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Un mundo mejor, un mundo pacífico, un mundo justo, un mundo vibrante, un mundo hermoso … Ese mundo al que todos aspiramos. Pero no basta con desearlo, hemos de merecerlo. Y para eso tenemos que ponernos en marcha. Porque ese mundo soñado no nos va a venir caído del cielo, no se hará realidad sin nuestra aportación, no se nos regalará desde fuera si no lo hemos propiciado desde dentro. No cambiará todo si antes no hemos ido cambiando cada una de sus partes. Y ahí radica nuestra responsabilidad y nuestro poder. Tu poder. Haz que cambie tu mundo y después todo cambiará. Haz pequeños gestos, asume pequeños retos, desarrolla tus pequeños proyectos y comprueba lo que sucede. Y para ello el mejor consejo que nos han dado en los últimos años: abre tu corazón. Sólo eso. Y si quieres, cuéntanoslo. Hazlo a través del correo cglobal@revistaconcienciaglobal.com y nosotros lo compartiremos con todos, porque ya sabes, ya sabemos, que el compartir multiplica los efectos en vez de sumarlos. Así ha sido siempre.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros dos más, elige el que (o los que) resuenen en ti y adelante:
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros dos más, elige el que (o los que) resuenen en ti y adelante:
22) Transmutando a través del perdón
Desde Alcalá de Henares nuestra amiga Minerva-Blanca nos ha hecho llegar un método que ella practica para ir eliminando esos resentimientos que todavía albergamos hacia determinadas personas de nuestra vida. Para ello tenemos que ser conscientes que es a nosotros a quienes más nos pesan esas cargas, que nada positivo puede salir de ir manteniendo en nuestro interior sentimientos negativos hacia nadie, tan sólo nuestro ego puede querer mantenernos enfrentados a otros seres que seguramente tampoco se sienten bien en esa situación. Pero ¿quién da el primer paso? Si eres valiente y quieres hacerlo así, a pecho descubierto, adelante. Da tú ese primer paso y comunícales esa intención de borrar desencuentros.
Pero hay veces en que eso no es posible o no queremos invadir espacios que no son nuestros pero sí queremos limpiar nuestro interior. Y esto es lo que nos propone Minerva: “Has de recortar en una tira de papel unos cuantos corazones pequeños de forma que queden todos unidos y se puedan doblar unos sobre otros en una única figura en forma de corazón. En cada uno de ellos escribirás el nombre de una persona con las que tengas algún desacuerdo. Cada día repasarás la lista mandando AMOR e irás quitando o añadiendo nombres según tu estado de perdón. Y te repetirás también cada día deseo llegar a tener todos los corazones en blanco.”
Gracias Minerva-Blanca, nos parece un modo fantástico de que nuestro corazón quede limpio y reluciente.
Pero hay veces en que eso no es posible o no queremos invadir espacios que no son nuestros pero sí queremos limpiar nuestro interior. Y esto es lo que nos propone Minerva: “Has de recortar en una tira de papel unos cuantos corazones pequeños de forma que queden todos unidos y se puedan doblar unos sobre otros en una única figura en forma de corazón. En cada uno de ellos escribirás el nombre de una persona con las que tengas algún desacuerdo. Cada día repasarás la lista mandando AMOR e irás quitando o añadiendo nombres según tu estado de perdón. Y te repetirás también cada día deseo llegar a tener todos los corazones en blanco.”
Gracias Minerva-Blanca, nos parece un modo fantástico de que nuestro corazón quede limpio y reluciente.
23) Una vida sin miedos, ¿te atreves?
Photo by Elijah Hiett on Unsplash
Creo que todos estamos de acuerdo en que uno de los principales frenos que tenemos hoy día, si no el mayor, es el miedo. Se nos ha ido instalando en nuestra sociedad, en el trabajo, en el entorno, lo podemos palpar en muchos ámbitos en los que nos movemos y, lo que es peor, lo hemos ido dejando que se instale dentro, en nuestro interior. Y ya sabemos sus efectos, nos paraliza, nos impide avanzar, anula muchas de nuestras capacidades, ahoga de una forma sorda nuestra creatividad, no nos permite actuar y ser de la forma en que realmente somos.
Bueno, pues es el momento de empezar a revertir todo eso. Y ¿cómo? Pues, como ya hemos mencionado en otras ocasiones, dando pequeños pasos para salir de él. ¡Venga, que podemos! ¡Tú puedes!
Y para ello te proponemos que identifiques dos situaciones en las que te sientas así, impedido para actuar de acuerdo a lo que realmente piensas, o sientes o eres. Seguro que encontramos unas cuantas. Podría ser que te diera miedo a hablar en público. Pues hazlo, busca inicialmente un grupo no excesivamente numeroso y lánzate a expresar tu opinión; podría ser el miedo a la oscuridad, pues prueba, baja todas las persianas y cierra puertas durante el día, mantente un pequeño rato en la oscuridad diciéndote que eres fuerte en tu interior, que todo está bien a tu alrededor, que nada te amenaza, que estás seguro y protegido por ti mismo; podría ser el miedo a no gustar a los demás, obsérvate cada día diciéndote lo hermoso/a que eres y sal de casa con esa convicción; podría ser el miedo al futuro, a no encontrar trabajo o a perder el que tienes, a una enfermedad, … Convéncete de que no te ayuda en nada estar así y da esos pasos iniciales, al principio puede que un poco forzados, para que se vaya alejando ese miedo y en su lugar se instale una confianza que sí que hará mucho bien en tu vida.
Bueno, pues es el momento de empezar a revertir todo eso. Y ¿cómo? Pues, como ya hemos mencionado en otras ocasiones, dando pequeños pasos para salir de él. ¡Venga, que podemos! ¡Tú puedes!
Y para ello te proponemos que identifiques dos situaciones en las que te sientas así, impedido para actuar de acuerdo a lo que realmente piensas, o sientes o eres. Seguro que encontramos unas cuantas. Podría ser que te diera miedo a hablar en público. Pues hazlo, busca inicialmente un grupo no excesivamente numeroso y lánzate a expresar tu opinión; podría ser el miedo a la oscuridad, pues prueba, baja todas las persianas y cierra puertas durante el día, mantente un pequeño rato en la oscuridad diciéndote que eres fuerte en tu interior, que todo está bien a tu alrededor, que nada te amenaza, que estás seguro y protegido por ti mismo; podría ser el miedo a no gustar a los demás, obsérvate cada día diciéndote lo hermoso/a que eres y sal de casa con esa convicción; podría ser el miedo al futuro, a no encontrar trabajo o a perder el que tienes, a una enfermedad, … Convéncete de que no te ayuda en nada estar así y da esos pasos iniciales, al principio puede que un poco forzados, para que se vaya alejando ese miedo y en su lugar se instale una confianza que sí que hará mucho bien en tu vida.