El potencial co-creador del ser humano
Foto de Zac Durant en Unsplash
Las circunstancias se presentan difíciles, pero también prometedoras. Si, como dicen los orientales, crisis es “peligro + oportunidad”, tienes el peligro de perderte en viejas actitudes conocidas de pesimismo, derrotismo, escapismo y profecías apocalípticas o tienes la oportunidad de edificar algo nuevo, estimulante, vivificante y solidario.
Tomarte la vida como una lucha es el resultado de haberte perdido en medio de los deseos impuestos por una sociedad consumista, que “progresa” sobreexplotando recursos naturales y humanos. Si miramos a nuestro alrededor el sentido de la vida parece ser: “Nacemos, compramos y morimos”. La ignorancia de tu verdadero Ser hace que no veas una realidad que está ahí todo el tiempo: la Vida es misteriosa, infinita, magnífica, fecunda, puro potencial en espera de que creas que es posible que crees el más alto concepto de ti mismo. Creer y crear no son sólo verbos con conjugaciones parecidas, son las raíces de lo manifestado.
Si Dios es el Gran Creador y te hizo a su imagen y semejanza, esto quiere decir que tú eres el co-creador de tu vida. El sufrimiento y el dolor son consecuencias de resistirte a la transformación que tu alma anhela y te invita a realizar. Tu genuina naturaleza, si dejas de escapar de ella, es sorprendentemente maravillosa. Por supuesto, tendrás que darte cuenta de que esta realidad implica valor, constancia y ánimo. Pero, puedes estar seguro de que el mundo cambia cuando tú cambias tu actitud y entonces todo es posible.
Charlene Spretnak, escritora norteamericana de libros con temáticas espirituales y sociales, resumió perfectamente que “el Universo se ofrece a sí mismo una gama inimaginable de posibilidades y un intrincado juego de tendencias, a partir de las cuales diseña su historia en continua realización. Una historia sagrada, no ya de determinismos, sino de creatividades, fascinaciones, relaciones y compromisos, emergiendo y muriendo en el lapso de un microsegundo o en prolongados períodos de billones de años. Nosotros, manifestaciones autorreflexivas del universo, tenemos la capacidad de realzar las condiciones de diferenciación, subjetividad y comunión en la comunidad de la Tierra”
Tomarte la vida como una lucha es el resultado de haberte perdido en medio de los deseos impuestos por una sociedad consumista, que “progresa” sobreexplotando recursos naturales y humanos. Si miramos a nuestro alrededor el sentido de la vida parece ser: “Nacemos, compramos y morimos”. La ignorancia de tu verdadero Ser hace que no veas una realidad que está ahí todo el tiempo: la Vida es misteriosa, infinita, magnífica, fecunda, puro potencial en espera de que creas que es posible que crees el más alto concepto de ti mismo. Creer y crear no son sólo verbos con conjugaciones parecidas, son las raíces de lo manifestado.
Si Dios es el Gran Creador y te hizo a su imagen y semejanza, esto quiere decir que tú eres el co-creador de tu vida. El sufrimiento y el dolor son consecuencias de resistirte a la transformación que tu alma anhela y te invita a realizar. Tu genuina naturaleza, si dejas de escapar de ella, es sorprendentemente maravillosa. Por supuesto, tendrás que darte cuenta de que esta realidad implica valor, constancia y ánimo. Pero, puedes estar seguro de que el mundo cambia cuando tú cambias tu actitud y entonces todo es posible.
Charlene Spretnak, escritora norteamericana de libros con temáticas espirituales y sociales, resumió perfectamente que “el Universo se ofrece a sí mismo una gama inimaginable de posibilidades y un intrincado juego de tendencias, a partir de las cuales diseña su historia en continua realización. Una historia sagrada, no ya de determinismos, sino de creatividades, fascinaciones, relaciones y compromisos, emergiendo y muriendo en el lapso de un microsegundo o en prolongados períodos de billones de años. Nosotros, manifestaciones autorreflexivas del universo, tenemos la capacidad de realzar las condiciones de diferenciación, subjetividad y comunión en la comunidad de la Tierra”
¿Cómo lograrlo?
A través de distintos soportes, que se interrelacionan sinérgicamente:
Conectándote con los procesos y enriquecedoras posibilidades corporales, por medio de la respiración, la percepción de lo interno y lo externo, la actitud, el movimiento. Objetivo: Recuperar la capacidad de autocuración (algunas técnicas: Eutonía, Feldenkrais, Senso-percepción, consciencia corporal, etc.).
Eliminando las contracturas, dolores y corazas. Objetivo: Restituir el libre flujo de energía (Relajación, Masajes, Canalización de Energía).
Liberando antiguas tristezas, iras, miedos. Transformando la energía emocional en amor en acción. Registrando lo que sientes y aprendiendo a expresarlo sin culpas, vergüenzas ni críticas. Objetivo: Vivir el momento presente con amor y aceptación (Bioenergética, Gestalt).
Tomando contacto con los verdaderos deseos y necesidades e implementando su concreción. Objetivo: Desplegar tus recursos y potencialidades (Proyecto Vital).
Objetivo: Ampliar el mundo interno para mejorar el mundo externo (Acompañamiento terapéutico).
Despertando y ejercitando la creatividad innata en todos, mediante los diferentes recursos a su disposición. Objetivo: Responder con espontaneidad a cada situación (escritura, dibujo, expresión corporal, apertura a situaciones y actitudes nuevas).
Recuperando la fe y la confianza en ti mismo y en la Vida, comprendiendo que cada circunstancia, cada encuentro es una oportunidad de evolución y de creación. Objetivo: Ser y actuar desde la Esencia (Principios Universales, Meditación).
Permítete ABRAZAR LA VIDA con su maravillosa abundancia de amor, inteligencia, serenidad y energía, lo que inevitablemente te conducirá a una mejor relación contigo, tu familia, tu entorno, tu país, la Tierra. Todos podemos, todos lo merecemos.
Tu herencia humana es la evolución hacia estados cada vez mayores de amor, libertad y paz. ¡Reclámala!
Permítete ABRAZAR LA VIDA con su maravillosa abundancia de amor, inteligencia, serenidad y energía, lo que inevitablemente te conducirá a una mejor relación contigo, tu familia, tu entorno, tu país, la Tierra. Todos podemos, todos lo merecemos.
Tu herencia humana es la evolución hacia estados cada vez mayores de amor, libertad y paz. ¡Reclámala!