No puedo vivir sin ti



Maria Pinar Merino Martin

17/04/2018

Las relaciones de dependencia se caracterizan por ser inestables, destructivas y marcadas por un fuerte desequilibrio, donde el dependiente se somete, idealiza y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les causa se sienten incapaces de dejarla.



Photo by Pablo Heimplatz on Unsplash

Las relaciones de dependencia se caracterizan por ser inestables, destructivas y marcadas por un fuerte desequilibrio, donde el dependiente se somete, idealiza y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma negativa a su autoestima, y a su salud física y/o mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les causa se sienten incapaces de dejarla. Tienen mucho miedo a la soledad y pánico a la ruptura, la cual en caso de producirse conduce a la vivencia del síndrome de abstinencia: con intensos deseos de retomar la relación pese a lo dolorosa que esta haya sido, pensamientos obsesivos, y síntomas de ansiedad y depresión, los cuales desaparecen de forma inmediata en caso de reanudarse la relación o comenzar una nueva que sustituya la anterior.
No sólo se puede dar en la pareja sino en cualquier tipo de relación afectiva.
Los dependientes emocionales tienen una necesidad excesiva de afecto y de ser queridos y tratarán de conseguir este afecto a lo largo de sus diferentes relaciones de pareja. Muestran una clara resistencia a perder la fuente de seguridad y afecto que constituye su pareja. Son frecuentes las distorsiones cognitivas como el autoengaño y la negación de información que le proporciona su entorno. Poco a poco estas relaciones tan destructivas se van fortaleciendo, de modo que al sujeto le resulta cada vez más difícil salir de ellas.
Siguiendo la línea de la teoría del apego, el vínculo afectivo que el dependiente reproduce en sus relaciones de pareja es el de tipo ansioso-ambivalente, caracterizado por una marcada inseguridad y ansiedad ante la separación. En las relaciones se evidencia en lo siguiente: continua necesidad de saber que es amado por su pareja, búsqueda incesante del candidato a pareja y selección precipitada del mismo, miedo a no ser querido, miedo a la pérdida de su pareja e ideas contradictorias sobre el amor.
 
Existen tres grados de vinculación:
Vinculación afectiva adecuada: Amor sano, consistente en dar y recibir. Vinculación afectiva exagerada (por defecto): La persona es incapaz de establecer lazos con otras personas. Mostrándose fría, distante y hostil. Vinculación afectiva exagerada (por exceso): Característico de la dependencia emocional. El vínculo que se establece con la pareja estaría desvirtuado por una excesiva necesidad de afecto, con el fin de compensar sus carencias afectivas.
Constituye el polo opuesto de la desvinculación, siendo ambas formas de vinculación patológicas  y desadaptativas en las relaciones interpersonales.
La incidencia que presenta la dependencia emocional entre la población ronda el 10%, según un estudio del año 2006 de la Fundación Instituto Espiral. Presenta síntomas variados que dificultan su diagnóstico, desde la depresión, los trastornos obsesivos o los síndromes desadaptativos.
 
Eliminar la dependencia emocional  es posible, para ello es uno mismo el que debe tomar la decisión de cambiar para tener una mejor calidad de vida. Las personas que sufren de apego excesivo, no disfrutan de las relaciones, se enganchan en exceso y pierden su individualidad satisfactoria. Hay un mayor porcentaje de mujeres con este problema, aunque también hay hombres que lo sufren exactamente igual que cualquier mujer, con la desventaja de que les suele dar más vergüenza acudir a una consulta psicológica. Sienten que su hombría está en duda, cuando en realidad nada de eso tiene que ver, una autoestima baja puede acarrear este problema, independientemente del sexo de la persona.
 
Co-dependencia emocional:
 
Se da en personas con gran necesidad de agradar. Suelen buscar por pareja, personas con problemas (como adicciones a sustancias, alcohol, ludopatía, etc.) o débiles en algún sentido. Tienen una excesiva necesidad de garantizar el bienestar de su pareja, asumiendo la pesada carga de sus problemas como suyos y tratando de resolverlos. Priorizan tanto el cuidado del otro, que lo anteponen a sus propias necesidades. Con lo cual, a lo largo de la relación la falta de equidad produce en el co-dependiente malestar y resentimiento. El rol que adopta el co-dependiente es el de cuidador/salvador de su pareja.
 
CARACTERÍSTICAS DE LA CODEPENDENCIA SUMISA
 
"Mis mejores sentimientos respecto de mí mismo proceden del hecho de gustarte".
 
"Mis mejores sentimientos respecto de mí mismo proceden del hecho de recibir tu aprobación".
 
"Tus conflictos perturba mi serenidad. Toda mi atención mental está centrada en solucionarte tus problemas".
 
"Toda mi atención mental está centrada en darte gusto".
 
"Toda mi atención mental está centrada en protegerte".
 
"Toda mi atención mental está centrada en manipularte".
 
"Mi autoestima se ve reforzada por el hecho de solucionarte tus problemas".
 
"Mi autoestima se ve reforzada por el hecho de aliviar tus sufrimientos".
 
"Mis propias aficiones e intereses están al margen. Empleo mi tiempo en compartir tus intereses y tus aficiones".
 
"Tu forma de vestir y tu apariencia personal tienen para mí la máxima prioridad, dado que siento que eres un reflejo de mí mismo. Tus deseos dictan mi conducta".
 
"No soy consciente de cómo me siento. Soy consciente de cómo te sientes".
 
"No soy consciente de qué es lo que quiero. Te pregunto a ti qué es lo que quieres".
 
"Mis ilusiones respecto de mi futuro están estrechamente ligadas a ti".
 
"Mi miedo al rechazo determina lo que digo o lo que hago".
 
"Mi miedo al abandono determina lo que digo o lo que hago".
 
"Mi miedo a que te enfades determina lo que digo o lo que hago".
 
"Utilizo el dar como una forma de sentirme seguro en nuestra relación".
 
"Utilizo el dar como un medio de controlarte".
 
"Mi círculo social disminuye a medida que me implico cada vez más en nuestra relación".
 
"Dejo mis propios valores a un lado con el fin de estar cerca de ti".
 
"Valoro tu opinión y tu forma de hacer las cosas más que la mía".
 
"Mi calidad de vida está en relación con tu calidad de vida".
 
 
CARACTERÍSTICAS DE LA CODEPENDENCIA CONTROLADORA
 
"Toda mi atención mental está centrada en darme gusto y evadirme (con sustancias químicas, el trabajo, la televisión, etc)".
 
"Toda mi atención mental está centrada en controlarte. Creo que si no te controlo, te perderé".
 
"Toda mi atención mental está centrada en manipularte, en forzarte a hacer las cosas a mi manera... habitualmente valiéndome de mi humor, de la lógica o del dinero".
 
"Mi autoestima se ve reforzada por el hecho de solucionarte tus problemas. Si no me pides mi opinión me siento excluido".
 
"Quiero emplear todo mi tiempo contigo y quiero que tú hagas lo mismo. Sin embargo, insistiré en que no te necesito".
 
"No soy consciente de cómo te sientes. No soy consciente de cómo me siento".
 
"No soy consciente de qué es lo que quieres. No soy consciente de qué es lo que quiero".
 
"Mis ilusiones respecto de mi futuro están estrechamente ligadas a ti".
 
"Mi miedo al rechazo determina lo que digo o lo que hago. Pero lo oculto bajo la rabia, la fanfarronería, la soberbia o la actitud dominante".
 
"Utilizo el hecho de enfadarme como un medio de controlar a los demás y de mantenerte a distancia".
 
"Utilizo el dar (habitualmente cosas materiales) como una forma de sentirme seguro y de controlarte. Si te controlo no me dejarás".
 
"Mi círculo social disminuye a medida que me implico cada vez más en mis válvulas de escape (sustancias químicas, televisión, trabajo, etc.)
 
“Me siento vulnerable cuando te acercas demasiado. Pero no te vayas".
 
"Valoro mis propias opiniones y mi forma de hacer las cosas más que las tuyas".
 
"Tengo pocas aficiones e intereses al margen de mis válvulas de escape".
 
"Mis deseos dictan tu conducta, dado que siento que eres un reflejo de mí mismo".
 
"Doy por supuesto que los demás piensan y sienten lo mismo que yo y no puedo comprender ni aceptar las diferencias".
 
"Soy demasiado orgulloso como para pedirte ayuda. No estoy dispuesto a depender nunca de ti. Nunca te diré que te necesito".
 
"Tuve una niñez muy difícil y logré sobrevivir. En un mundo duro, la gente tiene que ser dura Si eres blando, lo tomaré como un signo de debilidad".
 
"Si me comentas algo sobre qué es lo que te pasa emocionalmente, lo tomaré como un reproche hacia mí. Mantén la boca cerrada".
 
Pasos para solucionar las situaciones de dependencia:
 
Admitir que existe un problema. Reconocer todo lo que has hecho (aunque fuera perjudicial para ti) por amor o cariño. Recuperar tu autoestima. Aprender a estar solo.
 
BIBLIOGRAFIA
Libérate de la Codependencia. Melody Beatie. Ed. Sirio
¿Es amor o es adicción? Schaeffer. Ed. Apóstrofe
Recobra tu intimidad. Susan Schaef. Ed. Edaf
Mujeres que aman demasiado. Robin Norwood. Ed. Vergara
El temor al compromiso. Steven Carter y Julia Sokol. Ed Vergara
Codependencia. Dorothy May. Ed. Desclee






Artículo leído 236 veces

Otros artículos de esta misma sección