El interfaz físico-etérico: Crisol donde se transmutan las energías



Luis Arribas Mercado

27/05/2023

Que el ser humano, así como toda forma de vida, es producto de la interrelación dinámica entre diferentes planos o cuerpos, de los cuales el físico representa al más denso, es un tema del que se ha escrito y hablado mucho a lo largo de las últimas décadas. También es muy conocida, en los ambientes esotéricos y orientalistas, la existencia de unos centros energéticos que posibilitan la recepción y distribución de la energía vital o etérica y a los cuales se les designa con el nombre de chacras (del sánscrito “chackra” = rueda). Sin embargo, excepto para los estudiosos que han dedicado horas y horas al estudio del cuerpo energético, el conocimiento de lo que son y cómo funcionan no sólo los chacras, sino todo el sistema sutil que regula energéticamente a nuestro cuerpo físico, no pasa de ser muy superficial, por lo que los errores de apreciación a la hora de hablar de ello es bastante usual.



Raro es no encontrar en determinados ambientes a personas que dicen tener la capacidad de apreciar el campo energético sutil que rodea a personas y cosas. Estas personas, que se autodenominan videntes, no sólo afirman ver el campo etérico, sino que además se atreven a interpretarlo, dando todo tipo de diagnósticos físicos, psíquicos y hasta espirituales tanto a las personas que les consultan, como a las que no les consultan pero son merecedores de su atención.
 
Sin embargo, el tema del cuerpo energético más cercano en vibración al físico no es, en absoluto, un tema que deba ser tratado de forma banal. Antes al contrario, el estudio sistemático de sus propiedades, estructura y funciones es de una importancia capital si queremos conocer de una forma coherente nuestro propio ser. Por eso, dar cabida a especulaciones de salón acerca de "los colores del aura", es potenciar la idea tan extendida de que todo lo relacionado con "lo mágico", es decir, lo no aceptado o conocido por la ciencia oficial, no es sino "comeduras de coco" de charlatanes y aprovechados que medran cerca de aquellos que están necesitados de ilusión o de respuestas más esperanzadoras que las que podemos obtener por los medios tradicionales.
 
Los estudios llevados a cabo por prestigiosos investigadores acerca de la estructura del cuerpo etérico, nos hablan de una interacción muy estrecha entre nuestro cuerpo físico y ese otro “cuerpo” energético que parece tener propiedades insospechadas en cuanto a su forma de manifestarse y a su relación con el estado de salud o enfermedad.  En este sentido, el doctor Livio Vinardi pudo desarrollar, después de muchos años, toda una tecnología tendente a averiguar cómo es y cómo se comporta nuestro cuerpo etérico.  A él debemos, por ejemplo, una descripción bastante clara de lo que es un chacra y cómo se comporta en relación con el cuerpo físico.
 
Según Vinardi "En la naturaleza puede observarse la forma de torbellino cuando en un punto determinado del espacio operan ciertas fuerzas. Ejemplo de ello son los tornados, trombas marinas, remolinos, etc. Precisamente, estas formas de vórtice o torbellino son las que se observan en los centros energéticos del cuerpo electromagnético o etérico humano.
 
Visto de frente, posee el vórtice una forma sustancialmente circular, y el giro en forma de espiral, circular, produce ciertas radiaciones. La vista en corte del vórtice permite apreciar que el mismo significa una depresión en el cuerpo electromagnético o etérico. La boca se halla en la parte más externa y el ápice del cono vorticial prácticamente a nivel de la piel.
 
Desde allí sigue el tallo del vórtice, que es una prolongación etérica que va a terminar en algún punto del organismo.
 
Para tener una visión aún más clara de la forma del vórtice, obsérvese la configuración que se tiene cuando se desagua un lavabo; el remolino que se tiene, con la boca en la parte superior del líquido y el ápice en coincidencia con el orificio de descarga. Incluso se pueden observar las espirales o "nervaduras" intravorticianas. Según su tamaño y funciones, los vórtices pueden clasificarse en: magnos, grandes, medianos y pequeños".
 
Hay siete chacras magnos, de los cuales el del Plexo Solar realiza una función muy importante. Este chacra está ubicado debajo del hueso del esternón. Es el que recibe el "río" de energía etérica y quien la distribuye a los otros chacras.
 
El sistema de chacras se ve influido por múltiples factores, tanto físicos como etéricos, pero sin duda las influencias más determinantes provienen del plano mental. Una actitud vital, positiva, generosa y de entrega a los demás produce en los chacras un funcionamiento armónico, generando una eficaz distribución de la energía etérica lo que, finalmente, se manifiesta en un excelente estado de salud. Por el contrario, una actitud mental negativa, egoísta, desconfiada y anti-vital produce el cierre paulatino de los chacras que, de esta forma reducen su capacidad de transmisión energética provocando alteraciones en el plano físico.
 
Evidentemente, el chacra del plexo solar es el que antes detecta estas actitudes mentales, por lo que su funcionamiento (y consiguientemente el de los demás) está constantemente sufriendo alteraciones.
 
Como podemos comprobar, la incidencia de los procesos mentales en el difícil equilibrio salud-enfermedad es muy acusada. Afortunadamente, cada día son más los investigadores que tratan de hallar un poco más de luz en el oscuro camino del conocimiento de las verdades que han quedado ocultas para la ciencia oficial. Gente como el mencionado Livio Vinardi, así como los doctores Robert Becker, Kim Bong Han, Richard Gerber y Harry Oldfield, entre otros, nos hacen concebir esperanzas de que el futuro se presenta un poco más despejado para las investigaciones que den al ser humano su verdadera dimensión.

Desde los años 90 del siglo pasado, desde los medios que teníamos a nuestra disposición, hemos ofrecido a nuestros lectores y amigos un medallón al que llamamos "sensor bioenergético" y que tiene como objetivo mantener el nivel energético del organismo, algo que ha sido testado en diferentes laboratorios con resultados muy positivos.






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