crecimiento de cultivos celulares y enzimáticos positivos para la salud. El potencial de las manos ha sido demostrado en el instituto Heart Math, pionero en la emergente disciplina de la neurocardiología. Sus investigaciones nos muestran que, cuando alcanzamos un elevado grado de coherencia cardíaca, como sucede al experimentar un sentimiento de amor incondicional, se ordenan los ritmos de nuestra biología y nuestras manos producen un campo ordenante capaz de repolimerizar el ADN, es decir, devolver al ADN su capacidad de replicarse.
En definitiva, la curación por imposición de las manos es el arte de sanar a los enfermos o aliviar sus dolencias mediante el uso de las manos, que se colocan sobre el cuerpo o cerca de él, con la intención de canalizar la energía vital.
Esta práctica lleva muchos años enfrentándose a las creencias, arraigadas entre los médicos y científicos occidentales, que postulan que solo la medicina convencional o alopática es la solución a los problemas de salud de las personas.