Atendiendo a la salud integral

Haz ejercicio, mantén un estilo de vida activo. El ejercicio desencadena una respuesta química en forma de hormonas que se distribuyen por nuestra corriente sanguínea y que nos ayudan a generar un estado de ánimo positivo. Reduce el consumo de sustancias tóxicas o nocivas para la salud. Bebe más agua y evita o reduce en lo posible el consumo de tabaco, alcohol, etc. Cuida tu alimentación y descanso. Se trata de comer bien y descansar, algo que se sabe desde nuestros orígenes. Una alimentación sana y equilibrada es el primer paso para mejorar nuestra salud. “Que tu comida sea tu medicina” decía Hipócrates, padre de la medicina. Y por otra parte una mala higiene del sueño perjudica notablemente a nuestra salud emocional. Vigila tu nivel de estrés. El tipo de vida que llevamos nos lleva en muchos momentos a situaciones de estrés que afectan a nuestra salud mental y por ende a nuestra salud física. El cortisol (hormona generada por el estrés), en grandes dosis se convierte en un veneno que afecta a todos nuestros sistemas, sobre todo al inmunológico y al nervioso. Cultiva tus relaciones. Vivir encuentros sociales con familiares, amigos, etc. permiten que fluya el afecto, que tengamos experiencias gratificantes, que podamos divertirnos saliendo de nosotros mismos… todo ello mejorará nuestro estado de ánimo y por lo tanto nuestra confianza, seguridad, autoestima, etc. Busca actividades agradables, prestar atención a nuestras aficiones, dedicar tiempo a lo que nos gusta, incorporar el ocio en el día a día nos ayudará a mantener nuestra salud mental y a estar preparados para responder mejor a los desafíos que nos trae la vida. Refuerza tu autoestima. Evita las comparaciones (siempre tendemos a comparar lo que nosotros hacemos mal con lo bien que lo hacen los demás, con lo cual siempre perdemos en las comparaciones. Focaliza tu atención en tus logros, en tus aspectos positivos, apóyate en ellos y no te quedes en el error… que solo es una fase del aprendizaje. Vive en el presente. El estar recordando y rememorando el pasado nos produce bucles de repetición, el preocuparse por lo que está por venir nos induce a estados de angustia. Hoy más que nunca es necesario vivir con la incertidumbre y mantener una actitud positiva frente al mundo cambiante en el que estamos inmersos. Aceptación es la palabra clave. Ponte retos, fórjate metas, genera proyectos. Conoce tus potencialidades y tus frenos para cuidar que lo que te propongas sea algo alcanzable y realista, de esta forma te ahorrarás frustraciones innecesarias. Practica tu inteligencia emocional. Es algo que hemos de aprender a desarrollar, se trata de identificar nuestras emociones, como las manifestamos y gestionamos… y también hacer lo mismo con las emociones de los demás. De esta forma responderemos de la manera más adecuada a lo que nos sucede, gestionando mejor el mundo de nuestras relaciones y el propio.

Consume productos de proximidad. Volver a comprar en mercados y tiendas cercanos ayuda a mantener la vida y el tejido económico de nuestros barrios, pueblos y ciudades. Es lo que se ha dado en llamar Compra Km0 Compra solo lo que necesites. Practica un consumo responsable. Has una lista de compra después de revisar tu despensa y tu nevera e intenta ceñirte a esa lista. Lee las etiquetas de los productos, necesitas saber lo que comes, su composición y su origen. Eso te permitirá elegir lo más adecuado para ti. Haz un consumo más ético y responsable. El consumo es un factor importante en el medio ambiente. Reducir, reutilizar y reciclar son palabras clave. Evita los productos envasados y el desperdicio alimentario. Anímate a cocinar y evita los productos procesados, tu salud te lo agradecerá, es el momento de recuperar las recetas y guisos de antes. Apuesta por los productos tradicionales. La publicidad y las modas nos hacen apartar la mirada de los productos típicos nacionales y renunciar a la herencia gastronómica de nuestro país, nuestra región o nuestro pueblo, elige la tradición. Reduce la cantidad de consumo de carne, evita los productos que provienen de una ganadería intensiva y prioriza la calidad frente a la cantidad. Toma más proteína vegetal, las legumbres, verduras y frutas son una buena fuente de ellas. Elige más pescado que carne siempre que puedas. Elige los productos de temporada. Es momento de escuchar la naturaleza, es bueno para nuestra salud, nuestra economía y por supuesto para nuestro entorno. Los productos de temporada son siempre más sanos y baratos. Recupera las recetas de aprovechamiento. Desarrolla tu creatividad, tal y como se hacía antes… Era impensable tirar algo que podía ser consumido.

Cualquier momento es bueno para empezar, no te lo pienses, no busques excusas ni dejes pasar más tiempo y oportunidades. Hoy puede ser un buen día para empezar a realizar alguna actividad física. La constancia es la clave, no se trata de invertir mucho tiempo, puedes comenzar con 20 o 30 minutos al día… elige el momento más adecuado y adelante, se trata de ir creando un nuevo hábito. Los pequeños gestos diarios: utiliza la escalera en lugar del ascensor, en los trayectos cortos deja el coche y camina siempre que puedas, al trabajo, a la compra, a hacer alguna visita. Si tienes un trabajo sedentario procura levantarte de vez en cuando, mover pies, los tobillos, flexionar y extender las piernas, etc. Encuentra momentos para estirar los músculos, es una forma de relajarlos, evitar contracturas, mejorar la circulación, etc. Aprovecha el fin de semana para incluir en tus planes actividades que favorezcan la actividad física. Disfruta del aire libre, siempre que puedas realiza la actividad física al aire libre, en la naturaleza, tomando el sol, disfrutando del yodo de la playa, de la vitamina D, tan necesaria para nuestro cuerpo… Respira aire puro. Proponte objetivos realistas, así los conseguirás y te servirán de motivación para seguir superándote. Pásalo bien moviéndote. Elige actividades o deportes que te gusten, diviértete y disfruta… ahora hay una amplia oferta de posibilidades para pasarlo bien… eso será el mejor aliciente para seguir haciéndolo.  
María Pinar Merino
(Basado en los consejos publicados en la Guía de la Cruz Roja para conmemorar el día mundial de la Salud)