El despertar del Corazón



Miguel Callejo

31/01/2018



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Teniendo en cuenta la necesidad que tiene nuestra sociedad y, por extensión nosotros mismos, de cambiar nuestro centro de gravedad vital hacia el ser, hacia nuestra esencia. Necesidad que viene refrendada históricamente por el uso y abuso de nuestra mente en favor del tener, del vivir hacia fuera. Se hace necesario expresar lo que realmente somos, escuchar nuestra llamada interior, los susurros de nuestro corazón para, desde el silencio, dar lugar a un nuevo mundo presidido por la conciencia. Un lugar en el que los sentimientos, el lenguaje de nuestra alma, pasen a presidir definitivamente las relaciones humanas. Más adelante, una vida con mayúsculas nos espera.
 
ACERCA DE…
 
SIGNIFICADO DEL RECUERDO DEL SENTIMIENTO DE SOLEDAD
 
Sigo recordando cada día los matices con los que mi alma se expresa a través de mi corazón. Y compruebo como la memoria del corazón es infinita y como su inteligencia me habla de quien soy realmente. Y cuando estoy tranquilo, en paz conmigo mismo y con mi entorno, escuchar sus luces y sombras, ver la magia de sus formas, tocar el sonido de sus susurros, se convierte en un ejercicio de reconstrucción de mi alma. Mis sentimientos se convierten en sus ladrillos. Y como constructor de mi propio ser voy reconociéndome en cada viga, en cada tabique. Cada experiencia me otorga la posibilidad de sentir la esencia de mi ser, de experimentar lo que quiero ser o quizá lo que no quiero ser, pero en cualquier caso me permite reconstruir lo que algún día fui. Y que no he dejado de ser salvo para mi mente y la ilusión de mi ignorancia.
En este sentido, permitirme recordar los momentos de soledad vividos significa proyectar la película de mi vida en mi mente y mi corazón. Significa tener una nueva oportunidad de sentir lo vivido ahora con más conciencia, más claridad. De este modo siento como mi alma termina por borrar cicatrices y cerrar heridas abiertas. Y siento como me lo agradece con apertura, paz y alegría. En mis experiencias futuras intentaré responder siempre buscando la luz y no la soledad. Porque ya me descubrí a mí mismo en la soledad y espero no volver a construir mi camino con este material carente de vida, oscuro, inerte, aunque porque no, antes necesario también.
Tomo consciencia de que todos somos constructores de un mismo camino, que aun siendo particular, viene a solicitarnos la plena expresión de lo que somos. Y que la máxima expresión de quien soy solo puede manifestarse sintiendo la VIDA, compartiendo la VIDA, dando y recibiendo AMOR, amando y siendo amado.
Y mientras recorro este mi camino, me siento más fuerte en la humildad, más sereno en la comprensión, más ilusionado en el compartir. La compasión sustituye a la intolerancia y la complicidad a la injusticia.
Y doy gracias a mis ángeles de aquí y de allí, aquellos que me han ayudado a hacer mi camino, que siempre me han recordado la esencia de la vida, de mi vida.
Vuelvo ahora a escribir sin miedo a repetirme, que me siento cada vez más libre y autónomo, conectado con aquello que nos da la vida. Y que en libertad elijo compartir mi alma y mi esencia con todos los que me rodean, y experimentar con ellos la vida amando, sintiendo, …AMANDO.






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