Maletín de herramientas para un mundo mejor VII



Rafael Ruiz Centeno

22/01/2021

A pesar de saber la importancia de mantener la constancia en las prácticas y técnicas de introspección o de meditación, es necesario hacer gala de fuerza de voluntad para que la vorágine de los acontecimientos que vivimos en el día a día no nos aparte de nuestro objetivo. Vivimos saturados de información y la mayoría de las personas se mantienen ocupados todos los minutos de la jornada… lo “urgente” nos atrapa y vamos relegando los propósitos que nos habíamos hecho. Las prácticas que te proponemos son sencillas.
Por si dudas de qué proyecto personal puedes poner en marcha te proponemos otros dos nuevos, elige el que (o los que) resuenen en ti y adelante.



18) Viviendo el momento

Cada día es un libro en blanco que vamos a rellenar de acontecimientos, pensamientos, sentimientos… Las oportunidades para expresarnos, para que seamos transparentes, para que nuestro interior emerja y salga fuera, a pesar de lo que pudiéramos pensar en principio, son numerosísimas. Sólo hay que estar atentos y centrarnos en el momento presente. Esta práctica va sobre eso.
 
Vas a intentar durante varios días seguidos (estíralo todo lo que puedas) ir viviendo tus minutos uno a uno, haciendo que cada uno de ellos sea “la gran misión de tu vida”. No se trata de estar permanentemente en guardia, acumulando esfuerzos como para desentrañar mensajes crípticos, enigmas ocultos para enaltecimiento de tu sabiduría, sino todo lo contrario. Se trata de ir relajados por la vida, abiertos para disfrutar de cualquier encuentro “casual” por la calle, listos para saborear la calidez de un día con sol o las gotas de lluvia resbalando por tu piel, estar presente y atento cuando alguien nos comunique sus inquietudes, unirte de vez en cuando a los juegos de los niños, apreciar y agradecer cualquier detalle que tengan contigo, ayudar a todos los que puedas y, sobre todo, a los que nadie les ayuda, mirar a los ojos, ser transparente con tus emociones y sentimientos relativizándolos porque sabes que no son algo absoluto o inmutable, antes o después cambiarán ….
 
Recuerda, cada momento es una gran oportunidad que se te ofrece y todos son igual de importantes. Tú sabes que la vida, como la felicidad, se encierra en el momento presente, no la dejes para el futuro.

19) La magia del perdón

Para construir esa sociedad nueva en la cual realizarnos y disfrutar de una forma más abierta hemos de abandonar viejos hábitos, hay que empezar libres de cargas, soltar lastres, limpiar y curar heridas… Y una forma inmejorable y necesaria es practicar el perdón. Es posible que esta práctica sea una de las más difíciles de las que hemos reseñado por aquí pero quizá por eso sea una de las más valiosas.
 
Vas a pensar en alguien con el que tu relación cambió drásticamente por las heridas que te causó. Le vas a imaginar contigo, entablando una conversación pausada en la que le contarás hasta los más mínimos detalles de cómo te sentiste, de cómo su comportamiento hizo que aflorara tu decepción o tu dolor o tu ira. Lo harás serenamente sin guardarte nada en tu interior, te vaciarás completamente sin controlar tampoco cualquier emoción que surja (risa nerviosa, lágrimas…) y después prestarás toda tu atención a lo que esa persona tiene que decirte. Vas a oír sus argumentos, sus ideas, sus motivaciones, sus aparentes dudas o certezas, sus miedos … Y entonces notarás como desde tu centro, desde tu corazón, se irradiará una vibración a todo tu cuerpo, una oleada de calor que te aliviará y que acabará haciéndote sentir muy liviano/a a la vez que te oirás diciendo “Sí, yo te perdono”.
 
Una vez hecho esto vais a comprobar como esa enormidad que os separaba se va haciendo cada vez más pequeña hasta convertirse en una pequeña piedra en el camino, en tu camino, que ahora puedes mirar con tranquilidad asombrándote de que algo tan pequeño pudiera hacer que te desviaras tanto de tu senda. Sigue imaginando que das un pequeño salto y la piedra se queda atrás, ahora sabes que no influirá más en tus pasos futuros.
 
Ya en “el mundo real” comprueba (si te es posible) cómo ha cambiado radicalmente la relación con esa persona. Haz esta práctica todas las veces que necesites perdonar a alguien de tu vida.
 
(Esta práctica está basada en una de las lecciones o posadas del Camino del Corazón. Si quieres, investiga más sobre él.)






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