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La importancia de Rumí trasciende lo puramente nacional y étnico. A través de los siglos ha tenido una significativa influencia en la literatura persa, urdú y turca. Sus poemas son diariamente leídos en los países de habla persa como Irán, Afganistán y Tayikistán y han sido ampliamente traducidos a varios idiomas alrededor del mundo.
Después de su muerte, sus seguidores fundaron la orden sufí “Mevleví ”, mejor conocidos como los "Derviches Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada "semá" donde hombres (y actualmente, mujeres) giran sobre sí mismos acompañados por flautas y tambores.
En su obra podemos encontrar consejos y reflexiones que desafían al paso del tiempo y son perfectamente aplicables al mundo actual. Con palabras sencillas y de una gran claridad espiritual, Rumi nos ha dejado un legado de incontables enseñanzas para el bien de la humanidad, para ayudar a vivir mejor, a recuperar nuestros valores internos, a conectar con una ética universal. Sus consejos sencillos conforman una filosofía de vida a través de la cual podemos entender y abrazar el verdadero sentido de la existencia.
He seleccionado algunas de esas frases que como faros encendidos están destinadas a iluminar consciencias, a emprender un camino de autoconocimiento teniendo como objetivo la coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Lo que sin duda nos acercara a ese ideal de una vida más plena, más en paz y más feliz.
Después de su muerte, sus seguidores fundaron la orden sufí “Mevleví ”, mejor conocidos como los "Derviches Giróvagos", ya que realizan una meditación en movimiento llamada "semá" donde hombres (y actualmente, mujeres) giran sobre sí mismos acompañados por flautas y tambores.
En su obra podemos encontrar consejos y reflexiones que desafían al paso del tiempo y son perfectamente aplicables al mundo actual. Con palabras sencillas y de una gran claridad espiritual, Rumi nos ha dejado un legado de incontables enseñanzas para el bien de la humanidad, para ayudar a vivir mejor, a recuperar nuestros valores internos, a conectar con una ética universal. Sus consejos sencillos conforman una filosofía de vida a través de la cual podemos entender y abrazar el verdadero sentido de la existencia.
He seleccionado algunas de esas frases que como faros encendidos están destinadas a iluminar consciencias, a emprender un camino de autoconocimiento teniendo como objetivo la coherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Lo que sin duda nos acercara a ese ideal de una vida más plena, más en paz y más feliz.
Le preguntaron a Rumi
Imagen de Peggy und Marco Lachmann-Anke en Pixabay
¿Qué es el veneno?
Cualquier cosa más allá de lo que necesitamos es veneno. Puede ser el poder, la pereza, la comida, el ego, la ambición, el miedo, la ira, o lo que sea.
¿Qué es el miedo?
La no aceptación de la incertidumbre. Si aceptamos la incertidumbre, se convierte en aventura.
¿Qué es la envidia?
La no aceptación de la bienaventuranza en el otro. Si lo aceptamos, se torna en inspiración.
¿Qué es la ira?
La no aceptación de lo que está más allá de nuestro control. Si aceptamos, se convierte en tolerancia.
¿Qué es el odio?
La no aceptación de las personas como son. Si las aceptamos incondicionalmente, a continuación, se convierte en amor.
¿Qué es la madurez espiritual?
Es cuando se deja de tratar de cambiar a los demás y nos concentramos en cambiarnos a nosotros mismos. Es cuando aceptamos a las personas como son. Es cuando entendemos que todos están acertados según su propia perspectiva. Es cuando se aprende a “dejar ir”. Es cuando se es capaz de no tener “expectativas” en una relación, y damos de nosotros mismos por el placer de dar. Es cuando comprendemos que lo que hacemos, lo hacemos para nuestra propia paz. Es cuando uno deja de demostrar al mundo lo inteligente que se es. Es cuando dejamos de buscar la aprobación de los demás. Es cuando paramos de compararnos con los demás. Es cuando se está en paz consigo mismo. La madurez espiritual es cuando somos capaces de distinguir entre “necesidad” y “querer” y somos capaces de dejar ir ese querer. Cualquier cosa más allá de lo que necesitamos es veneno. Puede ser el poder, la pereza, la comida, el ego, la ambición, el miedo, la ira, o lo que sea.
¿Qué es el miedo?
La no aceptación de la incertidumbre. Si aceptamos la incertidumbre, se convierte en aventura.
¿Qué es la envidia?
La no aceptación de la bienaventuranza en el otro. Si lo aceptamos, se torna en inspiración.
¿Qué es la ira?
La no aceptación de lo que está más allá de nuestro control. Si aceptamos, se convierte en tolerancia.
¿Qué es el odio?
La no aceptación de las personas como son. Si las aceptamos incondicionalmente, a continuación, se convierte en amor.
¿Qué es la madurez espiritual?
Por último y lo más importante: Se gana la madurez espiritual cuando dejamos de anexar la “felicidad” a las cosas materiales.
Reflexiones de Rumi
Eleva tus palabras, no la voz. Es la lluvia lo que hace crecer las flores, no los truenos.
La discusión acalorada nos hace perder la objetividad y nuestro centro. Aprender a gestionar las emociones para que fluyan de manera adecuada.
Antes de que la muerte se lleve lo que se te ha dado, da lo que tienes para dar.
Antes de morir ocúpate por dejar tus posesiones materiales a los cercanos.
Hay una fuente dentro de ti, no camines con una cubeta vacía.
Todos tenemos las capacidades necesarias para alcanzar nuestros objetivos, pero depende de nosotros reconocerlas y ser conscientes de nuestros recursos y herramientas.
Lo que buscas te está buscando a ti.
Lo que más deseamos en la vida está esperando a que lo encontremos.
Hay una mañana dentro de ti esperando a estallar en la luz.
Depende de cada uno dar el primer paso en el camino elegido para alcanzar la felicidad.
Ven aquí donde las rosas se han abierto. Deja que tu alma y el mundo se conozcan.
El encontrar la paz interior y profunda depende de nuestra predisposición a ello. Deja que el interior y el exterior estén conectados.
Mi cabeza estalla con la alegría de lo desconocido. Mi corazón se expande mil veces.
Es importante mantener la capacidad de asombro y la curiosidad como cuando éramos niños. General el silencio de la mente para que podamos escuchar la voz de nuestro corazón.
Prende fuego a tu vida. Y rodéate de aquellos que “aviven” sus llamas.
Vive con pasión, implícate con la vida y camina junto a aquellos que resuenen con tu energía pues te ayudarán a hacer realidad tus sueños.
Cuando alguien pida tu consejo, enciende el candil que lleva en la mano.
La mejor ayuda que puedes prestar no es iluminar el camino de quien te pide consejo, sino enseñarle a encender su propia luz. Igualmente, cuando necesites consejo busca a quien pueda ayudarte a encender tu luz interior, tu consciencia.
Debes derribar partes de un edificio para restaurarlo y lo mismo ocurre con una vida que no tiene espíritu.
En cualquier momento podemos cambiar, rehacer nuestra vida y eliminar todo aquello que no necesitemos. Aceptar el cambio como parte de la vida.
La discusión acalorada nos hace perder la objetividad y nuestro centro. Aprender a gestionar las emociones para que fluyan de manera adecuada.
Antes de que la muerte se lleve lo que se te ha dado, da lo que tienes para dar.
Antes de morir ocúpate por dejar tus posesiones materiales a los cercanos.
Hay una fuente dentro de ti, no camines con una cubeta vacía.
Todos tenemos las capacidades necesarias para alcanzar nuestros objetivos, pero depende de nosotros reconocerlas y ser conscientes de nuestros recursos y herramientas.
Lo que buscas te está buscando a ti.
Lo que más deseamos en la vida está esperando a que lo encontremos.
Hay una mañana dentro de ti esperando a estallar en la luz.
Depende de cada uno dar el primer paso en el camino elegido para alcanzar la felicidad.
Ven aquí donde las rosas se han abierto. Deja que tu alma y el mundo se conozcan.
El encontrar la paz interior y profunda depende de nuestra predisposición a ello. Deja que el interior y el exterior estén conectados.
Mi cabeza estalla con la alegría de lo desconocido. Mi corazón se expande mil veces.
Es importante mantener la capacidad de asombro y la curiosidad como cuando éramos niños. General el silencio de la mente para que podamos escuchar la voz de nuestro corazón.
Prende fuego a tu vida. Y rodéate de aquellos que “aviven” sus llamas.
Vive con pasión, implícate con la vida y camina junto a aquellos que resuenen con tu energía pues te ayudarán a hacer realidad tus sueños.
Cuando alguien pida tu consejo, enciende el candil que lleva en la mano.
La mejor ayuda que puedes prestar no es iluminar el camino de quien te pide consejo, sino enseñarle a encender su propia luz. Igualmente, cuando necesites consejo busca a quien pueda ayudarte a encender tu luz interior, tu consciencia.
Debes derribar partes de un edificio para restaurarlo y lo mismo ocurre con una vida que no tiene espíritu.
En cualquier momento podemos cambiar, rehacer nuestra vida y eliminar todo aquello que no necesitemos. Aceptar el cambio como parte de la vida.