Visión amplia



Luis Arribas Mercado

23/10/2020

Normalmente, soy yo el que conduce cuando viajamos, pero el otro día dejé el volante en manos de mi mujer y me dediqué a ver lo que nunca antes veía: los paisajes, la lluvia regando los campos, el arco iris, las ovejas y las vacas...



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Observé la belleza de un país como el nuestro, que no tiene nada que envidiar a otros; un país donde se dan los mejores vinos del mundo, las mejores naranjas, el mejor aceite, el mejor queso, el mejor pan y el mejor jamón. En todo eso me iba fijando y me di cuenta de que, seguramente por primera vez, me estaba parando a reflexionar sobre aspectos del mundo en que vivo que me estaban pasando desapercibidos.

Conducir tiene el inconveniente de que de una panorámica de 180º apenas vemos 90º, lo justo para conducir adecuadamente. Y también pensé que, incluso sin conducir, también llevamos muchas veces las orejeras puestas, como los burros. Nuestra mente se focaliza tanto en lo que hay que hacer y en cómo hacerlo, que nos pasan desapercibidas las alternativas que podrían ayudarnos a hacerlo mejor o más rápido.
 
Y con las personas nos pasa lo mismo, nos posicionamos de entrada ante el aspecto físico de alguien y luego nos cuesta cambiar de opinión aunque la realidad nos demuestre que estábamos equivocados en nuestras percepciones. Los que más saben insisten mucho en que no nos quedemos con lo obvio, que miremos un poco más allá, que la realidad tiene muchos matices y que no es bueno quedarse solo con uno, porque ése es el primer paso que nos lleva al error.
 
Tener una visión amplia tanto de nosotros como de los demás y del mundo que nos rodea, es un paso imprescindible para caminar adecuadamente, y a eso se llega gracias a la experiencia, la observación, la objetividad... y la humildad.   Reconocer nuestras limitaciones es el primer paso para superarlas y todos tenemos limitaciones, y no hablo de límites, que son físicos y están fuera de nosotros, sino de limitaciones que están alojadas de la frente hacia dentro.                     

Las limitaciones provienen casi siempre de la visión reducida, la que generalmente nos viene dada por los medios de comunicación, por programas educativos reduccionistas de la mente humana, por creencias religiosas exclusivistas y castrantes de la verdadera religiosidad, en fin, por todo aquello que hace que veamos solo lo que quieren que veamos en detrimento de la verdad y de la libertad, dones muy preciados que tenemos los seres humanos.

 

Extraído del libro “Entre nosotros…” editado por Ediciones Erenar, S.L. y que puedes encontrar en esta página web en la sección de Libros o haciendo click en el siguiente enlace: Comprar libro "Entre nosotros".

 






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