El otoño es la estación que invita a la renovación y depuración tanto exterior como interior de nuestro organismo, pero también es el momento idóneo para la introspección, el hecho de que las horas de luz se vayan acortando invita al recogimiento y la reflexión. Las culturas China con su medicina tradicional y la India con la Ayurveda aportan remedios naturales para disfrutar plenamente de la nueva estación.
En la medicina china el otoño está asociado con el elemento metal, con los pulmones y el intestino grueso. El elemento metal gobierna la piel y los cabellos. Este elemento favorece la conexión entre las ideas, las emociones, el intercambio de información entre el exterior y el
interior.
Los problemas pulmonares y cutáneos, muy comunes en las estaciones frías, están relacionados entre sí. Eccemas y erupciones suelen ser un sistema de eliminación de los desperdicios.
A su vez pulmones e intestino grueso tienen una estrecha relación y especialmente en el otoño e invierno deberán trabajar conjuntamente.
El exceso de grasas, alcohol, café, azúcar, alimentos procesados, etc., conlleva una acumulación excesiva de toxinas en el organismo. A menudo los órganos encargados de eliminarlas, como el hígado, los riñones y el intestino, se sobrecargan. La acumulación de toxinas es el origen de múltiples desarreglos y enfermedades, sobrecargan los distintos órganos y tejidos, de manera que no pueden llevar a cabo sus funciones correctamente, por ello es bueno “limpiarlo” de vez en cuando. Hay muchas maneras de depurar el organismo. Ayunos radicales, semiayunos a base de frutas, verduras y arroz integral, o dietas depurativas. Las dietas depurativas son muy fáciles de seguir mientras sigues con tu ritmo de vida normal. Incluyen alimentos con muy poca carga de tóxicos, ricos en vitaminas, minerales, agua, fibra, fitonutrientes y grasas saludables, que favorecen los procesos de limpieza del cuerpo y eliminan aquellos alimentos que dificultan la depuración o añaden toxinas a nuestro organismo. Si seguís
estos consejos durante una o dos semanas, os aseguro que os sentiréis mucho mejor. Puesto que hay que hacer algunos cambios en la rutina habitual, es conveniente que elijáis el momento oportuno para hacerlo.
Lo ideal sería realizar una depuración suave durante tres días a base de caldos de verduras, o frutas (uvas, manzanas o membrillos). Es aconsejable no mezclar varios tipos de fruta en una misma comida para favorecer la digestión.
Las verduras deben ser cocinados a baja temperatura y que queden en su punto, no demasiado blandos para que conserven sus vitaminas. Tomarlas calientes para proporcionar calor al cuerpo y acompañarlas con algunas especias que ayuden a subir la temperatura corporal.
Especias como el clavo, cardamomo, jengibre, canela, romero, nuez moscada, cúrcuma, hinojo… pueden proporcionar sabor extra a un plato.
Intenta evitar durante esos días los lácteos y alimentos animales.
En la medicina china el otoño está asociado con el elemento metal, con los pulmones y el intestino grueso. El elemento metal gobierna la piel y los cabellos. Este elemento favorece la conexión entre las ideas, las emociones, el intercambio de información entre el exterior y el
interior.
Los problemas pulmonares y cutáneos, muy comunes en las estaciones frías, están relacionados entre sí. Eccemas y erupciones suelen ser un sistema de eliminación de los desperdicios.
A su vez pulmones e intestino grueso tienen una estrecha relación y especialmente en el otoño e invierno deberán trabajar conjuntamente.
El exceso de grasas, alcohol, café, azúcar, alimentos procesados, etc., conlleva una acumulación excesiva de toxinas en el organismo. A menudo los órganos encargados de eliminarlas, como el hígado, los riñones y el intestino, se sobrecargan. La acumulación de toxinas es el origen de múltiples desarreglos y enfermedades, sobrecargan los distintos órganos y tejidos, de manera que no pueden llevar a cabo sus funciones correctamente, por ello es bueno “limpiarlo” de vez en cuando. Hay muchas maneras de depurar el organismo. Ayunos radicales, semiayunos a base de frutas, verduras y arroz integral, o dietas depurativas. Las dietas depurativas son muy fáciles de seguir mientras sigues con tu ritmo de vida normal. Incluyen alimentos con muy poca carga de tóxicos, ricos en vitaminas, minerales, agua, fibra, fitonutrientes y grasas saludables, que favorecen los procesos de limpieza del cuerpo y eliminan aquellos alimentos que dificultan la depuración o añaden toxinas a nuestro organismo. Si seguís
estos consejos durante una o dos semanas, os aseguro que os sentiréis mucho mejor. Puesto que hay que hacer algunos cambios en la rutina habitual, es conveniente que elijáis el momento oportuno para hacerlo.
Lo ideal sería realizar una depuración suave durante tres días a base de caldos de verduras, o frutas (uvas, manzanas o membrillos). Es aconsejable no mezclar varios tipos de fruta en una misma comida para favorecer la digestión.
Las verduras deben ser cocinados a baja temperatura y que queden en su punto, no demasiado blandos para que conserven sus vitaminas. Tomarlas calientes para proporcionar calor al cuerpo y acompañarlas con algunas especias que ayuden a subir la temperatura corporal.
Especias como el clavo, cardamomo, jengibre, canela, romero, nuez moscada, cúrcuma, hinojo… pueden proporcionar sabor extra a un plato.
Intenta evitar durante esos días los lácteos y alimentos animales.
Propuesta para una depuración natural
Los alimentos que deben constituir la base de tu dieta durante estos días son:
Agua mineral.
El agua ayuda a eliminar las toxinas a través del sudor, las heces y la orina.
Es imposible plantearse una depuración sin agua. Empieza el día con un gran vaso de agua templada con el zumo de medio limón. Esta medida te ayudará a hidratarte, evitará el estreñimiento (mucha gente va directa al baño justo después) y además es un excelente depurativo. Deja pasar al menos 20 minutos entre el agua y el desayuno. Hay personas que se
estriñen con el limón, si es tu caso, toma sólo el vaso de agua templada o prueba a tomar, además del agua con limón, una cucharada de aceite de oliva en ayunas.
Infusiones depurativas.
Los tés y las infusiones están de moda. El té verde, rojo y blanco, Roiboos, infusiones de diente de león, alcachofera y boldo, además de hidratarte ayudarán a tu hígado y riñones a eliminar toxinas. Evita el té negro que tiene mucha teína.
Frutas.
Las frutas tienen gran cantidad de agua, fibra y vitaminas antioxidantes. La fibra te ayudará a evitar el estreñimiento (para depurar el organismo es muy importante que las funciones de eliminación se hagan correctamente), y las vitaminas y antioxidantes ayudan al hígado a fabricar sus enzimas “desintoxicantes” y a neutralizar los radicales libres. Lo ideal sería consumir las de origen ecológico, por su ausencia de pesticidas, pero como esto no siempre es posible, asegúrate de lavarlas bien o pelarlas antes de consumirlas.
Verduras y hortalizas.
También te aportan agua, fibra, vitaminas y minerales. Toma una gran ración de ensalada o verdura cocida, tanto en la comida como en la cena, aliñada con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de limón (no vinagre). Todas las verduras y hortalizas son buenas, pero las que tienen mayores efectos desintoxicantes son las alcachofas, pimientos, remolacha, las crucíferas (coles de Bruselas, repollo, brócoli, lombarda, etc), el pepino, la calabaza, las espinacas y el tomate.
Cereales integrales.
Los mejores para las depuraciones son los que no llevan gluten, ya que irritan menos el intestino, como el arroz, el maíz, la quinoa o el mijo. La avena también es una excelente opción, si la toma cruda en el desayuno déjala a remojo en agua o leche de arroz o avena el día anterior, para que sea más digestiva. Estos cereales muy bajos en toxinas, que te darán energía extra mientras limpias tu organismo y añadirán fibra a tu dieta. Intenta evitar al máximo el trigo, pues no es conveniente en los procesos de limpieza del organismo.
Legumbres.
Toma un par de días a la semana un plato de legumbres con verduras y algún cereal (arroz integral o quinoa), acompañado de una gran ensalada. Es una comida muy sana, nutritiva, rica en fibra y que constituye una proteína completa.
Frutos secos y semillas.
Como las nueces, almendras, avellanas, pipas de calabaza y girasol. Son ricos en grasas buenas, vitaminas, minerales y antioxidantes. Lo ideal es tomarlos crudos y sin salar. Toma todos los días un puñadito, solos o añadiéndolos a las verduras y ensaladas. Les darán un toque muy especial a tus platos. Estos alimentos deberán constituir la base de tu dieta durante unas dos semanas. Como ves la lista de alimentos es muy amplia, y muy fácil de seguir. Mientras estés siguiendo una dieta depurativa es conveniente que restrinjas el consumo de cereales con gluten (trigo, cebada, centeno) y lácteos, pues son más difíciles de desintoxicar y pueden irritar ligeramente el intestino.
Los alimentos que sí debes evitar
Durante estos días son las carnes rojas y embutidos, cualquier alimento que lleve azúcar (galletas, bollos, cereales, bebidas azucaradas), cereales refinados (pan, pasta, arroz blanco), café y por supuesto alcohol. También es conveniente que durante la dieta depurativa dejes de
tomar los suplementos de proteínas (si es que lo tomabas anteriormente).
Si quieres puedes ayudar en los procesos de limpieza con algún preparado herbario que contenga cardo mariano, diente de león, alcachofera, boldo, menta, salvia, etc, que son plantas depurativas del hígado. Los factores lipotrópicos (colina, inositol, L-metionina) también son una excelente ayuda para limpiar el hígado. Los procesos de eliminación tienen que funcionar bien, por ello si hay estreñimiento hay que tratarlo. El salvado de avena, las fibras de Psyllium, o los compuestos comerciales para “limpiar el colon” ayudarán a liberar el intestino. Cuando vayas a tomar suplementos de plantas siempre es recomendable que consultes con un profesional.
Si eres deportista durante estos días es conveniente que reduzcas la intensidad de tus entrenamientos, pues el cuerpo estará empleando todas sus energías en los procesos de limpieza.
Es posible que aparezcan las “crisis curativas”, y que al principio te encuentres un poco peor, estos síntomas son normales e irán desapareciendo poco a poco. Ya verás como al final del proceso te encuentras con energías renovadas.
Agua mineral.
El agua ayuda a eliminar las toxinas a través del sudor, las heces y la orina.
Es imposible plantearse una depuración sin agua. Empieza el día con un gran vaso de agua templada con el zumo de medio limón. Esta medida te ayudará a hidratarte, evitará el estreñimiento (mucha gente va directa al baño justo después) y además es un excelente depurativo. Deja pasar al menos 20 minutos entre el agua y el desayuno. Hay personas que se
estriñen con el limón, si es tu caso, toma sólo el vaso de agua templada o prueba a tomar, además del agua con limón, una cucharada de aceite de oliva en ayunas.
Infusiones depurativas.
Los tés y las infusiones están de moda. El té verde, rojo y blanco, Roiboos, infusiones de diente de león, alcachofera y boldo, además de hidratarte ayudarán a tu hígado y riñones a eliminar toxinas. Evita el té negro que tiene mucha teína.
Frutas.
Las frutas tienen gran cantidad de agua, fibra y vitaminas antioxidantes. La fibra te ayudará a evitar el estreñimiento (para depurar el organismo es muy importante que las funciones de eliminación se hagan correctamente), y las vitaminas y antioxidantes ayudan al hígado a fabricar sus enzimas “desintoxicantes” y a neutralizar los radicales libres. Lo ideal sería consumir las de origen ecológico, por su ausencia de pesticidas, pero como esto no siempre es posible, asegúrate de lavarlas bien o pelarlas antes de consumirlas.
Verduras y hortalizas.
También te aportan agua, fibra, vitaminas y minerales. Toma una gran ración de ensalada o verdura cocida, tanto en la comida como en la cena, aliñada con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas gotas de limón (no vinagre). Todas las verduras y hortalizas son buenas, pero las que tienen mayores efectos desintoxicantes son las alcachofas, pimientos, remolacha, las crucíferas (coles de Bruselas, repollo, brócoli, lombarda, etc), el pepino, la calabaza, las espinacas y el tomate.
Cereales integrales.
Los mejores para las depuraciones son los que no llevan gluten, ya que irritan menos el intestino, como el arroz, el maíz, la quinoa o el mijo. La avena también es una excelente opción, si la toma cruda en el desayuno déjala a remojo en agua o leche de arroz o avena el día anterior, para que sea más digestiva. Estos cereales muy bajos en toxinas, que te darán energía extra mientras limpias tu organismo y añadirán fibra a tu dieta. Intenta evitar al máximo el trigo, pues no es conveniente en los procesos de limpieza del organismo.
Legumbres.
Toma un par de días a la semana un plato de legumbres con verduras y algún cereal (arroz integral o quinoa), acompañado de una gran ensalada. Es una comida muy sana, nutritiva, rica en fibra y que constituye una proteína completa.
Frutos secos y semillas.
Como las nueces, almendras, avellanas, pipas de calabaza y girasol. Son ricos en grasas buenas, vitaminas, minerales y antioxidantes. Lo ideal es tomarlos crudos y sin salar. Toma todos los días un puñadito, solos o añadiéndolos a las verduras y ensaladas. Les darán un toque muy especial a tus platos. Estos alimentos deberán constituir la base de tu dieta durante unas dos semanas. Como ves la lista de alimentos es muy amplia, y muy fácil de seguir. Mientras estés siguiendo una dieta depurativa es conveniente que restrinjas el consumo de cereales con gluten (trigo, cebada, centeno) y lácteos, pues son más difíciles de desintoxicar y pueden irritar ligeramente el intestino.
Los alimentos que sí debes evitar
Durante estos días son las carnes rojas y embutidos, cualquier alimento que lleve azúcar (galletas, bollos, cereales, bebidas azucaradas), cereales refinados (pan, pasta, arroz blanco), café y por supuesto alcohol. También es conveniente que durante la dieta depurativa dejes de
tomar los suplementos de proteínas (si es que lo tomabas anteriormente).
Si quieres puedes ayudar en los procesos de limpieza con algún preparado herbario que contenga cardo mariano, diente de león, alcachofera, boldo, menta, salvia, etc, que son plantas depurativas del hígado. Los factores lipotrópicos (colina, inositol, L-metionina) también son una excelente ayuda para limpiar el hígado. Los procesos de eliminación tienen que funcionar bien, por ello si hay estreñimiento hay que tratarlo. El salvado de avena, las fibras de Psyllium, o los compuestos comerciales para “limpiar el colon” ayudarán a liberar el intestino. Cuando vayas a tomar suplementos de plantas siempre es recomendable que consultes con un profesional.
Si eres deportista durante estos días es conveniente que reduzcas la intensidad de tus entrenamientos, pues el cuerpo estará empleando todas sus energías en los procesos de limpieza.
Es posible que aparezcan las “crisis curativas”, y que al principio te encuentres un poco peor, estos síntomas son normales e irán desapareciendo poco a poco. Ya verás como al final del proceso te encuentras con energías renovadas.
Ideas para prepararnos
Fortalecer los Pulmones.
La práctica de la respiración consciente y profunda es una de las maneras más sencillas y más importantes para la salud en general. El oxígeno, una buena respiración, son tan importantes como un buen alimento en el momento adecuado. Si fuma, le invito a que se plantee la opción de dejarlo. Busque una actividad física que estimule el trabajo de sus pulmones, hacer yoga, bailar, saltar a la comba, siempre que su condición física lo permita, dedique un tiempo a diario a cuidarlos. Abrigar con cariño y atención cuello, pecho y espalda. Eliminar todo producto enlatado y empaquetado pues los conservantes con los que se elaboran son potentes alérgenos.
Limpiar el Intestino
Plantéate al menos un fin de semana, comiendo abundante fruta y verdura. Aprovecha las que son propias de la estación. En la mañana opta por las frutas, tanto masticadas como en zumo. Aprovecha la uva, que ahora se está recogiendo y que es un excelente tónico para los pulmones y el intestino grueso. En la tarde opta por caldos de verdura que incluyan apio, ajo y perejil. Infusiones de bardana, consuelda, raíz de regaliz, corteza de cerezo, entre otros, que puedes tomar a pequeñas dosis, pero de manera constante.
Limpiar la Piel
Lavarte todos los días con un buen masaje que elimine restos de piel. Puede ser con un cepillo suave o con una mezcla que incluya hojuelas de avena que harán las veces de exfoliante. Aceites de Almendra, jojoba o aceite de oliva, con movimiento circulares que activen la circulación.
La práctica de la respiración consciente y profunda es una de las maneras más sencillas y más importantes para la salud en general. El oxígeno, una buena respiración, son tan importantes como un buen alimento en el momento adecuado. Si fuma, le invito a que se plantee la opción de dejarlo. Busque una actividad física que estimule el trabajo de sus pulmones, hacer yoga, bailar, saltar a la comba, siempre que su condición física lo permita, dedique un tiempo a diario a cuidarlos. Abrigar con cariño y atención cuello, pecho y espalda. Eliminar todo producto enlatado y empaquetado pues los conservantes con los que se elaboran son potentes alérgenos.
Limpiar el Intestino
Plantéate al menos un fin de semana, comiendo abundante fruta y verdura. Aprovecha las que son propias de la estación. En la mañana opta por las frutas, tanto masticadas como en zumo. Aprovecha la uva, que ahora se está recogiendo y que es un excelente tónico para los pulmones y el intestino grueso. En la tarde opta por caldos de verdura que incluyan apio, ajo y perejil. Infusiones de bardana, consuelda, raíz de regaliz, corteza de cerezo, entre otros, que puedes tomar a pequeñas dosis, pero de manera constante.
Limpiar la Piel
Lavarte todos los días con un buen masaje que elimine restos de piel. Puede ser con un cepillo suave o con una mezcla que incluya hojuelas de avena que harán las veces de exfoliante. Aceites de Almendra, jojoba o aceite de oliva, con movimiento circulares que activen la circulación.