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Un mundo mejor, un mundo pacífico, un mundo justo, un mundo vibrante, un mundo hermoso… el mundo al que todos aspiramos. Pero no basta con desearlo, hemos de merecerlo. Y para eso tenemos que ponernos en marcha. Porque ese mundo soñado no nos va a venir caído del cielo, no se hará realidad sin nuestra aportación, no se nos regalará desde fuera si no lo hemos propiciado desde dentro. No cambiará todo si antes no hemos ido cambiando cada una de sus partes. Y ahí radica nuestra responsabilidad y nuestro poder. Tu poder. Haz que cambie tu mundo y después todo cambiará. Haz pequeños gestos, asume pequeños retos, desarrolla tus pequeños proyectos y comprueba lo que sucede. Y para ello el mejor consejo que nos han dado en los últimos años: abre tu corazón. Sólo eso. Y si quieres, cuéntanoslo. Hazlo a través del correo herramientasparaunmundomejor@hotmail.com y nosotros lo compartiremos con todos, porque ya sabes, ya sabemos, que el compartir multiplica los efectos en vez de sumarlos. Así ha sido siempre.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros tres, elige el que (o los que) resuenen en ti y adelante:
7) Siempre hay otros caminos.
Normalmente nos dejamos caer en la rutina, nos instalamos en la comodidad, en hacer todo como siempre lo hacemos por la única razón de la costumbre ¿Qué tal si intentamos cambiar eso? Si asumes este reto es posible que tengas que realizar algún esfuerzo, sobre todo al principio, pero seguro que al final del mismo puedes sacar alguna buena conclusión. Como, por ejemplo, que estás más preparado de lo que pensabas inicialmente para vivir en este mundo en constante cambio. Se trata de que elijas una semana en la cual hagas todo (lo que es susceptible de hacerse) de una forma diferente a como lo haces habitualmente. Cambia las horas de hacer determinadas cosas, utiliza otras rutas para ir al trabajo o a casa, desayuna en sitios distintos al habitual, vístete con otra ropa, prueba sabores diferentes, modifica tu forma de dirigirte a los demás… Hay infinidad de situaciones o de cosas que podrás experimentar de una forma distinta. Atrévete.
8) La maestría puesta al servicio de todos.
No puedes negar que hay algo que haces especialmente bien, algo en lo que sobresales sobre la media, algo que resulta apreciable y apreciado tanto por ti como por cualquier otro/a. Puede ser una habilidad manual, culinaria, artística, profesional, humana… Bien, se trata de que ofrezcas aquello en lo que eres experto al menos una vez en los próximos dos meses de una forma totalmente gratuita. Prepárale una comida a alguien con todo tu cariño, regala una pintura o un poema, arregla los grifos en esa casa que sabes que están mal, soluciónale ese trámite tan enrevesado a alguien que se pierde en ese mundo burocrático, haz que ese jardín luzca como nunca antes lo había hecho, escucha durante un rato a esa persona que vive en soledad… Y se trata de hacerlo directamente, no vale que pagues para que otro lo haga en tu lugar. Nadie como tú para hacerlo tan bien.
9) Los grandes retos de nuestra vida.
¿Verdad que todos hemos imaginado alguna vez que nos dicen que nos quedan unos pocos meses de vida y que entonces nos pondríamos a hacer cosas que siempre hemos dejado para más adelante? Este es un reto difícil, fuerte pero maravillosamente transmutador. Imagina por un momento que “alguien” superior te indica que te quedan tres meses de vida (sólo imagínalo ¿vale?) Se trata de que hagas una lista con las cinco cosas que en esa situación no dejarías de hacer, ordénalas por orden de importancia para ti y deberás aplicarte a tu lista durante los próximos tres meses como si de verdad no te quedara más tiempo. El reto es hacer al menos tres de ellas. Yo que tú intentaría directamente las tres primeras. Ánimo, el resultado puede ser espectacular para tu vida.
Por si dudas de qué proyecto personal poner en marcha te proponemos otros tres, elige el que (o los que) resuenen en ti y adelante:
7) Siempre hay otros caminos.
Normalmente nos dejamos caer en la rutina, nos instalamos en la comodidad, en hacer todo como siempre lo hacemos por la única razón de la costumbre ¿Qué tal si intentamos cambiar eso? Si asumes este reto es posible que tengas que realizar algún esfuerzo, sobre todo al principio, pero seguro que al final del mismo puedes sacar alguna buena conclusión. Como, por ejemplo, que estás más preparado de lo que pensabas inicialmente para vivir en este mundo en constante cambio. Se trata de que elijas una semana en la cual hagas todo (lo que es susceptible de hacerse) de una forma diferente a como lo haces habitualmente. Cambia las horas de hacer determinadas cosas, utiliza otras rutas para ir al trabajo o a casa, desayuna en sitios distintos al habitual, vístete con otra ropa, prueba sabores diferentes, modifica tu forma de dirigirte a los demás… Hay infinidad de situaciones o de cosas que podrás experimentar de una forma distinta. Atrévete.
8) La maestría puesta al servicio de todos.
No puedes negar que hay algo que haces especialmente bien, algo en lo que sobresales sobre la media, algo que resulta apreciable y apreciado tanto por ti como por cualquier otro/a. Puede ser una habilidad manual, culinaria, artística, profesional, humana… Bien, se trata de que ofrezcas aquello en lo que eres experto al menos una vez en los próximos dos meses de una forma totalmente gratuita. Prepárale una comida a alguien con todo tu cariño, regala una pintura o un poema, arregla los grifos en esa casa que sabes que están mal, soluciónale ese trámite tan enrevesado a alguien que se pierde en ese mundo burocrático, haz que ese jardín luzca como nunca antes lo había hecho, escucha durante un rato a esa persona que vive en soledad… Y se trata de hacerlo directamente, no vale que pagues para que otro lo haga en tu lugar. Nadie como tú para hacerlo tan bien.
9) Los grandes retos de nuestra vida.
¿Verdad que todos hemos imaginado alguna vez que nos dicen que nos quedan unos pocos meses de vida y que entonces nos pondríamos a hacer cosas que siempre hemos dejado para más adelante? Este es un reto difícil, fuerte pero maravillosamente transmutador. Imagina por un momento que “alguien” superior te indica que te quedan tres meses de vida (sólo imagínalo ¿vale?) Se trata de que hagas una lista con las cinco cosas que en esa situación no dejarías de hacer, ordénalas por orden de importancia para ti y deberás aplicarte a tu lista durante los próximos tres meses como si de verdad no te quedara más tiempo. El reto es hacer al menos tres de ellas. Yo que tú intentaría directamente las tres primeras. Ánimo, el resultado puede ser espectacular para tu vida.