Photo by Marcus Dall Col on Unsplash
Estamos en época navideña, en un periodo que va desde noviembre a enero es cuando las religiones y culturas de todo el planeta celebran días festivos. Esto hace de esas semanas un momento especial en que el que más personas de todo el planeta comparten y se preocupan por los demás.
Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo sobre física cuántica han demostrado que las personas se influyen entre sí a través de los campos energéticos que les rodean. Estos campos energéticos, aunque invisibles para la mayoría de nosotros, se generan a partir de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Cuando aprendemos a crear una alineación coherente entre nuestro corazón, nuestra mente y nuestras emociones, podemos producir de manera intencionada campos energéticos que eleven nuestro estado de paz, alegría y felicidad, y especialmente nuestra capacidad para tomar mejores decisiones y obtener mejores resultados.
Cuando practicamos la coherencia individualmente, o con otros (lo que aumenta la efectividad), ayudamos a elevar la vibración de la conciencia global que se traduce en más armonía en las interrelaciones, más compasión y amabilidad, y también una mayor inteligencia que nos hace decantarnos por la cooperación en lugar de la separación.
Si logramos, mediante prácticas de meditación, de envíos de energía, de focalización de pensamientos positivos, etc. que aumente la vibración de la inteligencia colectiva, estaremos poniendo nuestro granito de arena para que nuestra vida comience a regirse por los valores universales y la ética y se empezará a abrir paso en nuestra sociedad el sentido común de tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros, con compasión, amabilidad y respeto.
Esta práctica, de alcanzar el estado de coherencia cardiaca (cuando nuestro corazón emite pensamientos, emociones y sentimientos positivos) resolverá el misterio del flujo en nuestras interacciones y nos conducirá al siguiente nivel de economía interna con respecto a la energía que gastamos en elecciones y reacciones sin ningún beneficio.
Podemos observar la política global y los cambios en la Tierra y tomar conciencia de que las cualidades y valores del corazón como la dignidad, la integridad, la compasión y la cooperación son necesarias para elevar la conciencia individual y también la global. La falta de estas cualidades básicas del corazón se está convirtiendo en un obstáculo evidente para llegar a soluciones de concordia y unión. En estos tiempos de incertidumbre que atraviesan todas las sociedades de nuestro planeta necesitamos un marco ético global que oriente nuestros pasos en una dirección común.
Los resultados de las investigaciones llevadas a cabo sobre física cuántica han demostrado que las personas se influyen entre sí a través de los campos energéticos que les rodean. Estos campos energéticos, aunque invisibles para la mayoría de nosotros, se generan a partir de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones. Cuando aprendemos a crear una alineación coherente entre nuestro corazón, nuestra mente y nuestras emociones, podemos producir de manera intencionada campos energéticos que eleven nuestro estado de paz, alegría y felicidad, y especialmente nuestra capacidad para tomar mejores decisiones y obtener mejores resultados.
Cuando practicamos la coherencia individualmente, o con otros (lo que aumenta la efectividad), ayudamos a elevar la vibración de la conciencia global que se traduce en más armonía en las interrelaciones, más compasión y amabilidad, y también una mayor inteligencia que nos hace decantarnos por la cooperación en lugar de la separación.
Si logramos, mediante prácticas de meditación, de envíos de energía, de focalización de pensamientos positivos, etc. que aumente la vibración de la inteligencia colectiva, estaremos poniendo nuestro granito de arena para que nuestra vida comience a regirse por los valores universales y la ética y se empezará a abrir paso en nuestra sociedad el sentido común de tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros, con compasión, amabilidad y respeto.
Esta práctica, de alcanzar el estado de coherencia cardiaca (cuando nuestro corazón emite pensamientos, emociones y sentimientos positivos) resolverá el misterio del flujo en nuestras interacciones y nos conducirá al siguiente nivel de economía interna con respecto a la energía que gastamos en elecciones y reacciones sin ningún beneficio.
Podemos observar la política global y los cambios en la Tierra y tomar conciencia de que las cualidades y valores del corazón como la dignidad, la integridad, la compasión y la cooperación son necesarias para elevar la conciencia individual y también la global. La falta de estas cualidades básicas del corazón se está convirtiendo en un obstáculo evidente para llegar a soluciones de concordia y unión. En estos tiempos de incertidumbre que atraviesan todas las sociedades de nuestro planeta necesitamos un marco ético global que oriente nuestros pasos en una dirección común.
Beneficios de las energías navideñas
Photo by freestocks.org on Unsplash
Durante la temporada navideña, cuando muchas personas interactúan más desde el corazón, es un buen momento para ampliar nuestras intenciones de practicar más la atención, el cuidado, la compasión, la paciencia y la amabilidad con los demás. Hacer esto ayuda a elevar nuestro campo de energía, facilitando que aquellas personas con las que nos relacionamos sientan su propio corazón y conecten con un estímulo espiritual que todos llevamos anclado en el corazón.
Son días que nos invitan a practicar más tiempo irradiando amor y compasión al planeta y a las personas y zonas que más lo necesita. Con un poco de práctica, esto puede convertirse en nuestra forma de vida, en una actitud que llegue a convertirse en un hábito y sea nuestra conducta normal.
Comencemos conectándonos con el corazón en la próxima luna llena, el día 12 de noviembre. Sintonizando con todas las personas que participan en distintos lugares del planeta irradiando amor y aprecio entre nosotros, tomando conciencia de que la señal que emite nuestro corazón se “replica” en los corazones de miles, millones de personas en toda la Tierra que desean alcanzar un mundo mejor para todos.
Son días que nos invitan a practicar más tiempo irradiando amor y compasión al planeta y a las personas y zonas que más lo necesita. Con un poco de práctica, esto puede convertirse en nuestra forma de vida, en una actitud que llegue a convertirse en un hábito y sea nuestra conducta normal.
Comencemos conectándonos con el corazón en la próxima luna llena, el día 12 de noviembre. Sintonizando con todas las personas que participan en distintos lugares del planeta irradiando amor y aprecio entre nosotros, tomando conciencia de que la señal que emite nuestro corazón se “replica” en los corazones de miles, millones de personas en toda la Tierra que desean alcanzar un mundo mejor para todos.
Ejercicio: Enfoque de atención elevación de la conciencia personal y global
Photo by Miguel Bruna on Unsplash
Puedes continuar haciendo esta meditación no sólo en el día de la luna llena, sino todos los días que puedas, ya que esto ayudará a aumentar la frecuencia vibratoria de tu campo personal y también del colectivo.