Foto de Mike Kilcoyne en Unsplash
No podía apartar la vista, le recordaba a una de esas estrellas de cinco puntas que dibujaba con su padre siendo niño. Su rostro esbozó una tímida sonrisa.
La estrella se acercaba cada vez más, hasta que pudo distinguir que realmente eran cinco puntos de luz. ¡No podía creerlo! Se frotó los ojos para asegurarse que no estaba dormido y cuando volvió a abrirlos vio cinco pequeños seres de lo más raro sentados a su alrededor.
¡Hola! –le dijo una pequeña hada- ¿nos has llamado? La estrella se acercaba cada vez más, hasta que pudo distinguir que realmente eran cinco puntos de luz. ¡No podía creerlo! Se frotó los ojos para asegurarse que no estaba dormido y cuando volvió a abrirlos vio cinco pequeños seres de lo más raro sentados a su alrededor.
Todo le parecía un poco extraño, él no había llamado a nadie. Pero decidió seguirles el juego:
Él, que no entendía cómo podían ayudarle un hada, una jirafa de juguete, un águila, una luciérnaga y un copo de nieve, pensó que no perdía nada escuchándolos y así aprovechaba para descansar un rato.
Yo era la mejor amiga de una niñita que tenía que trasladarse siempre de lugar, debido al trabajo de su padre.
Cada vez que llegaba a un nuevo destino, le costaba volver a empezar, conocer a nueva gente. Pero ahí estaba yo para escucharla y entenderla. Con ella bailaba, daba volteretas…
Marina era muy observadora y con una gran CAPACIDAD DE ESCUCHA Y EMPATÍA, y ese será mi regalo.
El águila entonces alzó el vuelo y desde ahí comenzó su relato:
¿Has visto mis alas? Son como tus manos ¿lo ves? Son manos mágicas que ayudan a los más débiles, manos que acarician a los que sufren, manos que dan de comer y de beber, manos que acunan a bebés, manos que sostienen al morir. Cada vez que llegaba a un nuevo destino, le costaba volver a empezar, conocer a nueva gente. Pero ahí estaba yo para escucharla y entenderla. Con ella bailaba, daba volteretas…
Marina era muy observadora y con una gran CAPACIDAD DE ESCUCHA Y EMPATÍA, y ese será mi regalo.
El águila entonces alzó el vuelo y desde ahí comenzó su relato:
Por eso mi nombre es ÁGUILA DE PROTECCIÓN y te regalo la CAPACIDAD DE SERVICIO Y EL APOYO AL OTRO.
No salía de su asombro, hadas que controlaban duendes, jirafas con empatía, águilas que volaban mientras protegían a la gente con sus alas. Volvió a frotarse los ojos…. Era un sueño seguro.
Pero no, ahí seguían y todavía faltaban dos relatos.
La luciérnaga empezó a revolotear alrededor del círculo y empezó a contar su historia.
Yo soy LUCIÉRNAGA DEL AMOR y cuando era pequeña vivían en un pequeño rincón del bosque. Para poder ver a mis amigos tenía que volar hasta el lugar donde habíamos quedado y lo hacía con ilusión. Pero mi objetivo era llegar hasta el lago, que era donde estaba la mayor colonia de luciérnagas y así buscar un nuevo futuro. Volé hasta el lago con miedo, pero aprendí que el miedo se vence con esfuerzo. No salía de su asombro, hadas que controlaban duendes, jirafas con empatía, águilas que volaban mientras protegían a la gente con sus alas. Volvió a frotarse los ojos…. Era un sueño seguro.
Pero no, ahí seguían y todavía faltaban dos relatos.
La luciérnaga empezó a revolotear alrededor del círculo y empezó a contar su historia.
Por eso mi regalo será la FUERZA DE VOLUNTAD Y LA PERSEVERANCIA.
El copo de nieve dio un paso adelante y procedió a narrar su experiencia.
Desde que nací me gustaba observar, mirar más allá para entender cómo funcionaban las cosas. Un día de tanto dar vueltas, empecé a girar levemente sobre mí mismo. Enseguida quise ir más allá y comencé a desplazarme hacia abajo. Al tocar el manto de nieve seguí girando y girando como un pequeño taladro, hasta que me topé con una semilla que yacía dormida sobre el suelo. Desde entonces el resto de los copos me llaman RESCATADOR DE LO ESENCIAL. Y yo te ofrezco mi CURIOSIDAD Y CAPACIDAD DE ACCION. El copo de nieve dio un paso adelante y procedió a narrar su experiencia.
Entonces, él miró hacia el cielo preguntándose cuántas de esas estrellas serían como la suya y cuántas capacidades albergarían entre todas.
Cerró los ojos intentando integrar todo lo que estaba pasando. Fue solo un momento, pero al abrirlos ya había amanecido. Y entendió que todo había sido un sueño que le había llenado de energía.
Antes de continuar con su viaje, abrió su mochila para desayunar algo y cuál fue su sorpresa cuando en su interior descubrió una pequeña estrella de cinco puntas.