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He aquí un pequeño resumen de las investigaciones realizadas sobre la Ciencia del Corazón por HMI y por prestigiosas universidades tanto de EE.UU. como de Europa. Este resumen explorará aspectos desconocidos de la Ciencia del Corazón, gran parte de la cual todavía es relativamente poco conocida fuera de los campos de la psicofisiología y la neurocardiología. Destacaremos la investigación que une la Ciencia del Corazón y el conjunto de habilidades altamente prácticas basadas en la investigación y que se recoge dentro del término genérico Sistema HeartMath.
El corazón ha sido considerado como la fuente de las emociones, el coraje y la sabiduría durante siglos. Durante más de 29 años, el Centro de Investigación del Instituto HeartMath ha explorado los mecanismos fisiológicos por los cuales el corazón y el cerebro se comunican y cómo la actividad del corazón influye en nuestras percepciones, emociones, intuición y salud.
Al principio de su investigación, se plantearon el por qué las personas experimentan el sentimiento o la sensación de amor y otras emociones regenerativas, así como el dolor en el área física del corazón. A principios de la década de 1990, fueron pioneros en realizar una investigación que no solo analizó cómo las emociones estresantes afectan la actividad en el sistema nervioso autónomo (SNA) y los sistemas inmunes y hormonales, sino también los efectos de las emociones positivas como la apreciación, la compasión y el cuidado.
El corazón ha sido considerado como la fuente de las emociones, el coraje y la sabiduría durante siglos. Durante más de 29 años, el Centro de Investigación del Instituto HeartMath ha explorado los mecanismos fisiológicos por los cuales el corazón y el cerebro se comunican y cómo la actividad del corazón influye en nuestras percepciones, emociones, intuición y salud.
Al principio de su investigación, se plantearon el por qué las personas experimentan el sentimiento o la sensación de amor y otras emociones regenerativas, así como el dolor en el área física del corazón. A principios de la década de 1990, fueron pioneros en realizar una investigación que no solo analizó cómo las emociones estresantes afectan la actividad en el sistema nervioso autónomo (SNA) y los sistemas inmunes y hormonales, sino también los efectos de las emociones positivas como la apreciación, la compasión y el cuidado.
La variabilidad de la Frecuencia Cardiaca
Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay
A lo largo de los años, han llevado a cabo muchos estudios que han utilizado diferentes medidas fisiológicas como EEG (ondas cerebrales), SCL (conductibilidad de la piel), ECG (corazón), BP (presión arterial), niveles hormonales, etc. Sin embargo, fue la variabilidad de la frecuencia cardíaca o ritmos cardíacos los que arrojaron mediciones más sorprendentes, destacándose este parámetro como el indicador más dinámico de los estados emocionales y con repercusión sobre el nivel de estrés y los procesos cognitivos.
Quedó claro que las emociones estresantes como la frustración, la rabia, el resentimiento, la crítica, etc. conducen a un mayor desorden en los centros cerebrales de nivel superior y el sistema nervioso autónomo y que se reflejan en los ritmos cardíacos y afectan negativamente al funcionamiento de prácticamente todos los sistemas orgánicos.
Estos datos corroboraban sus teorías y les llevaron a una comprensión mucho más profunda de las vías neuronales y de comunicación entre el corazón y el cerebro. También observaron que el corazón actuaba como si tuviera una mente propia y podría influir significativamente en la forma en que percibimos y respondemos en nuestras interacciones diarias.
En esencia, parecía que el corazón podría afectar a nuestra consciencia, percepciones e inteligencia. Numerosos estudios han demostrado que la coherencia cardíaca es un estado fisiológico óptimo asociado con una mayor función cognitiva, capacidad de autorregulación, estabilidad emocional y resistencia.
Quedó claro que las emociones estresantes como la frustración, la rabia, el resentimiento, la crítica, etc. conducen a un mayor desorden en los centros cerebrales de nivel superior y el sistema nervioso autónomo y que se reflejan en los ritmos cardíacos y afectan negativamente al funcionamiento de prácticamente todos los sistemas orgánicos.
Estos datos corroboraban sus teorías y les llevaron a una comprensión mucho más profunda de las vías neuronales y de comunicación entre el corazón y el cerebro. También observaron que el corazón actuaba como si tuviera una mente propia y podría influir significativamente en la forma en que percibimos y respondemos en nuestras interacciones diarias.
En esencia, parecía que el corazón podría afectar a nuestra consciencia, percepciones e inteligencia. Numerosos estudios han demostrado que la coherencia cardíaca es un estado fisiológico óptimo asociado con una mayor función cognitiva, capacidad de autorregulación, estabilidad emocional y resistencia.
Comunicación entre el corazón y el cerebro craneal
Imagen de mohamed Hassan en Pixabay
Gracias a estos estudios tenemos una comprensión científica mucho más profunda de muchas de nuestras preguntas originales que explican cómo y por qué la actividad cardíaca afecta a la claridad mental, a la creatividad, al equilibrio emocional, a la intuición y a la efectividad personal. Las investigaciones de IHM, la Universidad de Stanford, la de Oxford y otras instituciones de prestigio, indican que el corazón es mucho más que una simple bomba. El corazón es, de hecho, un centro de procesamiento de información altamente complejo con su propio cerebro funcional, comúnmente llamado cerebro del corazón.
Este pequeño cerebro del corazón se comunica e influye en el cerebro craneal a través del sistema nervioso, el sistema hormonal y otras vías. Estas influencias afectan a la función cerebral y a la mayoría de los órganos principales del cuerpo y juegan un papel importante en la experiencia mental y emocional y, por lo tanto, en la calidad de nuestras vidas.
En los últimos años, han llevado a cabo una serie de estudios de investigación que han explorado temas como la electrofisiología de la intuición y el grado en que el campo magnético del corazón -que irradia fuera del cuerpo- transporta información que afecta a otras personas e incluso a nuestras mascotas, y conecta y une a las personas de manera sorprendente. También lanzaron a nivel planetario la Iniciativa de Coherencia Global (GCI), que explora la interconectividad de la humanidad con los campos magnéticos de la Tierra.
Este pequeño cerebro del corazón se comunica e influye en el cerebro craneal a través del sistema nervioso, el sistema hormonal y otras vías. Estas influencias afectan a la función cerebral y a la mayoría de los órganos principales del cuerpo y juegan un papel importante en la experiencia mental y emocional y, por lo tanto, en la calidad de nuestras vidas.
En los últimos años, han llevado a cabo una serie de estudios de investigación que han explorado temas como la electrofisiología de la intuición y el grado en que el campo magnético del corazón -que irradia fuera del cuerpo- transporta información que afecta a otras personas e incluso a nuestras mascotas, y conecta y une a las personas de manera sorprendente. También lanzaron a nivel planetario la Iniciativa de Coherencia Global (GCI), que explora la interconectividad de la humanidad con los campos magnéticos de la Tierra.
Un mundo mejor es posible desde el corazón
Imagen de Vlad Ymyr en Pixabay
Esta descripción general pone de manifiesto los principales hallazgos de la investigación y el papel fascinante e importante que juega el corazón en nuestra coherencia personal y los cambios positivos que ocurren en la salud, las funciones mentales, la percepción, el aprendizaje, la felicidad y los niveles de energía a medida que las personas practican las técnicas de activar el corazón, respirar desde el corazón y enfocar la atención en lo que el corazón piensa, siente y dice.
Practicar esas sencillas técnicas aumenta la coherencia del corazón y la capacidad de autorregulación de las emociones, provocando en el individuo referencias internas que tienen que ver con la intuición, con una inteligencia superior y con un mayor estado de equilibrio… lo que genera respuestas más acertadas a los desafíos que la vida nos presenta. Hace unas décadas estas afirmaciones eran tan solo hipótesis, hoy, gracias a los avances de la tecnología, se pueden medir objetivamente todas esas variables, que se reflejan en la fisiología, en el campo energético, en el campo mental y en el emocional.
Pero quizás los hallazgos más importantes se refieran no sólo a la posibilidad del cambio personal o individual cuando se alcanza la coherencia cardiaca, sino como ésta se expande en el contexto de nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo, nuestra comunidad, etc. Así, hoy los científicos concluyen que el hecho de ser responsables y aumentar nuestra coherencia personal no solo mejora la salud y la felicidad propia, sino que también alimenta e influye en un entorno de campo global. Se postula que a medida que un número creciente de personas sume energía coherente al campo global, esto ayudará a fortalecer y estabilizar los circuitos de retroalimentación mutuamente beneficiosos entre los seres humanos y los campos magnéticos de la Tierra.
Practicar esas sencillas técnicas aumenta la coherencia del corazón y la capacidad de autorregulación de las emociones, provocando en el individuo referencias internas que tienen que ver con la intuición, con una inteligencia superior y con un mayor estado de equilibrio… lo que genera respuestas más acertadas a los desafíos que la vida nos presenta. Hace unas décadas estas afirmaciones eran tan solo hipótesis, hoy, gracias a los avances de la tecnología, se pueden medir objetivamente todas esas variables, que se reflejan en la fisiología, en el campo energético, en el campo mental y en el emocional.
Pero quizás los hallazgos más importantes se refieran no sólo a la posibilidad del cambio personal o individual cuando se alcanza la coherencia cardiaca, sino como ésta se expande en el contexto de nuestra familia, nuestros compañeros de trabajo, nuestra comunidad, etc. Así, hoy los científicos concluyen que el hecho de ser responsables y aumentar nuestra coherencia personal no solo mejora la salud y la felicidad propia, sino que también alimenta e influye en un entorno de campo global. Se postula que a medida que un número creciente de personas sume energía coherente al campo global, esto ayudará a fortalecer y estabilizar los circuitos de retroalimentación mutuamente beneficiosos entre los seres humanos y los campos magnéticos de la Tierra.
María Pinar Merino
Fuente: Información recopilada del Instituto HeartMath