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Cuando me ofrecieron la posibilidad de compartir este espacio con todos vosotros, pensé en facilitaros información desde la experiencia que para mi supuso el Coaching y escribir sobre lo que puede suponer para todo el mundo y cuáles son las diferencias con otras disciplinas.
Seguro que muchos de vosotros habréis oído hablar de ello sin saber exactamente en qué consiste, a quién va dirigido, cuáles pueden ser sus beneficios, que herramientas maneja y en qué nos puede ayudar. Pues bien, empecemos…
¿Qué es Coaching?
La palabra viene de Coach y significa carruaje en francés, "vehículo para transportar personas de un sitio a otro". De ahí que se decidió que aquella persona que guiara y acompañara tu recorrido entre dos puntos, sería denominado coach.
Dependiendo del ámbito en el que se desarrolle, aparecen distintas especialidades y así nos podemos encontrar con coaching deportivo, ejecutivo, o personal, también llamado life-coaching.
Coaching es un proceso conversacional que permite al Coachee (persona que lleva a cabo el proceso) alcanzar sus objetivos ayudado en ese camino por las diferentes herramientas que le facilita el Coach (acompañante, guía). Herramientas que le van a permitir gestionar su vida, sus emociones y su día a día de forma que se sienta capaz de alcanzar lo que se proponga si se compromete a ello, si pone toda la carne en el asador y está dispuesto a cambiar aquellas cosas que le pueden estar impidiendo alcanzarlos.
Todo ello desde la confianza y el respeto mutuo, pilares fundamentales para que la persona se sienta protegida, aceptada, responsable de sus decisiones y protagonista de su vida. Es un ejercicio de responsabilidad en el que los “conductores” nos sentimos responsables del proceso y de ayudar y acompañar a nuestro Coachee en ese camino y él, a su vez, se siente responsable del resultado, feliz por haberlo alcanzado y, sobre todo, con un pensamiento positivo que le servirá para abordar cuantos retos se proponga.
Seguro que muchos de vosotros habréis oído hablar de ello sin saber exactamente en qué consiste, a quién va dirigido, cuáles pueden ser sus beneficios, que herramientas maneja y en qué nos puede ayudar. Pues bien, empecemos…
¿Qué es Coaching?
La palabra viene de Coach y significa carruaje en francés, "vehículo para transportar personas de un sitio a otro". De ahí que se decidió que aquella persona que guiara y acompañara tu recorrido entre dos puntos, sería denominado coach.
Dependiendo del ámbito en el que se desarrolle, aparecen distintas especialidades y así nos podemos encontrar con coaching deportivo, ejecutivo, o personal, también llamado life-coaching.
Coaching es un proceso conversacional que permite al Coachee (persona que lleva a cabo el proceso) alcanzar sus objetivos ayudado en ese camino por las diferentes herramientas que le facilita el Coach (acompañante, guía). Herramientas que le van a permitir gestionar su vida, sus emociones y su día a día de forma que se sienta capaz de alcanzar lo que se proponga si se compromete a ello, si pone toda la carne en el asador y está dispuesto a cambiar aquellas cosas que le pueden estar impidiendo alcanzarlos.
Todo ello desde la confianza y el respeto mutuo, pilares fundamentales para que la persona se sienta protegida, aceptada, responsable de sus decisiones y protagonista de su vida. Es un ejercicio de responsabilidad en el que los “conductores” nos sentimos responsables del proceso y de ayudar y acompañar a nuestro Coachee en ese camino y él, a su vez, se siente responsable del resultado, feliz por haberlo alcanzado y, sobre todo, con un pensamiento positivo que le servirá para abordar cuantos retos se proponga.
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¿A quien va dirigido?
A todo el mundo en cualquier momento de su vida y a cualquier edad. Nos ayuda a tomar decisiones difíciles, a aprender otras formas de hacer las cosas, a gestionar nuestra vida. Todos podemos sentir en un momento determinado de nuestra vida que queremos hacer cambios, que queremos aprender, transformarnos como personas, crecer en definitiva. Es importante señalar que para que tenga éxito, debe haber un compromiso por parte de la persona y un interés en conseguir el objetivo. A lo largo del proceso sentirá que tiene la capacidad de asumir nuevos retos, de gestionar su tiempo y sus decisiones. Sólo si está dispuesta a tomar acción y a dar los pasos necesarios, podrá conseguirlo.
El coach es responsable del proceso, de facilitarle las herramientas necesarias, de retarle en sus afirmaciones, de provocar que se cuestione sus puntos de vista y aquellas acciones que le han llevado a donde está. Será el coachee el responsable del resultado del proceso. Es por eso que en Coaching reconocemos que la responsabilidad es compartida. No existe, en ningún caso, un proceso de coaching sin un coachee.
¿Cuáles son sus beneficios?
El Coaching nos puede ayudar en muchos momentos y quiero poneros algunos ejemplos. Si queremos cambiar de trabajo, abordar una situación complicada, tomar decisiones difíciles, gestionar nuestras emociones, darnos cuenta de nuestros juicios y de cómo pueden impactar en nuestra vida las creencias que tenemos, transformar aquellas que nos limitan por unas nuevas que nos potencien, mejorar nuestras relaciones, con nuestras parejas, con nuestros hijos, en definitiva ser más felices. También nos ayuda a tener el control de nuestra propia vida, a superar miedos, a no vivir instalados en la emoción negativa del resentimiento, a experimentar el inmenso valor del acto de perdonar, en definitiva a ser más libres.
También puede ayudarnos en procesos de aprendizaje en cualquier ámbito, ya sea personal o profesional. Es una excelente herramienta para aprender nuevas formas de hacer las cosas, de gestionar nuestro día a día, de sentir que podemos porque tenemos las herramientas y las distinciones que nos ayudan.
Y ahora me gustaría explicaros qué tipo de herramientas utiliza. Utiliza sobre todo herramientas personales como son el acompañamiento que hacemos los coach a la persona, la aceptación sin juzgarle en ningún momento, una profunda confianza en que alcanzará sus objetivos al tiempo que le proponemos revisar sus planteamientos y le ofrecemos otra forma de ver y hacer las cosas.
También le retamos a tomar otras acciones que hasta ese momento no se había planteado y le ofrecemos la posibilidad de que se mueva hacia el futuro. Todo ello, respetando la confidencialidad y utilizando el silencio como el mejor medio para facilitarle la reflexión.
A todo el mundo en cualquier momento de su vida y a cualquier edad. Nos ayuda a tomar decisiones difíciles, a aprender otras formas de hacer las cosas, a gestionar nuestra vida. Todos podemos sentir en un momento determinado de nuestra vida que queremos hacer cambios, que queremos aprender, transformarnos como personas, crecer en definitiva. Es importante señalar que para que tenga éxito, debe haber un compromiso por parte de la persona y un interés en conseguir el objetivo. A lo largo del proceso sentirá que tiene la capacidad de asumir nuevos retos, de gestionar su tiempo y sus decisiones. Sólo si está dispuesta a tomar acción y a dar los pasos necesarios, podrá conseguirlo.
El coach es responsable del proceso, de facilitarle las herramientas necesarias, de retarle en sus afirmaciones, de provocar que se cuestione sus puntos de vista y aquellas acciones que le han llevado a donde está. Será el coachee el responsable del resultado del proceso. Es por eso que en Coaching reconocemos que la responsabilidad es compartida. No existe, en ningún caso, un proceso de coaching sin un coachee.
¿Cuáles son sus beneficios?
El Coaching nos puede ayudar en muchos momentos y quiero poneros algunos ejemplos. Si queremos cambiar de trabajo, abordar una situación complicada, tomar decisiones difíciles, gestionar nuestras emociones, darnos cuenta de nuestros juicios y de cómo pueden impactar en nuestra vida las creencias que tenemos, transformar aquellas que nos limitan por unas nuevas que nos potencien, mejorar nuestras relaciones, con nuestras parejas, con nuestros hijos, en definitiva ser más felices. También nos ayuda a tener el control de nuestra propia vida, a superar miedos, a no vivir instalados en la emoción negativa del resentimiento, a experimentar el inmenso valor del acto de perdonar, en definitiva a ser más libres.
También puede ayudarnos en procesos de aprendizaje en cualquier ámbito, ya sea personal o profesional. Es una excelente herramienta para aprender nuevas formas de hacer las cosas, de gestionar nuestro día a día, de sentir que podemos porque tenemos las herramientas y las distinciones que nos ayudan.
Y ahora me gustaría explicaros qué tipo de herramientas utiliza. Utiliza sobre todo herramientas personales como son el acompañamiento que hacemos los coach a la persona, la aceptación sin juzgarle en ningún momento, una profunda confianza en que alcanzará sus objetivos al tiempo que le proponemos revisar sus planteamientos y le ofrecemos otra forma de ver y hacer las cosas.
También le retamos a tomar otras acciones que hasta ese momento no se había planteado y le ofrecemos la posibilidad de que se mueva hacia el futuro. Todo ello, respetando la confidencialidad y utilizando el silencio como el mejor medio para facilitarle la reflexión.
Y, para finalizar, me gustaría facilitaros la diferencia del coaching frente a otras disciplinas:
Coaching no es terapia, no analiza el pasado para favorecer la mejora que el coachee está buscando. Tampoco es Formación, dado que no existe la figura del formador ni se imparte ninguna materia. No es tampoco consultoría donde un consultor, normalmente ajeno a la organización, te aconseja sobre la forma de proceder.
En Coaching, el facilitador nunca te dice lo que debes hacer, puede utilizar la experiencia para facilitar distinciones que ayuden a la persona en su proceso pero nunca le dice que es lo mejor para él. El coach guía, acompaña y facilita el aprendizaje pero no recomienda, manipula ni da consejos.
Es por eso que es tan importante contar con la ayuda de un profesional del Coaching a la hora de elegir nuestro Coach, esa persona que tiene y practica las habilidades que nos van a guiar a lo largo de todo el proceso.
En definitiva, que en un proceso de Coaching, sólo el coachee reconocerá en sus decisiones una forma diferente de abordar las distintas situaciones y se sentirá feliz de haber sido él quien ha decidido que pasos quería dar para llegar a conseguir el objetivo marcado.
Lo dejo en vuestras manos… “Si quieres obtener resultados diferentes, modifica las acciones que has tomado hasta este momento”.
Coaching no es terapia, no analiza el pasado para favorecer la mejora que el coachee está buscando. Tampoco es Formación, dado que no existe la figura del formador ni se imparte ninguna materia. No es tampoco consultoría donde un consultor, normalmente ajeno a la organización, te aconseja sobre la forma de proceder.
En Coaching, el facilitador nunca te dice lo que debes hacer, puede utilizar la experiencia para facilitar distinciones que ayuden a la persona en su proceso pero nunca le dice que es lo mejor para él. El coach guía, acompaña y facilita el aprendizaje pero no recomienda, manipula ni da consejos.
Es por eso que es tan importante contar con la ayuda de un profesional del Coaching a la hora de elegir nuestro Coach, esa persona que tiene y practica las habilidades que nos van a guiar a lo largo de todo el proceso.
En definitiva, que en un proceso de Coaching, sólo el coachee reconocerá en sus decisiones una forma diferente de abordar las distintas situaciones y se sentirá feliz de haber sido él quien ha decidido que pasos quería dar para llegar a conseguir el objetivo marcado.
Lo dejo en vuestras manos… “Si quieres obtener resultados diferentes, modifica las acciones que has tomado hasta este momento”.
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