Estos eventos ayudan a las personas a conectarse con su mayor capacidad de razonamiento para enseñarles a gestionar sus problemas de estrés e inseguridad que van en aumento en muchos lugares del planeta.
Una encuesta recientemente lanzada por el Instituto Gallup recogió niveles récord de estrés en los EE.UU. Por ejemplo: El 55% de las personas encuestadas experimentó estrés a lo largo del día, el 45% admitieron sentir mucha preocupación y el 22% confesaron verse afectados con emociones negativas como rabia o ira.
Aumentos similares se están produciendo también en otros países, en gran parte provocados por una tendencia a la confrontación, al separatismo, al miedo, la inseguridad y otros factores sociales y medioambientales. Estas actitudes y emociones impiden que la energía del corazón de las personas fluya a través de sus interacciones, lo que no permiten que se manifiesten nuevas soluciones para el bien común.
Parece que la vida nos está pidiendo que tengamos una latitud más compasiva en primer lugar con nuestros propios procesos y después en las relaciones interpersonales. La latitud compasiva aumenta nuestra empatía y flexibilidad con las deficiencias o los errores de otros, reconociendo que la mayoría de nosotros probablemente experimentamos altibajos en nuestros pensamientos, sentimientos y desafíos.
Es un momento muy importante para tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros. La latitud compasiva es una actitud que incluye cualidades como ser menos crítico, más paciente y tolerante con los demás, pero sin tener que estar de acuerdo con los puntos de vista o las acciones de otros.
Una encuesta recientemente lanzada por el Instituto Gallup recogió niveles récord de estrés en los EE.UU. Por ejemplo: El 55% de las personas encuestadas experimentó estrés a lo largo del día, el 45% admitieron sentir mucha preocupación y el 22% confesaron verse afectados con emociones negativas como rabia o ira.
Aumentos similares se están produciendo también en otros países, en gran parte provocados por una tendencia a la confrontación, al separatismo, al miedo, la inseguridad y otros factores sociales y medioambientales. Estas actitudes y emociones impiden que la energía del corazón de las personas fluya a través de sus interacciones, lo que no permiten que se manifiesten nuevas soluciones para el bien común.
Parece que la vida nos está pidiendo que tengamos una latitud más compasiva en primer lugar con nuestros propios procesos y después en las relaciones interpersonales. La latitud compasiva aumenta nuestra empatía y flexibilidad con las deficiencias o los errores de otros, reconociendo que la mayoría de nosotros probablemente experimentamos altibajos en nuestros pensamientos, sentimientos y desafíos.
Es un momento muy importante para tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros. La latitud compasiva es una actitud que incluye cualidades como ser menos crítico, más paciente y tolerante con los demás, pero sin tener que estar de acuerdo con los puntos de vista o las acciones de otros.
Actuar desde la mente o desde el corazón
Hay una gran diferencia en tomar una postura del corazón con respecto a nuestras opiniones o en hacerlo desde una postura meramente mental, que siempre deviene en separación y conflictos.
La latitud compasiva puede ayudar a reducir la separación y el estrés, haciendo que sea más fácil encontrar el ritmo, el equilibrio y el flujo durante estos tiempos de complejidad, de cambio e imprevisibilidad.
Vivir en separación bloquea la energía de nuestro corazón en las interrelaciones personales, lo que se traduce en estrés y conflictos pues tendemos culpar a los demás de las situaciones que estamos viviendo. A medida que practicamos la latitud compasiva hacia nosotros mismos y hacia los demás se abre nuestro corazón y esa es la puerta de entrada a la intuición y a una conexión más auténtica y profunda con nosotros mismos y con los demás.
La compasión es el factor que falta en la ecuación para conseguir la paz.
La latitud compasiva puede ayudar a reducir la separación y el estrés, haciendo que sea más fácil encontrar el ritmo, el equilibrio y el flujo durante estos tiempos de complejidad, de cambio e imprevisibilidad.
Vivir en separación bloquea la energía de nuestro corazón en las interrelaciones personales, lo que se traduce en estrés y conflictos pues tendemos culpar a los demás de las situaciones que estamos viviendo. A medida que practicamos la latitud compasiva hacia nosotros mismos y hacia los demás se abre nuestro corazón y esa es la puerta de entrada a la intuición y a una conexión más auténtica y profunda con nosotros mismos y con los demás.
La compasión es el factor que falta en la ecuación para conseguir la paz.
Ejercicio de Enfoque de atención - Latitud compasiva
- Comienza con una respiración tranquila mientras irradias sentimientos de gratitud. Esto ayuda a bajar la energía de nuestra mente a nuestro corazón.
- A continuación, reflexiona durante unos minutos, donde podrías aportar tu latitud más compasiva: ¿en el trabajo, en casa, viendo las noticias, resolviendo los problemas de comunicación?...
- Ahora visualízate cambiando tus pensamientos de crítica y juicio, tus enfados y respuestas airadas, tu falta de tolerancia o tu actitud de separación por una latitud compasiva para los demás y para ti. Practicar varios días seguidos ayuda a anclar este valioso hábito.
- Ahora, irradia compasión y latitud a personas con creencias diferentes a las tuyas o a aquellas cuyas opiniones tienden a crear separación, estrés, caos… conflicto, en definitiva. La latitud compasiva conlleva la comprensión de que la mayoría de las personas están haciendo lo mejor que pueden de acuerdo con su conciencia y su sobrecarga de estrés.
- Finalmente envía un sentimiento de cuidado y compasión genuinos a todos los seres que están sufriendo dificultades en todo el planeta. Al irradiar amor incondicional y compasión te beneficia a ti como emisor, en primer lugar, y después a los receptores ya que todos estamos conectados.
Gracias por tu participación en este encuentro de meditación conjunta.
Artículo basado en la traducción de la convocatoria del HeartMath Institute y de Global Coherence Iniciative – Más información en: https://www.heartmath.org/gci/