Un sueño



Alfonso Mulió

19/06/2015



freeimages.com
Veo un planeta lejano. Es diferente a la Tierra. Aparezco en su superficie, estoy en la calle y todo es un gran jardín que se pierde en el horizonte. Hay personas que hacen su vida normalmente; personas paseando tranquilamente, madres con sus niños en los carritos, niños jugando, personas trabajando. Algunas personas se paran para hablar y compartir sus cosas con mucha calma. El ambiente es de una gran paz, serenidad, felicidad y amor.

Sé que he sido trasladado allí junto con otras personas. En un momento me acuerdo de mis dos hijas y las echo de menos poniéndome un poco nervioso. Un hombre que estaba próximo se acerca y me tranquiliza, diciéndome que ellas estarán bien y en otro lado.

Hay algunos edificios grandes y bastantes separados unos de otros. El aire está muy limpio y el Sol ilumina todo, aunque no hace mucho calor.

El sueño fue de una gran claridad y aunque es muy simple, lo viví con gran intensidad. No me parece especialmente importante las cosas que veo. Lo que si me conmueve es la gran sensación que tengo al ver cómo viven esas personas, esa paz, serenidad, felicidad y amor. Tanto es así, que según me estoy despertando me estoy diciendo: Yo quiero vivir así, quiero vivir como ellos y quiero que sea ya, no quiero esperar más, es tan maravilloso que no puedo esperar. Y entonces –aún con los ojos cerrados- me hago una propuesta: Voy a vivir a partir de ahora de esa manera, como si yo estuviera allí entre ellos, sin importarme como son los demás aquí, “yo voy a vivir de esa forma maravillosa desde ahora”.






Artículo leído 363 veces

Otros artículos de esta misma sección