Camuflajes: Una danza de identidades



Luis Arribas Mercado

24/04/2024

Hace un tiempo vi un documental en la 2 de TVE sobre los camuflajes que practican los animales para no ser comidos o para cazar.



Foto de Fernand De Canne en Unsplash
El documental presentaba cosas alucinantes, porque no solo son los animales terrestres, también son los marinos y hasta algunas plantas quienes se camuflan o aparentan ser lo que no son; muchos de ellos parecen muy agresivos o venenosos cuando son totalmente inofensivos... ¿Os suena esto?, ¿conocéis a alguien que se camufle cuando se relaciona con los demás? Muy probablemente casi todos diríais que sí.

A fuer de ser sincero, he de reconocer que yo también me he camuflado en alguna ocasión, he puesto buena cara cuando no me hacia ninguna gracia algo o alguien o, simplemente, he puesto cara de pocos amigos cuando no quería que se me acercara alguien, por ejemplo.

He conocido a personas que se maquillaban para parecer más jóvenes, o que se operaban de esto y aquello por lo mismo, o que se vestían con ropas que les hiciera aparecer como más elegantes o jóvenes o vaya usted a saber que pretendían aparentar.

No obstante, y como veremos a continuación, el tema del camuflaje es bastante complejo, sobre todo socialmente, donde todo no se circunscribe a aparentar lo que no se es, sino que tiene múltiples connotaciones donde la supervivencia en todas sus manifestaciones, tanto físicas como psíquicas y emocionales, es lo que centra la necesidad de protegernos o pasar inadvertidos en un entorno que consideramos hostil.

El Arte del Camuflaje: Más Allá de la Supervivencia

Foto de David Clode en Unsplash
El camuflaje es una técnica ancestral, arraigada en los instintos de supervivencia del reino animal. Sin embargo, en la compleja trama de la sociedad humana, el camuflaje trasciende la mera ocultación física, convirtiéndose en un arte sutil de auto-presentación y percepción.

En la naturaleza, el camuflaje es claro y directo. Un insecto palo se convierte en una rama más entre el follaje y un pez piedra se mimetiza con el lecho marino. Estas criaturas, maestras del disfraz, nos enseñan que el camuflaje es esencial para la caza y la supervivencia.

El Camuflaje Humano: Una Danza de Identidades

Para los humanos, el camuflaje se manifiesta de múltiples formas. No solo nos vestimos para integrarnos o destacar en diferentes entornos sociales, sino que también ajustamos nuestro lenguaje, comportamiento y hasta nuestras expresiones faciales. Esta adaptación constante es un baile delicado entre ser uno mismo y ser lo que los demás esperan de nosotros.

En la era digital, el camuflaje toma una nueva dimensión. Las redes sociales nos permiten crear avatares, versiones idealizadas de nosotros mismos que pueden ser tan reales o tan fantásticas como deseemos. Aquí, el camuflaje se convierte en una herramienta de autoexpresión y exploración de identidad, aunque también puede ser de ocultación, con intenciones a veces poco claras, por no decir delictivas.

El camuflaje, ya sea en la selva o en la jungla de asfalto, es un reflejo de la conciencia. Nos permite navegar por el mundo, proteger nuestras vulnerabilidades y destacar nuestras fortalezas. En última instancia, el camuflaje es un testimonio de nuestra capacidad para adaptarnos y transformarnos en respuesta a nuestro entorno y nuestras propias aspiraciones internas.

La Máscara Social: Ocultando y Revelando

Foto de Sander Sammy en Unsplash
A menudo, nos ponemos “máscaras” para proyectar una imagen de confianza, competencia o alegría, incluso cuando nos sentimos vulnerables, inseguros o tristes. Esta máscara social es nuestro camuflaje personalizado, diseñado no para ocultarnos, sino para ser vistos bajo una luz particular.

El uso del camuflaje social por parte de las personas puede estar motivado por diversas razones, y el miedo a que los demás vean nuestros defectos o incoherencias es definitivamente una de ellas. A menudo, buscamos presentar la mejor versión de nosotros mismos, lo que puede llevarnos a ocultar aspectos que consideramos menos deseables o que podrían ser juzgados negativamente por otros.

Este comportamiento puede estar arraigado en la necesidad de aceptación social y el deseo de pertenecer a un grupo. La presión para cumplir con ciertas normas sociales puede hacer que las personas se sientan vulnerables y, como resultado, opten por “camuflarlas”.

Sin embargo, también es importante reconocer que el camuflaje no siempre se origina en el miedo. Puede ser una herramienta estratégica para navegar por situaciones sociales complejas, una forma de autoprotección, o incluso un medio para explorar diferentes facetas de nuestra personalidad en entornos seguros.

En última instancia, el camuflaje social es un fenómeno multifacético que refleja la complejidad de las interacciones humanas y la psicología individual. Cada persona tiene sus propios motivos y circunstancias que influyen en cómo y por qué eligen presentarse de cierta manera ante los demás.

El Carnaval como alegoría del camuflaje

Foto de carolyn christine en Unsplash
El carnaval, por ejemplo, puede ser visto como una alegoría del camuflaje. Es una época en la que las personas se adornan con disfraces y máscaras, lo que les permite adoptar temporalmente una nueva identidad o alter ego. Durante el carnaval, las barreras sociales se desdibujan y las personas tienen la libertad de expresarse de maneras que normalmente podrían estar restringidas.

En el contexto del carnaval, el camuflaje va más allá de la ocultación; se convierte en una forma de revelación a través de la ocultación. Al cubrirse con máscaras y disfraces, las personas pueden sentirse liberadas para explorar aspectos de su personalidad que de otro modo permanecerían ocultos. Es una oportunidad para jugar con la percepción, tanto personal como ajena, y para experimentar con la libertad de ser alguien diferente, aunque sea por un breve período de tiempo.

Así, el carnaval actúa como un espejo de las complejidades del camuflaje en la vida cotidiana, permitiendo a las personas explorar y expresar múltiples facetas de sí mismas en un entorno festivo.

En cualquier caso, lo que está claro después de haber repasado algunos aspectos del tema del camuflaje, es que en una sociedad más evolucionada como la que casi todos pretendemos alcanzar, no tienen cabida ciertos camuflajes, entre otras cosas porque la telepatía nos dejará al descubierto y entonces no podremos decir SI cuando queríamos decir NO.






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