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¿Es verdad que un problema de tales dimensiones como la crisis climática necesita que el sector público y el sector privado tomen medidas determinantes e inmediatas?
Sí, es verdad. ¿Y es cierto que la sociedad civil no puede hacer nada frente al cambio climático?
No, no es cierto. Existen numerosas formas de reducir tu huella de carbono en el planeta y contribuir así a frenar la crisis climática, pero como es imposible, o casi, desempeñar todas y cada una de las acciones sostenibles porque la rutina, los horarios u otras mil razones no nos lo permiten, vamos a centrarnos en 5 acciones individuales y realmente sencillas que puedes incluir en tu vida diaria desde ya mismo.
5 consejos para reducir tu huella ecológica
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Aquí tienes 5 consejos que reducirán tu huella ecológica. Síguelos y anima a los tuyos a hacer lo mismo. No supondrá un gran cambio en tu vida, pero sí para el futuro del medio ambiente y de las futuras generaciones.
1. Cambia tu energía
Las centrales térmicas son la industria más contaminante. Contrata la luz con una compañía que garantice una producción energética 100% renovable. Te llevará solo unos minutos coger el teléfono, llamar y cambiarte. Estarás contribuyendo a reducir toneladas de CO2 de una sentada y al contratar el servicio con estas compañías favorecemos la desaparición de las centrales térmicas.
2. Cambia tu alimentación.
Consume productos de proximidad y de temporada. Tienen mucho menos impacto, suelen ser más baratos y contienen menos envases.
Es imprescindible reducir el consumo de carne. Incluye en tu dieta un alto porcentaje de frutas, verduras y otros productos de origen vegetal. Todas sus fases de producción consumen 13 veces menos CO2 y también menos agua y emisiones de metano que la producción de carne. La industria cárnica necesita grandes extensiones de cultivo para la alimentación de los animales y, además, favorecen la deforestación de la selva amazónica que es vital para mantener el equilibrio climático.
Cada día en muchos países del mal llamado “primer mundo” se tiran a la basura toneladas de alimentos, por eso es importante evitar el desperdicio, nuestros hábitos de consumo favorecen esta situación que ya es culpable del 8% de las emisiones globales. Cambia tus hábitos de consumo, planifica y organiza tus comidas comprando estrictamente lo necesario.
3. Cambia tu transporte.
Mejora tu salud y la del planeta moviéndote a pie o en bicicleta. Si no es lo tuyo, desplázate con transporte público siempre que puedas.
Sabemos que la forma más rápida y cómoda de viajar cuando tienes que hacer un trayecto más largo de lo normal es el avión, pero siempre que puedas debes evitarlo, es un medio muy contaminante. Mira que rutas puedes hacer en tren porque implica unas emisiones muy bajas por pasajero y es super cómodo, también en autobús, coche compartido u otros vehículos con menos emisiones.
4. Cambia tu consumo.
El modelo de consumo que hemos definido es insostenible, compramos mucho más de lo que necesitamos, ropa, zapatos, comida... y eso está por encima de las posibilidades del planeta. Trata de reducir tu consumo, reutilizar más lo que tienes y arreglar aquello que se ha estropeado si es posible, con ello reducirás tu huella ecológica drásticamente.
Puedes también reducir el consumo en tu hogar mediante cambios que no cuestan nada. Por ejemplo, no dejes cargando tu móvil toda la noche, una vez que ya tiene la batería totalmente cargada su consumo de energía continua. Tampoco es necesario que uses la secadora, este es un electrodoméstico totalmente prescindible para cualquier persona que viva en un país soleado como España.
5. Haz uso de tus derechos civiles.
Lo que votes, lo que compres, donde te implicas, todo lo que haces puede marcar la diferencia para que los gobiernos, las empresas y las organizaciones cambien sus políticas, sus leyes y sus estrategias en función de tus decisiones, como a quién votar, qué comprar, etc. De este modo las próximas generaciones tendrán una oportunidad.
1. Cambia tu energía
Las centrales térmicas son la industria más contaminante. Contrata la luz con una compañía que garantice una producción energética 100% renovable. Te llevará solo unos minutos coger el teléfono, llamar y cambiarte. Estarás contribuyendo a reducir toneladas de CO2 de una sentada y al contratar el servicio con estas compañías favorecemos la desaparición de las centrales térmicas.
2. Cambia tu alimentación.
Consume productos de proximidad y de temporada. Tienen mucho menos impacto, suelen ser más baratos y contienen menos envases.
Es imprescindible reducir el consumo de carne. Incluye en tu dieta un alto porcentaje de frutas, verduras y otros productos de origen vegetal. Todas sus fases de producción consumen 13 veces menos CO2 y también menos agua y emisiones de metano que la producción de carne. La industria cárnica necesita grandes extensiones de cultivo para la alimentación de los animales y, además, favorecen la deforestación de la selva amazónica que es vital para mantener el equilibrio climático.
Cada día en muchos países del mal llamado “primer mundo” se tiran a la basura toneladas de alimentos, por eso es importante evitar el desperdicio, nuestros hábitos de consumo favorecen esta situación que ya es culpable del 8% de las emisiones globales. Cambia tus hábitos de consumo, planifica y organiza tus comidas comprando estrictamente lo necesario.
3. Cambia tu transporte.
Mejora tu salud y la del planeta moviéndote a pie o en bicicleta. Si no es lo tuyo, desplázate con transporte público siempre que puedas.
Sabemos que la forma más rápida y cómoda de viajar cuando tienes que hacer un trayecto más largo de lo normal es el avión, pero siempre que puedas debes evitarlo, es un medio muy contaminante. Mira que rutas puedes hacer en tren porque implica unas emisiones muy bajas por pasajero y es super cómodo, también en autobús, coche compartido u otros vehículos con menos emisiones.
4. Cambia tu consumo.
El modelo de consumo que hemos definido es insostenible, compramos mucho más de lo que necesitamos, ropa, zapatos, comida... y eso está por encima de las posibilidades del planeta. Trata de reducir tu consumo, reutilizar más lo que tienes y arreglar aquello que se ha estropeado si es posible, con ello reducirás tu huella ecológica drásticamente.
Puedes también reducir el consumo en tu hogar mediante cambios que no cuestan nada. Por ejemplo, no dejes cargando tu móvil toda la noche, una vez que ya tiene la batería totalmente cargada su consumo de energía continua. Tampoco es necesario que uses la secadora, este es un electrodoméstico totalmente prescindible para cualquier persona que viva en un país soleado como España.
5. Haz uso de tus derechos civiles.
Lo que votes, lo que compres, donde te implicas, todo lo que haces puede marcar la diferencia para que los gobiernos, las empresas y las organizaciones cambien sus políticas, sus leyes y sus estrategias en función de tus decisiones, como a quién votar, qué comprar, etc. De este modo las próximas generaciones tendrán una oportunidad.