Imagen creada mediante IA
Los fantasmas son una de las creencias más antiguas y extendidas de la humanidad. Desde las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, China y la India, hasta las culturas de Mesoamérica y las islas celtas, los fantasmas han sido considerados como los espíritus de los difuntos que, por alguna razón, regresan del reino de los muertos o se niegan a abandonar el mundo de los vivos. ¿Qué motiva a estos seres a manifestarse? ¿Qué evidencias hay de su existencia? ¿Qué explicaciones científicas se han dado a este fenómeno?
¿Por qué aparecen los fantasmas?
Imagen creada mediante IA
Según la parapsicología, las diferentes tradiciones y mitologías, los fantasmas pueden tener distintos motivos para volver a la Tierra. Algunos de los más comunes son:
La falta de un entierro adecuado o la ausencia de sepultura. Se cree que los muertos que no reciben los ritos funerarios necesarios quedan atrapados entre los dos mundos y vagan sin descanso. Este es el caso, por ejemplo, de las almas en pena que murieron por ahogamiento o por asesinato y cuyos cuerpos no fueron hallados o recuperados. La necesidad de resolver asuntos pendientes o de revelar la verdad sobre su muerte. Se piensa que los muertos que tuvieron una vida injusta o que sufrieron una muerte violenta o misteriosa buscan justicia o venganza, o simplemente quieren comunicar algo a sus seres queridos. Este es el caso, por ejemplo, de los fantasmas que aparecen en los escenarios de crímenes o en las casas de sus familiares o amigos. El apego a las personas, los lugares o las cosas que amaron en vida. Se supone que los muertos que tuvieron una vida feliz o que dejaron un legado importante no quieren abandonar lo que les dio sentido o placer. Este es el caso, por ejemplo, de los fantasmas que se manifiestan en los sitios donde vivieron o trabajaron, o que siguen a las personas que les importaron. El desconocimiento de su propia muerte o la negación de la misma. Se especula que los muertos que murieron repentina o prematuramente no se dan cuenta de que ya no pertenecen al mundo de los vivos, o que se resisten a aceptar su destino. Este es el caso, por ejemplo, de los fantasmas que repiten las mismas acciones que hacían en vida, o que se muestran confundidos o asustados. ¿Qué pruebas hay de la existencia de los fantasmas?
Foto de Marek Piwnicki en Unsplash
La existencia de los fantasmas es una cuestión de fe y de experiencia personal. No hay una evidencia científica o empírica que demuestre que los fantasmas sean reales, pero tampoco que los descarte por completo. Lo que sí hay son testimonios, relatos, leyendas, fotografías, grabaciones, vídeos y otros tipos de registros que supuestamente documentan la presencia o la actividad de los fantasmas. Sin embargo, estos materiales no son aceptados por los estamentos científicos al ser susceptibles de falsificación, manipulación, malinterpretados o explicados por causas naturales o psicológicas.
Algunos de los métodos que se han usado para intentar detectar o comunicarse con los fantasmas son:
El uso de dispositivos electrónicos, como cámaras, grabadoras, termómetros, medidores de campos electromagnéticos, detectores de movimiento o de infrarrojos, que supuestamente captan las señales o las variaciones que producen los fantasmas en el ambiente. El uso de técnicas paranormales, como la mediumnidad, la psicofonía, la psicoimagen, la ouija, el péndulo, las velas, los espejos o las tablas, que supuestamente permiten establecer un contacto directo o indirecto con los espíritus de los muertos. El uso de métodos científicos, como la parapsicología, la neurociencia, la física cuántica, la termodinámica o la teoría de las cuerdas, que supuestamente ofrecen una base teórica o experimental para explicar la posibilidad o la naturaleza de los fantasmas. Algunos de los métodos que se han usado para intentar detectar o comunicarse con los fantasmas son:
¿Qué explicaciones científicas se han dado a los fantasmas?
Los fantasmas han sido objeto de estudio por parte de diversas disciplinas, como la parapsicología, la psicología, la física o la historia. A lo largo del tiempo, se han propuesto diversas hipótesis científicas para intentar explicar el origen o el mecanismo de los fantasmas. Algunas de las más conocidas son:
La alucinación. Según esta teoría, los fantasmas son producto de la imaginación o de la percepción alterada de las personas, que pueden estar influenciadas por factores como el estrés, el miedo, el sueño, las drogas, las enfermedades mentales, los traumas, las sugestiones o las expectativas. Así, lo que se ve o se oye como un fantasma sería en realidad una proyección de la mente o una distorsión de los sentidos. La ilusión. Esta teoría dice que los fantasmas son resultado de la interpretación errónea o de la atribución equivocada de las personas, que pueden estar condicionadas por factores como la falta de luz, el ángulo de visión, el movimiento, el sonido, el reflejo, la sombra, el eco, el polvo, el vapor, los insectos o los animales. Así, lo que se toma por un fantasma sería en realidad un fenómeno natural o artificial que se confunde con una figura humana o con una voz. La memoria. Esta teoría hace alusión a que los fantasmas son fruto de la conservación o de la transmisión de la información o de la energía de las personas, que pueden quedar registradas o impregnadas en el espacio, el tiempo, la materia o el campo electromagnético. Así, lo que se percibe como un fantasma sería en realidad una huella o una resonancia de un acontecimiento o de una emoción pasada que se activa o se reproduce bajo ciertas condiciones. Los fantasmas son una realidad para muchas personas que han tenido experiencias personales con ellos, y una fuente de curiosidad y de entretenimiento para otras que disfrutan de las historias, las películas, los libros o los videojuegos sobre ellos. Los fantasmas son también un reflejo de la cultura, la historia y la psicología humana, que nos hablan de nuestros miedos, nuestras esperanzas y nuestras creencias sobre la vida y la muerte. Aun así, la presencia de los fantasmas es algo que no puede ni debe ser rechazada, ya que el desconocimiento actual sobre otros planos de existencia permitirá que, poco a poco, a medida que avancen las investigaciones sobre la física cuántica, se puedan dar explicaciones reales sobre estas manifestaciones que se han producido en todo el mundo y en todas las épocas de la historia de la humanidad.