En un encuentro ibérico



Alicia Montesdeoca Rivero

23/05/2018

Las tecnologías de las comunicaciones ponen hoy la infraestructura necesaria para que las comunicaciones en la red sean casi en tiempo real, pero esa red tecnológica no dará la suficiente flexibilidad a las estructuras sociales sino están dirigidas por las redes humanas, motivadas en sus acciones, en su dirección y sentido por la intención de que la vida siga existiendo en esta Tierra multidiversa.



http://cartadelatierra.org/

Este fin de semana tuve la oportunidad de asistir a un Encuentro Ibérico de trabajadores de “La Carta de la Tierra para el Desarrollo Sostenible”* (celebrado en 2007). Estos eran, a la vez, trabajadores de la educación y la enseñanza, de la empresa, del medioambiente, etc.
 
Mi asistencia fue un tanto irregular pues no estuve ni todo el tiempo, ni en todos los foros de trabajo, pero en las apenas ocho o nueve horas que pasé con ellos pude contemplar, una vez más, la experiencia de cómo se construyen las redes humanas que permiten atravesar las estructuras institucionales que modelan y condicionan las interacciones de nuestra sociedad.
 
Siempre cuando reflexiono sobre la validez o no de las actuales instituciones sociales, surgidas a lo largo de la historia humana para responder a las necesidades de organización de la actividad social, constato sus dificultades para adecuarse a las nuevas necesidades que demanda el aumento de complejidad en el sistema social, consecuencia de los propios procesos humanos y del conocimiento adquirido sobre ellos.
 
Nuestras instituciones, por la propia naturaleza de sus estructuras, están imposibilitadas para revisar su sentido de ser en las distintas circunstancias históricas, adaptando con flexibilidad su funcionamiento a las necesidades reales que van surgiendo en cada momento. Por el contrario, se mantienen ajenas a los cambios de perspectivas que se van asentando en las sociedades, en la medida en que sus individuo o colectivos aumenta la ratio de conciencia sobre de sí mismos. De esta manera, aquellas estructuras que se crearon para servir de cauce a la acción humana demandan que las sociedades trabajen para su sostenimiento.
 
Pero la vida atraviesa, a pesar de todo, dicha rigidez, y los individuos menos dormidos por la inercia del movimiento centrípeto de las instituciones, no siempre sin sufrimiento, tratan de buscar nuevos caminos que les lleven a resolver los enigmas y las paradojas que sus propios procesos de despertar les plantean, en un mundo que ya no se percibe lineal, sino sistémico; que se construye a partir de relaciones, de acuerdos , de consensos entre sus elementos y con el entorno en donde se desenvuelven
 
Las redes de las que hablo se van tejiendo solas, a partir de nodos construidos con las vidas y las circunstancias de cada vida, de cada individuo, y de cada colectivo que se constituye, comenzando por “en-red-arse” a partir de las mismas vivencias, de los mismos retos, de las mismas búsquedas, de experimentaciones múltiples, para abrirse a nuevas probabilidades que deshagan los nudos de los caminos diseñados en los múltiples procesos anteriores. Todo ello para escribir, tan sólo, un instante de historia humana.
 
De esta manera se construye una red multidimensional armonizada por el ritmo de un único corazón que le da la voluntad de actuar en una dirección y con un sentido. En el caso de este fin de semana, la red construida está marcada por los principios y las intenciones de la “Carta de la Tierra” y estos, a su vez, genera sentido vital para los que se ven envueltos en esa aventura colectiva.
 
Volviendo a mis reflexiones sobre las instituciones sociales y sus posibilidades de cambio, las experiencias vividas este fin de semana me propiciaron nuevas preguntas y me abrieron a nuevas reflexiones ¿Son las redes las que van a permitir la activación y la flexibilización de las estructuras de nuestras instituciones sociales?
 
Las tecnologías de las comunicaciones ponen hoy la infraestructura necesaria para que las comunicaciones en la red sean casi en tiempo real, pero esa red tecnológica no dará la suficiente flexibilidad a las estructuras sociales sino están dirigidas por las redes humanas, motivadas en sus acciones, en su dirección y sentido por la intención de que la vida siga existiendo en esta Tierra multidiversa.
 
Alicia Montesdeoca Rivero
www.tendencias21.net




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