El Arte de vivir el Amor



Maria Pinar Merino Martin

06/04/2021

“Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las fresas nada sabe acerca de las uvas”. Paracelso.



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Hay mucha gente que piensa que el amor es una emoción placentera que se produce por azar y con la que uno puede tropezarse si tiene suerte. Para la mayoría de las personas el problema del amor consiste en ser amado en vez de amar, no se tiene en cuenta la propia capacidad de amar. Ahí comienza la trampa de “ganarnos el amor de los demás”, de “ser dignos de que nos amen”, de “merecer el amor” y empiezan a desarrollarse actitudes y comportamientos para tener éxito en nuestra empresa, haciendo lo que sabemos que agrada a los demás, lo que es bien aceptado, lo que es bien valorado, etc. De hecho, se cree que lo sencillo es amar y lo difícil es encontrar un objeto adecuado al que amar o ser amado por él.
 
A lo largo del tiempo, han ido cambiando las características de esos objetos amorosos, no es comparable la actitud y comportamiento de la era victoriana con nuestros días. Por ejemplo, antes el matrimonio era pactado, por convenio y se suponía que el amor vendría después, con la convivencia. En nuestros días prima el sentimiento de amor romántico, todo el mundo espera encontrar a una persona de la que enamorarse y que eso desemboque después en el matrimonio o en la convivencia.
 
Hay una gran diferencia entre enamorarse y estar enamorado o permanecer enamorado. En una fase inicial de atracción, cuando dos personas se encuentran y se sienten cerca, se produce uno de los momentos más excitantes y estimulantes de la vida. Si después se añade la atracción sexual y su consumación, se vive una realidad subjetiva. Ese “estar loco el uno por el otro” no es una prueba de la intensidad de su amor sino del grado de soledad en el que se encontraban.
 
El amor solo beneficia al alma y por eso no se le presta tanta atención como a los otros aspectos de nuestra vida: prosperidad, éxito, realización profesional, poder, etc.
 
El amor es la necesidad profunda del ser humano de superar el estado de separación, de acceder a la fusión interpersonal y trascender la individualidad. La satisfacción de esa necesidad se encuentra sólo en el amor. Por lo tanto, el amor es más que una relación personal específica, es una actitud, un estado que se manifiesta en distintos niveles.
 
El sentimiento de amor me ayuda a romper la rutina, a recordar que soy una persona única en el universo y también que soy una mujer, conectar con ese sentimiento, con esa esencia y a potenciar mi capacidad creadora.

He aquí algunos beneficios de amar

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Satisface una búsqueda de comunicación interpersonal como medio para fundirte con el otro y permitir que se manifieste ese impulso poderoso de unión a través de la amistad y el amor.
 
Nos ayuda a tomar consciencia de las relaciones dependientes que establecemos con algunas personas (simbiosis madre/hijo). El amor bien orientado nos permite buscar la unión preservando la propia identidad, la individualidad.
 
El sentimiento del amor nos ayuda a superar la sensación de separatividad, de aislamiento profundo que tenemos desde el nacimiento.
 
Cuando el amor está bien enfocado ambas personas se permiten ser ellas mismas con respeto y aceptación.
 
Dos seres se hacen uno por medio del amor, pero siguen siendo dos.
 
Lo importante no es la acción, sino la motivación. Uno puede hacer muchas cosas, pero si no están alentadas por el sentimiento no sirven de nada.
 
La relación interpersonal permite conocerse a uno mismo, descubrirse, experimentarse.
 
Descubrir que la libertad y la independencia tienen que ver con la idea de separación, sino que son estados donde se mantiene la conexión a niveles muy profundos.
 
Nos ayuda a entender que la acción es actividad externa y que la pasión es actividad interna.
 
El amor es un estado de conciencia, no lo que se experimenta cuando decidimos “arrancar de golpe”.
 
Tomar consciencia de que es más importante dar que recibir. Desterrar la idea de la renuncia y el sacrificio. Darse a uno mismo nos hace más ricos, más fuertes y poderosos. Nos hace más felices, vitales y fuertes.
 
En la relación sexual el hombre se da en su penetración que se concreta en el semen. En la mujer se permite acceder al núcleo sagrado de su femineidad.
 
Es importante sentir que puedes dar al otro algo de ti. Darse uno mismo es dar la alegría, el miedo, la expresión, la tristeza, el rechazo, el gozo, la manifestación de lo que vives en sí. La luz y la sombra.
 
Hay que agradecer a la vida que nos haga conectar con las personas adecuadas que nos permitan darnos a través de diferentes sentimientos: amor, amistad, lealtad, compañerismo, cooperación, etc.
 
El sentimiento produce sentimiento. Se genera coherencia y se transmite el sentimiento amoroso fuera de uno mismo.
 
En el sentimiento amoroso hay un impulso de unión de dos polos contrapuestos. No se trata de una unión necesariamente sexual sino de carácter o personalidad, de unión de dos almas.
 
Aprendemos que dar es más que recibir, que es más gratificante amar que ser amado.
 
Descubrir que no queremos el amor “merecido” sino el incondicional.
 
El amor no es una relación con una persona sino una actitud, una orientación del carácter, no es el objeto al que va dirigido sino la facultad.
 
Ser amado y amar requiere coraje, la valentía de atribuir a ciertos valores una importancia fundamental y de dar el salto y apostar todo a esos valores.
 
Mientras tememos conscientemente no ser amados, el temor real, aunque habitualmente inconsciente, es el de amar.
 
No se puede confundir deseo con quiero y éste con amor. Los “deseos” nacen de los sentidos, los “quieros” de la razón y el amor es el sentimiento profundo que genera nuestro corazón.  
 
Cuando nos besamos íntimamente cerramos los ojos... ¿por qué si lo que más deseamos es esa cercanía, ese estado individual e intransferible? La divinidad no está en el beso, ni en el otro o la otra. Está dentro y sólo cerrando los ojos conectaremos con lo que tanto anhelamos... con nuestra esencia.

Amarse desde la Libertad

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Teniendo en cuenta los siguientes puntos básicos, que serán el marco de referencia para una relación plenamente satisfactoria:
 
1º. Cuidarte. Estar preocupado/a por la vida y el crecimiento de lo que amamos. La esencia del amor es trabajar por algo y hacer que eso crezca.
 
2º. Ser responsable. Es saber responder a las necesidades del otro/a, estar listo/a, dispuesto/a a dar respuesta a las necesidades psíquicas o espirituales, no sólo a las físicas.
 
3º. Respeto. Verte tal cual eres. Ser consciente de que eres único/a, de tu individualidad. Preocuparse por que el otro/a crezca y se desarrolle tal como es. Al pensar así los individuos se independizan. El amor es siempre hijo de la libertad.
 
4º. Conocimiento. Para respetar hay que conocer al otro/a y no superficialmente sino hasta el núcleo. Hay un deseo profundo de desentrañar el secreto del alma humana. Solo se ama lo que se conoce. Por medio de la comunicación se llega a la fusión: te conozco, me conozco, conozco a los demás. No se trata de conocimiento mental o de pensamiento o psicológico sino conocimiento profundo. Los otros conocimientos también son necesarios, te proporcionan objetividad y no cegarte por las ilusiones.






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